Mucho mejor para ellos, ahora no se iban a demorar tanto en llegar a Fiesole, aunque Alessandro estaba dispuesto a quedarse en Florencia hasta arreglar un asunto que lo tuvo toda la noche despierto, y quería hablarlo con su hijo, él quería darle su apellido. Él quería tener una relación con su hijo y aunque no sabía cómo iba a reaccionar, nunca era tarde para poder estrechar un vínculo familiar y siendo ellos padre e hijo había altas posibilidades que eso se lograra.Sabía que eso iba a representar un dilema para todos, Alessandro le quería dar todo a su hijo, no importaba cuantos años habían pasado, por derecho propio le pertenecía lo que era de su padre. Además, él quería que se supiera ante todos que Alessio era su hijo, quería reconocerlo debidamente y que poco a poco ellos se fueran conociendo como padre e hijo que eran. Él no quería irse de este mundo sin al menos haber pasado un tiempo de calidad compartiendo y conociendo a su hijo.— Muy bien, Renato, eso está perfecto, llévan
Aurora se acordaba muy bien de una escena que fue la que la llevó a tomar definitivamente la decisión de no acercarse nunca más a Alessandro. Y aunque habían pasado muchas cosas en el pasado, lo cierto era, que ahora que lo tenía frente a ella, no podía negar que le provocaba mucho gusto el volver a verlo. Aunque Alessio le había pedido conocerlo cuando tenía siete años. Eso había sido muy normal en su hijo, pues todo niño, desde pequeño, siempre tiene la intención de conocer a su padre o a su madre según sea el caso.— Recuerdo que una vez había regresado a Florencia con Alessio en unas vacaciones, aun sabiendo que te podía encontrar. Mis padres me habían dicho que venías regularmente y preguntabas por mí. No te puedo negar que todo este tiempo, yo también tuve muchas ganas de saber de ti. Y en aquel tiempo, traté de encontrarte varias veces y no lo conseguí, la suerte no estaba de nuestro lado y no hacía que nos encontráramos cuando tú llegabas a venir a Florencia.Aurora varias ve
A llegar a Roma, Vincenzo le llamó a Kaia, para avisarle que ya iba en camino al ático, habían quedado en ir a cenar a uno de los restaurantes favoritos de su esposa, pero ella le tenía una sorpresa de la que él no tenía idea, era algo que a él iba a gustarle mucho.— Hola preciosa, espero que estés lista, yo solo llego a darme una ducha y a cambiarme. Me moría de ganas de verte. Te he extrañado mucho, parece que hace días que no te veo.Vincenzo decía la verdad, había extrañado muchísimo a su esposa y ahora que la tenía de nuevo con él, se sentía como si de nuevo le hubieran recargado un aliento de vida. Por eso no pudo y no quiso quedarse en Florencia con el abuelo, porque no podría dormir, ni un solo día sin estar con su esposa.— Hola, amor, por eso no te preocupes, puedes llegar con toda la calma, hoy ha venido mi mamá y hemos preparado una cena deliciosa, además debes llegar cansado. Podemos dejarlo para mañana u otro día. Yo sabía que lo más lógico era que llegaras a descansar.
