El peso de Karina sobre mi pecho era tan reconfortante, me sentía más vivo que nunca, creo que jamás había sido tan feliz como ahora.— ¿Bebé estás despierta? — Le pregunté.Karina se removió en mi pecho, yo no quise molestar y me levanté despacio de la cama.Me puse un pantalón de gimnasio, una camisa de algodón y zapatos comodos y fui a la cocina.Los dos perros empezaron a ladrar, yo les puse una corre a cada uno y los saque para que hicieran sus necesidades.Camine con ellos en el parque que estaba cerca al complejo de apartamentos hasta que al fin hicieron sus cosas.— Que bueno que te encuentro —Me di la vuelta y era Sam, con su horrible cara.— ¿Para que? — Le pregunté.— Cassie me llamo, y me dijo que tú estás insinuando que su hijo es mío — Yo puse los ojos en blanco, ¡que descaro tan grande! Y yo pensaba que el único descarado aquí era yo.— Te estás acostando con ella, ¿que quieres que piense? — Le pregunté.Sam se acercó más a mi.— Es tu hijo, esa es tu responsabilidad,
Estaba aburrido en la oficina, Karina estaba ayudándome a revisar algunos documentos, pero yo quería hacer otra cosa.— ¿Bebé, te puedo pedir algo? —Ella levato la vista de los documentos y me miró.— No, ahora deja de molestar y trabaja —Que mujer tan odiosa.— Quiero verte desnuda — Karina respiro profundo y volvió a mirarme.— Estás loco, ahora deja de molestar y concéntrate —Yo no quería concentrarme, solo quería verla desnuda.— Quiero cumplir una fantasía que tengo desde hace mucho tiempo —Karina me miró con desesperación.— deja de ser tan pervertido, si sigues así, voy a tener que pedir el divorcio — Me rei.— Si eso lo que más te gusta de mi —Karina puso mala cara y volvio a revisar los documentos.Yo me levanté y empecé a quitarme la ropa, si ella no quería entonces sería yo el que lo hiciera.— ¡Debes estar bromeando! Por Dios Mariano deja de ser tan caliente —Yo corrí a la puerta de la oficina y le puse seguro.— Solo seran 5 minutos, después estaré concentrado en el
El avión aterrizó sin problemas en Italia, yo estaba un poco nerviosa por conocer a su familia, tenía tantas inseguridades, era más que obvio que yo no era del nivel social de Mariano, y tener a su familia cerca era algo que me tenía de los nervios.Mariano me ayudó con las maletas mientras yo llevaba en brazos a los perros.— ¿Y si no les gusto a tu familia? — Le pregunté.Mariano volteo a verme y me sonrió.— Pues no lo sé, tal vez los dejé y me escape contigo para vivir en una pequeña casa con nuestros futuros 6 hijos, aunque no estoy seguro si quiero que sean más —¿Se podía ser más lindo y perfecto? Yo creo que no.— Hablo enserio, ¿que tal no le agrade a tu madre? — El se rió.— No te preocupes por eso, ahora vamos que llegaremos tarde — Yo camine rápido para alcanzarlo.— ¿Nos quedaremos dónde? — Le pregunté.Mariano volteo a verme.— bebé relájate, que si no te gusta mi familia nos regresamos —¡Yo no quería eso! Ojalá y todos sean tan lindos como él.*Cuando llegamos, a nues
Mariano cerró la puerta de la habitación con seguro, yo negué cona cabeza de inmediato, ni de chiste yo iba a hacer nada con él en este lugar.— ¡No! —Mariano me dió esa sonrisa que hacía que mi c*ño sé mojarra de inmediato, como lo odiaba en estos momentos.— Estamos en la casa de tu abuelo, tenemos que respetar eso, no podemos estar cogiendo por todos lados, debemos descansar un poco, y creo que este viaje es ideal para practicar la abstinencia —Ni yo misma me creía esas palabras tan hipócritas, pero algo le tenía que decir para que se calmara.— ¿o sea que vamos a estar una semana son se*o? — Me preguntó.— si, ahora por favor sal de la habitación — Le dije con determinación.Si el se quedaba yo iba a terminar tirandolo en la cama y eso era lo que no quería, me había vuelto una adicta al se*o por su culpa, yo antes de el no era así.— ¿Estás segura de poder aguantar una semana? — Me preguntó maliciosamente.— ¡claro que sí! — Le respondí.— ¡Ok! pero si tú en algún momento me pid
