36El sonido de golpes nos despertó, yo me saque a Clau que estaba sobre mi y me levanté, Kendall y Clau también se levantó.— Llegaron por ustedes tres — Nos dijo el policía.Las tres caminamos a la puerta y esperamos a que nos abriera, cuando estuvimos fuera, yo mire a las dos mujeres dentro, ellas se estaban riendo y nos hicieron unas señas raras.— ¡Vámonos ya! — Me urgió Kendall.Ella me agarró del brazo y camino conmigo hasta las puertas que daban a los pequeños cubículos donde estaban los policías.— ¿qué hora es? — Le pregunté al policía.— Ocho de la mañana — Me respondió.Puse mala cara de inmediato, no podía creer que Viviano nos haya dejado en este lugar, como pudo dejarnos dormir aquí.— ¡Tienes que castigar a ese anciano! cómo pudo dejarnos tiradas aquí — se quejo Kendall, con toda la razón, Viviano era una rata al dejarnos aquí.Cuando estábamos llegando al cubículo del oficial que nos había arrestado, Viviano apareció.— ¿durmieron bien? — Nos preguntó con una sonrisa.
37Le puse mala cara a Viviano cuando me miró por el retrovisor, era injusto su trato, se que me equivoqué pero no era para que se comportará así, ni siquiera le importo que nos robaran.Viviano se detuvo en un pare y volvió a mirarme por el retrovisor, yo le esquivé la mirada de inmediato.— ¡Barbie! — Me grito Kendall y me dió un golpe.— ¿Que te pasa? — Le reclamé y le devolví el golpe.— Tonta mira por la ventanilla — Me dijo.yo mire por la ventana y allí en la acera frente a un restaurante estaba la cucaracha traicionera de Analía dándose un buen beso con esa rata apesta de Jhonny.— ¡Desgraciados! — Dije con rabia.Yo busqué el celular para grabarlos pero cuando iba a hacerlo ellos ya se estaban subiendo al coche.— ¿Los viste? — Le pregunté a Viviano.El me miró por el retrovisor y asintio con la cabeza.— Déjame encargarme a mi — Me pidió.— ¿se lo contarás a Caesar? — Le pregunté.— No, tengo que tener las pruebas suficientes para hacerlo, contrataré a alguien para que los si
38Mire el reloj en mi muñeca y arrugue en entrecejo, ya eran las 10:pm y el pequeño diablillo aún no se había levantado.Me levanté de la silla y fui al cuarto para despertarla. Barbara estaba boca arriba medio muerta, yo me acerque a la cama y la llamé pero ella no se movió ni un centímetro.Me subí a la cama y la moví un poco, Barbara se dió media vuelta quedando de espaldas, en las sábanas y parte de mi camisa que ella tenía puesta había sangre.Esta era la primera vez que estaba en una situación como está, creo que en el poco tiempo que llevo con Barbara he experimentado de todo un poco, cosas que antes solo reprochaba, si algún día amanezco de buenas pulgas, le pediré una disculpa a Mariano, ahora con todo lo que he pasado, creo que fui un poco duro con él.— Barbara — Volví a llamarla.— Déjame en paz — Me contestó medio dormida.— Barbara, eh... creo que te bajo — Le dije.Ella se dió la vuelta inmediatamente y me miró a los ojos.— ¿Me bajo que? — Me preguntó con mala cara.—
39Kendall me quedo mirando y después empezó a reír, yo le di un golpe y le puse mala cara.— Se te nota cuando lo haces con Viviano — Me dijo.— Pues no lo hice con él, de hecho no puedo, tengo la regla, pero paso algo mucho mejor — Le dije.— ¿que paso? — Me preguntó.— Me dijo que está dispuesto a darme todo lo que yo le pidiera, el está dispuesto a todo por mi— Le conté emocionada.— Ya era hora de que te lo dijera, ahora me cae un poco mejor — Me dijo.Yo la abrace y le di un beso en la cien.— ¿Ya te cae mejor? — Le pregunté.— Solo un poco, pero como vuelva a joderte voy a darle una patada en los huevos — Me dijo.Yo me rei y seguí abrazándola, amigas como Kendall habían muy pocas.Clau se nos acercó y nos quedó mirando con extrañeza.— No cuenten conmigo — Nos dijo.— ¡No haremos nada! — Me queje.— El anciano al fin le dijo que la amaba — Le contó Kendall.Clau sonrió ampliamente y se tiro a nosotras y nos abrazo.— ¡Que bueno! Yo sabía que el te amaba — Me dijo emocionada.—
40Detuve el coche y voltee a ver a Barbara, ella estaba cona boca ligeramente abierta, un silbido bastante tierno salió de ella.Jamás pensé que me gustaría tanto ver a una mujer roncar. saque mi celular y la grabé por un momento, esto definitivamente lo usaría para molestarla más adelante.— Barbara — la llamé.— ya hemos llegado — Le informe.Sacudí a Barbara por los hombros, ella se despertó de inmediato y me quedo mirando con los ojos muy abiertos.— ¿Que paso? — Me preguntó.— Ya hemos llegado — Le dije.Ella miró por la ventana y después volvió a mirarme a mi.— Ya es de noche — Me dijo sorprendida.— ¿Dónde estamos? — me preguntó.— En Regent´s Park, ahora bajemos que tenemos que caminar un poco — Le dije.Barbara se bajó del coche y yo después.— Viviano tengo hambre — Se quejo.— Ya lo sé, ahora caminemos rápido — ella se acercó a mí y me abrazo.— ¿Y si me cargas? No quiero caminar — Se quejo.— Deja de ser tan perezosa, ahora camina — Ella puso mala cara y empezó a caminar.