Pasaron tres días y el abuelo regresó a Roma, tenía que hablar con sus hijos, aunque ellos ya habían recibido la información de manos de Alessandro, estaban preparados para conocer a su hermano. Solo que antes de eso, él debía hacerle unas aclaraciones y hablarles de la decisión que había tomado. No quería que después, el no hablarles claro desde un principio, diera motivos a que hubiera malos entendidos. Quería que ellos supieran las cosas de su viva voz.Maximus y Mauro llegaron puntuales a la casa de Alessandro, el llamado de su padre no había sido apresurado, ellos habían pensado que les iba a decir que fueran a Florencia y más bien, él era el que ahora se estaba presentando aquí frente a ellos, ambos sabían que si los había convocado era porque se trataba de algo muy importante con respecto al hermano aparecido.— Hijos los he citado el día de hoy, porque he tomado la decisión de irme a vivir con Aurora a Florencia. Todo lo que tengo pasará a manos de Alessio, yo no quiero seguir
Han pasado seis días desde que se tomaron las muestras para la prueba de paternidad, Vincenzo y Kaia han llevado sus vidas de lo más normal. Han hecho todos sus pendientes y han pasado momentos especiales juntos. Han tenido asuntos muy importantes que atender, pues debido a que después que les entreguen los resultados, ellos partirán de regreso a Santorini donde van a establecer su hogar.Ellos quieren disfrutar todo lo más que se pueda de su vida en pareja, pues ya que nazca su hija, nada podrá ser igual. Están conscientes que una vez que sean padres su vida cambiará radicalmente, pero con todo y eso es lo que más quieren ambos que llegue el momento para conocer a su hermosa hija.Todo estaba listo, Alessio y Aurora habían llegado el día anterior y se habían instalado en la casa de Alessandro. Se habían hecho las presentaciones y Maximus y Mauro ya conocían a su otro hermano, la familia estaba feliz porque llegaron los otros miembros que faltaban por conocerlos. Todo estaba bien y e
— Ni siquiera hemos llegado tarde, solo han sido quince minutos, no seas exagerado, ¿Puedes detenerme un momento a la niña? Creo que se me ha pegado algo en el zapato.Martina se quería valer a esas alturas, de cualquier pretexto, pues ya podía notar en la cara de Vincenzo, que las cosas a lo mejor, pudieran no salirle del modo en que ella esperaba, la expresión en la cara de él, se veía muy relajada, como si escondiera un secreto o una sorpresa, que no iba a ser grata para ella.— Muy bien. — Sabía las intenciones de Martina y no se negó. No se iba a exhibir ante los presentes, haciéndole un desplante a la niña.Vincenzo tomó a Donatella en brazos, la niña le sonrió como si lo conociera o se acordara de él, Martina veía la interacción de la niña con Vincenzo y se alegró, como si le hubiera dicho a su hija, que actuara de esa forma. Ella quería a como diera lugar, que se diera un vínculo entre ellos, pues eso era crucial, para que se llevaran bien a cabo los planes que tenía en mente.
Para no hacer las cosas más tensas, Vincenzo decidió regresar al conglomerado, todavía tenían demasiados asuntos pendientes y muchos contratos que cerrar él y su esposa. A partir de ese momento lo demás quedaba a cargo de su abogado y del acuerdo que llegaran a tener Alessio y Martina, por su parte ya no quería tener nada que ver con esa mujer. Y no tendría por qué tener que ver algo con ella, la prueba había demostrado que él no era el padre de su hija.— Llegas demasiado rápido mi amor, qué ha pasado o no salió como debía salir. Estaba esperando que volvieras para que me contaras todo, estaba pidiendo, que todo saliera bien para todos.Kaia estaba esperando a Vincenzo, estaba muy ansiosa por saber, cómo había ido todo y ella en el fondo de su corazón, esperaba que todo hubiera salido a la perfección, para su esposo, pues no quería, ya que ese asunto siguiera adelante, para poder disfrutar de su tiempo, juntos sin contratiempos.— Todo ha salido a la perfección, preciosa, por eso no
Habían pasado, por tanto, que Kaia ya quería darle vuelta a la página, rezaba todos los días para que no apareciera una nueva mujer del pasado de su esposo. Después de esto que había pasado con Martina, ella lo que menos quería era tener que lidiar con una situación parecida con otra mujer del pasado. Ya era justo de que los dejaran en paz, esas mujeres no podían entender que formaban parte de un pasado que no se iba a repetir.El presente de Vincenzo estaba con ella y con la familia que estaban empezando a formar, las otras mujeres de su pasado podían irse buscando a otra persona con la cual compartir sus respectivas vidas. Vincenzo ya tenía la suya hecha con ella y no tenían por qué meterse en su matrimonio.— No es por querer apresurar las cosas, Vincenzo, pero en realidad quiero que terminemos lo antes posible para que nos podamos alejar de todo este caos, ya me urge que tengamos la paz que necesitamos para concentrarnos en nosotros y en disfrutar de lo que queda de mi embarazo y