Las grandes manos de Marlon arroparon el cuello de Estela obligándola a mirarlo, debido a que sus ojos eran incapaces de sostenerle la mirada.Marlon acercó su rostro hasta el de ella y la besó con cariño.-Por favor, se gentil-anunció nuevamente Estela con la voz temblorosa, su corazón latía tan fuerte como las comparsas del carnaval, estaba muy asustada.Marlon asintió-Solo cálmate, no dolera-con su boca succiona hasta dejar un pequeño chupetón en el cuello de Estela, el cual se marcó inmediatamente ya que su piel era blanca como el algodón , ella soltó un gemido de dolor al sentir la gran presión en su cuello.Sus picos se tornaron más gruesos de lo normal y podía sentir pequeños corrientazos saliendo de su cuerpo, el cual se arqueaba debido al gran placer que estaba empezando a recibir, al parecer Marlon sabía cómo estimular a una mujer.Marlon empezó a desabotonar el enterizo de Estela, cada vez que quitaba un botón su falo se agranda más y más, hasta quedar totalmente elevado, y
Estela puso sus ojos en blanco y soltó un ligero pero fastidioso suspiro. Ya estaba cansada de esta chica, lo único que venía era a darle amarguras.-Parece que tu brazo se ha curado perfectamente. Hijastra-dijo Estela con una sonrisa.Yesenia soltó una mala palabra, estaba histérica. Se le notaba el oído que cargaba hacia Estela.-Si, es verdad, me he recuperado, porqué vine a darte tu merecido.-¡Señorita Yesenia!-gritó Eugenia mientras se metía en medio de ellas.-¡Tu, no estorbes!-gritó Yesenia mientras empuja a la señora.-Tranquila, te va a dar un infarto rata de alcantarilla-dijo Estela.-Desde que llegaste a la vida de papá, él se ha convertido en un hombre egoísta.-Ay mi amor, mira no tengo tiempo para hablar con gente como tu, si me disculpas-Estela intentó abandonar la conversación.-¡Ya te enseñaré!-Yesenia alzó su mano y la dejó caer a gran velocidad sobre la mejilla de Estela.Estela llevó su mano hacia su mejilla la cual ardía, y miró a Yesenia con tanto enojo que la mi
No tengo más opción-dijo ella vencida no podía creer que esté hombre estuviera traicionando a Marlon, quien ha depositado toda su confianza en él, es más, lo trata como un miembro más de la familia. El hombre empezó a desabrochar su cinturón, Estela se asustó luego de ver el volumen que creció en su pantalón, todo indicaba que el hombre estaba erecto. Bajo sus pantalones y con un movimiento rápido los sacó de sus piernas y los lanzó a una esquina, sosteniendo su arma en mano siguió apuntando a la pobre Estela, luego le ordena que se agachara como la posición de un perro, en cuatro, y que también alzará su vestido para el comenzar a penetrarla. Estela se agachó, ella estaba segura de lo que iba a hacer, ya había planeado todo en su mente, y justo enfrente de ella estaba una piedra bastante grande. -Eso es nena-el hombre era bastante astuto, con una sola mano le quito la pantis, y con la otra le apuntaba en la cabeza. El hombre antes de meter su falo comenzó a morbosear y acariciar
Marlon Por fin he llegado al juzgado, me costó un poco debido al enorme trancón que había en la perimetral. En cuanto entró, todas las miradas apuntaron hacia mí, me sentí un poco incómodo, pero tenía que testificar, no podía dejar cabos sueltos. -¡Papito lindo!-Gritó Yesenia mientras corría a los brazos de su padre. Por su parte Raquel también fue a saludarlo, se veían como una familia real. Estela se sintió mal, sabía que con un testigo tan poderoso como Marlon su mundo se vendría a pedazos. Sus manos temblaron luego de ver el rostro de Marlon, no pudo con tanto y decidió bajar su rostro, se imaginó en ese instante cómo sería su vida de ahora en adelante, llena de golpes a causa de las otras reclusas, su condición mental excesivamente dañada y peor aún, sin su madre a su lado, no aguanto más y por fin sus calurosas lágrimas cayeron sobre la mesa. Luego de que el abogado de Yesenia hablara, la situación empeoró, ahora Yesenia era quien llevaba la delantera. Más por qu
