Maia

Mi madre se negó en un inicio, pero finalmente aceptó mi propuesta y la de mi tío de vivir con nosotros en nuestra casa.

Me encuentro hablando con Braulio y mi tío Daniel mientras observamos cómo Nuria baja de las escaleras con sus maletas en manos.

—¡No puedo creer que me hagan esto! ¡Braulio y Maia me dejaran en la calle después de que he sido como su madre!

—Tú nunca fuiste mi madre me has maltratado y pusiste a mi hermano en mi contra, pero se acabo. Aún no es mi cumpleaños, pero no verás un peso más de mi dinero.

Logré arrebatarle mi herencia con la ayuda de Juan Pablo. Ahora yo puedo manejar todo mi dinero de todas formas faltan pocas semanas para cumplir los vintiuno.

—Braulio —Ella no deja de mirarlo

—Tú me enseñaste que cada quien se rasca con sus uñas, tía. Durante toda mi vida me dijiste que Maia era la hija de la amante de mí papá y que por culpa de ella mis padres murieron, antes lo creí, pero ahora no.

—Termina de irte —Le exige Daniel

—Esto no se quedara así.— Es