41Viviano me llevo a mi apartamento, el me cargo en la entrada y abrió la puerta conmigo en brazos, yo lo estaba besando frenéticamente mientras le trataba de quitar la corbata.— Te hare el amor toda la noche — Me dijo el entre besos.Yo asenti con la cabeza y seguí quitando su corbata y desabotonando su camisa.— Que carajos — dijo una voz a los lejos.Viviano dejo de besarme, y yo deje de moverme.— No puedo creerlo — Dijo mi hermano.Viviano me bajo de su regazo, yo respire profundo antes de darme la vuelta para enfrentar a Caesar.— Puedo explicarlo — Le dije.Caesar estaba rojo de la rabia, sus ojos no me estaban mirando a mi, si no a Viviano.— Yo lo amo — Le dije.— como puedes decir que lo amas, ¡tiene mi edad! — Me grito.— ¡Eres un degenerado Viviano! — Le grito Caesar.Viviano me apartó y empezó a acercarse a Caesar, yo lo agarre del brazo y lo detuve, ¿acaso el era suicida?— Déjame Barbara, tu hermano y yo tenemos cosas de que hablar — Me dijo sin mirarme, ¡pero claro qu
42Sale del complejo de apartamentos de Barbara con un sin sabor, esa niña me tenía mal, ahora necesitaba pensar en como hacer que me perdone.Camine rapidamente a mi coche, mañana me encargaría de pensar en algo con cabeza fría, ahora necesitaba atender los golpes que caesar me había dado.Llegué a mi apartamento vuelto nada, pelear con Caesar era como pelear conmigo mismo, ambos teníamos la misma complexión, y éramos bastante parejos a la hora de pelear.Caesar me había dado unos buenos golpes, merecidos me los tenía, pero si que dolían como el infierno.Fui al baño y me mire la cara en el espejo, me veía terrible, tenía el pómulo hinchado y la nariz vuelta nada.Me limpie las heridas y después me di una ducha rápida, mañana iría fondo Luciano para que me ayudara con el investigador.Al día siguiente fui a la oficina de Luciano, el me atendió de inmediato, pero al mirarme su expresión se puso dura.— ¿Que carajos te paso en la cara? pensé que el que se metía en peleas era Mariano — M
43Estar en casa incomunicada era horrible, y lo peor es que tenía que compartir mi oxígeno con esa cucaracha traicionera.Seguí caminando el jardín de la casa, tal vez termine dentro de un agujero y este me lleve a otra dimensión, Espero que sea una linda y divertida, sin malvados con segundas intenciones.— Barbie puedes venir — Me llamo la cucaracha.Yo seguí caminando como si no la hubiera escuchado, ya tenía suficiente con mi hermano, como para que ella estuviera molestandome.— ¡Barbara! — Me grito con mas fuerza.Yo me detuve y la mire, puse los ojos en blanco y me le acerque a regañadientes.— ¿Que quieres? — Le pregunté groseramente.— ¿Quieres acompañarme a comprar algunas cosas? Es que no quiero ir sola — Me dijo.Yo negué de inmediato con la cabeza.— Lo siento, es que tengo muchas cosas que hacer — Le dije.— ¿Cuáles? — Me preguntó.— Seguir vagando en el jardín — Le respondí.— Eres una grosera — Me dijo.— Y tú una infiel incestuosa — Le dije.Analía me agarró del brazo