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Capítulo 3

Marius fitzy narrando:

Me despierto con un dolor de cabeza infernal.

Con mucha dificultad abro los ojos y veo que estoy en mi habitación, trato de buscar en mi mente cómo llegué aquí pero no recuerdo nada.

No volveré a beber en mi vida, gruñí mientras trataba de levantarme.

Fui al baño donde me duché e hice mi higiene, luego me puse solo la ropa interior y los pantalones de chándal y bajé a tomar un medicamento para la resaca y el dolor de cabeza.

Tan pronto como llegué a la sala de estar, vi a mi hermano tirado en el sofá con la cabeza en el regazo de nuestra madre, ella le acariciaba el cabello.

- Hijo, ¿estás mejor? — preguntó preocupada.

- Sí, pero necesito un medicamento para el dolor de cabeza e intentar comer algo sin tirarlo - dije sintiendo que se me revolvía el estómago de solo hablar de comida.

- Ayer estuviste terrible _dijo ella_ tu hermano y tu padre tuvieron que llevarte a la habitación porque llegaste desmayada.

- Estabas drogado _dijo Cristian_ y hablando de ayer, que morenita que te metiste, felicidades.

- No recuerdo nada _dije sintiendo una punzada de dolor en la cabeza_ solo recuerdo llegar y empezamos a beber y luego no recuerdo nada más.

- Yo tampoco recuerdo mucho, pero recuerdo que te fuiste y luego pasaste junto a nosotros rumbo al baño con una mujer _dijo mi hermano_ después de mucho tiempo, pasó junto a nosotros y volviste y te sentaste, estabas bien o eso Al parecer, justo después de que te desmayaste, Logan tuvo que ayudarme a llevarte al auto.

- Al menos no me desmayé frente a ella _dije_ imagina la vergüenza que pasaría.

- Me burlaría mucho de ti - dijo Cristian sonriendo.

- Solo quería recordar a esta chica _dije pensativa_ no importa, ahora solo quiero tomar mi medicina.

- Ven, mamá mandará a Leonor a hacerte una sopa _dijo nuestra madre tratándonos como si fuéramos niños, ¿me quejo? Claro que no.

[...]

Victoria Becker narrando:

Siento que alguien me sacude y con eso me despierto, veo a Joana sosteniendo una pastilla y un vaso de agua.

- ¿Que es eso? Yo pregunté.

- Píldora del día después _respondió_ tuviste sexo con ese tipo ahí en el club y seguro que no usaron condón.

- Gracias _sonríe tomando la medicina.

Después de ese maravilloso sexo en el baño con ese hombre súper caliente, terminé avergonzándome mucho y se me ocurrió una excusa de que tenía que irme.

Apenas salí del baño busqué a Joana y le pedí que nos fuéramos.

Sonreí internamente al recordarlo, esos ojos azules, la barba suave y su delicioso perfume, esa huella suya y su cuerpo musculoso que me aseguraba deleitarme en cada parte.

¿Volveré a encontrarme con él?

- ¿Pensando en el chico de la discoteca? _pregunto mi curioso amigo sentado a mi lado.

- Sí, era hermoso y era tan bueno _sonríe.

- Me alegro por ti _dijo emocionada_ ahora levantémonos a comer algo y disfrutemos un poco antes de que regreses a tu casa.

Intenté aprovechar al máximo esa mañana porque al llegar a casa empezaría mi infierno personal.

[...]

- La zorra está aquí - dijo mi padre en cuanto entré por la puerta de la casa.

Permanecí en silencio mientras caminaba hacia mi habitación.

- ¿Dónde dormiste? _Preguntó.

- En casa de Joana _contesté.

"La otra perra", murmuró.

"No hables de ella así," lo regañé.

- Ella es una puta y tú también - dijo solo para molestarme.

No queriendo entrar en una discusión con él, decidí no cuestionarlo y me fui a mi habitación.

El fin de semana transcurrió lo mejor posible, me quedé encerrada en mi cuarto la mayor parte del tiempo porque cada vez que salía él me maldecía o hablaba mal de Joana.

No sé por qué mi padre me odia tanto... Fui abandonada igual que él, me sigo preguntando si algún día volverá a ser ese hombre cariñoso que jugaba conmigo y me decía princesa.

Tal vez eso nunca suceda... las drogas lo han consumido y ahora todo lo que queda es el cadáver de un hombre que alguna vez fue.

Y si alguna vez quiere dejar todo eso, tendrá que luchar duro, pero sé que nunca volverá a la normalidad...

Lista para trabajar, salió de la habitación y por algún milagro él estaba en la mesa bebiendo su café tranquilamente.

Me miró y luego bajó la cabeza.

Está limpio... Al menos por ahora, si siempre fuera así sería maravilloso.

- Buenos días - dije

"Buenos días", susurró suavemente.

Tomamos café en silencio, siento una opresión en el pecho cuando lo veo así, sé que muchas veces trata de pegarme pero no es él en ese momento, es la droga actuando y controlándolo.

Al principio puede ser liberadora pero al final te abraza y ya no hay vuelta atrás, te conviertes en su rehén.

Suspiro con tristeza y así me levanto y me voy a trabajar, no gano mucho pero puedo comprar comida para la casa y aun así ahorrar una buena cantidad para cuando por fin tenga suficiente para salir de aquí.

Mi dinero está bien guardado porque mi padre una vez robó lo que yo tenía ahorrado para comprar drogas, ahora Joana me lo guarda porque si lo dejo en casa corro el riesgo de quedarme sin nada.

Mi vida no es fácil pero estoy viviendo un día a la vez y así es como sobrevivo.

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