Cuando baje, habían muchas más personas, ¿cuánta familia tenía Mariano? Victoria me llamo con la mano, yo camine a ella, ya que no veía a Mariano.— ¿Dónde está Mariano? — Le pregunté.Ella puso mala cara de inmediato.— Si tú me lo pides yo puedo darle un golpe — Yo no estaba entendiendo nada.— ¿Pasa algo? — Ella agarró mi mano y me llevo a una habitación donde estaban los 3 hermanos y varias personas más, Mariano estaba sentado en el sofá hablando con una rubia.— Si quieres sacarla del cabello de aquí, yo te apoyo — Yo mire a Victoria.— No es para tanto, me imagino que solo son amigos — Yo volví a ver a Mariano, él se estaba riendo con ella.— Si, seguro — Me respondió ella.Luciano se acercó a nosotras.— ¿Pasa algo? — Nos pregunto.Yo mire Mariano, él me miró y me dió una dulce sonrisa.— El fácil de tu hermano que está hablando con otra mujer — Luciano miró a su hermano y después a mi.— Ellos son amigos desde hace mucho tiempo, no te preocupes por eso — Me dijo él.Yo asentí
Kariana se integro de maravilla con toda la familia, todos elogiaban lo linda y educada que era, al principio fue muy lindo que la acogieran de esa manera, pero ya después se convirtió en algo molesto.Mi primo aless se acercó a mí y me dió un par de golpes en la espalda.— ¿Ella no tiene una hermana? — Me preguntó viendo a karina.— Si, pero jamás permitiría que saliera con alguien como tú — Él me miró y se rió.— Te recuerdo que tú, Andreevich y yo somos unos pu+os, el que te hayas casado no va a borrar tu pasado oscuro — Yo mire mal a aless, no me arrepentía de lo que había hecho en mi pasado, pero no podía permitir que algo de eso llegara a los oídos de Karina.— Yo ya soy un hombre de hogar, ustedes deberían hacer lo mismo, deberías probar estar con una sola mujer, es maravilloso hacer el amor — Aless puso mala cara de inmediato.— Te escuchas igual que al sacerdote que mi madre invita todos los domingos a casa — Me rei un poco.— Hablo enserio, es muy hermoso, algun día me darás
Hoy era el tercer día en Italia, Mariano no me había tocado, y yo ya estaba un poco molesta por eso, no me gustaba saber que yo era una pervertida.— Bebé vamos a llegar tarde a la cena —Yo me apure en el baño y salí, Mariano se veia jodidamente sexy, o eran mis hormonas que estaban alborotadas.— que preciosa eres — Me dijo Mariano mirandome de arriba a bajo, yo le sonreí provocativas mente.— ¿Y si nos quedamos aquí? — Le sugerí.Mariano nego con la cabeza de inmediato, yo puse mala cara, estaba muy arrepentida de haberle dicho esas cosas, unas que uso en mi contra, era tan desesperante verlo desnudo y duro y no poder hacer nada.— si nos quedamos te juro que no te vas a arrepentir — Le dije.Me acerque a el y me arrodille, abrí su cremallera y metí la mano, aparte la tela y saque a mi querido y delicioso amigo, como me había hecho falta, creo que jamás volveré a decirle a Mariano que no lo hagamos.— ¿Puedo? — Le pregunté mientras lamía la cabeza.— Vamos bebé, yo quiero ir — Me d
Hoy era el último día en Italia, y Mariano y yo solo habíamos cogido, literal el no me había enseñado el lugar, solo nos escondíamos en algún rincón y cogíamos.Me senté en el jardín y mire al infinito, que desperdicio de tiempo, y todo por las calenturas de Mariano.— Hola preciosa — Me saludo Aless sentandose a mi lado.— ¿que haces aquí solita? — Me preguntó.— Pensado en cosas — Le respondí.— ¿En que cosas? — Yo me recliné un poco y lo mire directo a los ojos.— En ese trío que hiciste, ¿no te dolió? — Aless levantó una ceja.Le iba a dar dónde más le dolía, y si este era igual que Mariano lo iba a incomodar como la mierda, y de paso le iba a sacar toda la verdad.— ¿Dolerme? No entiendo — Yo asenti con la cabeza.— Mariano me lo contó todo, sobre el trío que hiciste, yo... de verdad te respeto muchísimo, meterse dos p*llas debe ser muy doloroso —La mandíbula de Aless se descolgó, después parpadeo y empezó a reír.— creo que estás equivocada, yo no soy gay y ese bastardo me las