Victoria Becker narrando:

Nunca digas que hay algo malo que no se puede empeorar.

Bueno, sí.

Ya estaba al final del tercer mes de embarazo, ya se me notaba la barriga.

Bajé a criar a mi bebé, tenía miedo, pero todo eso desapareció en el momento en que escuché su corazón latir por primera vez, fue muy emotivo.

Ya amaba esa cosita que crecía dentro de mí.

Las cosas eran difíciles, mi papá estaba tomando muchas más drogas que antes, mi trabajo era realmente difícil y estaba más cansado que de costumbre.

La doctora dijo que estaba un poco baja de peso y que le podía hacer daño al niño, también me dijo que me tranquilizara en el trabajo y si podía evitar el estrés sería aún mejor, pero cómo voy a evitar esto en la situación que vivo ? Cada cinco pasos que doy aparece un problema.

Justo ayer vino a mi casa un comerciante exigiéndome que pagara algo que mi padre había robado de su establecimiento, estaba muy enojada.

Pero no pagué nada, después de todo no fui yo quien lo robó, es él quien cu