-¡Entonces le has hecho caso a Escudero, ¿Acaso él es tu jefe?. -Discúlpeme señor Marlon-agacho su cabeza-El señor Escudero nos dividió, y al final de cuentas él fue quien la encontró primero-Un sabor a hierro pasó por la garganta de Marlon, y soltando un ligero suspiro dijo. -¿Es verdad que él abusó de mi esposa-Su pregunta inesperada causó mucha tensión sobre los hombros de Salomón- ¿Te hice una pregunta?- Volvió a repetir está vez con la voz cabreada.-Si, si señor, eso es verdad, le iba a comentar, solo no encontré la oportunidad-Empezó a hablar ahora, pero sus palabras salían entre titubeos. Y eso levantó más las sospechas. -Salomón, ¡Porque no me dijiste desde el primer momento!-Gritó Marlon causando temor sobre el muchacho. -Señor lo siento mucho, lo siento de verdad, usted sabe que soy nuevo. -Sabes algo-Marlon soltó un suspiro, estaba a punto de enviarlo directo al infierno pero se contuvo-¿Acaso Escudero los amenazó?-Pregunto nuevamente con los ojos entreabiertos. -Si,
-Iré al jardín-aviso Marlon. Marlon se dispuso a ir al jardín, donde estaba su sobrina sentada mientras leía un libro. -Hola niña-se sentó justo al lado de ella y la abrazo. -Hola tío-Le sonrió dulcemente. -¿Qué estás leyendo?-Marlon le quitó el libro para echarle un ojo. -Estoy leyendo un libro de romance. -¿Cómo se llama ese misterioso libro?-respondió divertido. -Se llama; bajo tus garras la preferida del millonario, es de la autora; Adamaris morelo. -Oh, ¿enserio lees sus historias?. Vicky asintió emocionada, pero su felicidad acabó luego de ver a Estela quien estaba de brazos cruzados mientras los espiaba desde lejos. -Amor-dijo Marlon y se levantó de la silla. -¿Nos podemos ir?-anunció Estela dando una sonrisa falsa. Estela le lanzó una mirada retadora a Vicky, quién al notarlo bajó su cabeza y se sintió intimidada. -Niña, ven aquí-Marlon tomó de la mano a Vicky y la llevó hasta donde estaba Estela y las presentó. -Amor, ella es mi sobrina-La chica
Marlon y Estela habían llegado por fin a la mansión, todo allá era cálido y calmado, se sentía un silencio profundo. Estela por su parte fue hasta la habitación de su madre, para ayudar a darle de comer, mientras que su esposo, tenía su mente bastante distraída. -Escudero Sánchez, hombre que creí incapaz de lo incapaz-Susurro con los ojos puestos en el tejado, su mirada estaba completamente perdida pero su mente volaba tan alto que se imaginaba a Escudero sentado enfrente de él con sus manos atadas y en su boca un pedazo de cinta, mientras exclamaba por su libertad. Marlon se vio obligado a salir de sus pensamientos debido al fuerte sonido de su teléfono, de inmediato se levantó a duras penas de la cómoda silla, y fue a atender la llamada, en cuanto levantó el teléfono se dio cuenta que era Armando Montes; un sicario que había contratado para llevar a cabo el plan de venganza en contra de Escudero. -Señor Rivera, lo llamó para informarle que tenemos a Escudero-avisó el hombre. Su
Estela se encontraba preparando la cena con la ayuda de Eugenia, hoy hicieron arroz de cangrejo.Hace una hora aproximadamente había enviado toda su información personal a la bandeja de mensajes de la universidad, decidió hacer su carrera virtual, no quería despegarse de su madre. -Señora Estela esa carrera le abrirá muchas puertas-dijo Eugenia mientras revolvía el arroz. -Si, es verdad, quiero ser la mejor psicóloga. -Señora, ¿porque le interesó la psicología?-Volvió a preguntar Eugenia. -Quiero ayudar a las mujeres que tienen la autoestima tirada por el piso-Se echó a reír con sarcasmo. -Creo que en esa lista entraré yo-Eugenia soltó una risa también. -¡Tío más despacio!-Gritó Vicky soltando una carcajada. De inmediato los ojos de Estela quedaron impregnados del mismísimo odió. -Parece que se divierten-aviso Eugenia mientras colóca unos pepinillos en el lavamanos. -Eugenia, ¿qué te parece la actitud de Vicky?. -Pues… me parece una chica muy bonita, además de eso, ella es