El viaje a Los Ángeles ha comenzado, son 10 largas horas de viaje, decidí comprarle una bolsa de maní a Penny para que pudiera aguantar el hecho de comer como se debe. No puedo creer que durante los viajes solo se limitaban a comer chucherías, bueno, tampoco es que el viaje de Caracas a Mérida sea muy largo, aun así, ella dijo que no comían tanto ese día para no tener ningún tipo de malestar en el estómago. Yo la verdad nunca me he limitado a eso cuando me tocas viajar seguido, justo por el hecho de que viajaba tanto y tantas horas, no era nada exactamente fácil. Sin embargo, creo que en lo que lleguemos a Los Ángeles le daré un buen desayuno, pobrecita, sé qué estuvo tentada a pedir la comida que yo compré para cenar.

Durante casi todo el viaje estuvo durmiendo para no pensar en el hambre que tenía.

Me quedé dormido una hora y treinta minutos después de comer, me acurruqué en el asiento para dormir, mi cabeza cayó un poco reposando en la cabeza de Penny.

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Me despert