Dany odiaba a patata con todas las fuerzas de su alma, ¡esa pequeña bolita de pelos era un caos! no le gustaba ver las cosas ordenadas, tenía que estar al pendiente de que no hiciera alguna locura, quería comerse todo lo que encontraba en el suelo.— ¡Mariano! — Lo llame.El salió del cuarto de baño.— ¿que paso? — Me preguntó.— dime la verdad, ¿patata es hija tuya? —Él levanto una ceja sin comprender.— supongo que sí, ¿pero a qué clase de papá te refieres? — Me preguntó él— ¡patata se comió mi zapato! Dios, ella tiene esa manía horrible tuya de comerse las cosas de los demás sin permiso —¡Ese cachorro era insoportable!— Estás loca — Me dijo el mientras se sentaba en la cama.— Te comprare unos nuevos zapatos, no te estreses —Me rasque la cabeza con desesperación, tener a un Mariano era estresante, pero tener a un perro que literal era igual o más problemático que Mariano era una tortura.— El pobre Dany está que se larga de aquí —Nunca había visto a un perro con desesperació
Mi toxicidad despertó, yo no iba a permitir que ella le viera la cara a mi hombre.— ¡levántate! — Le dije a Charlie, yo dejé un poco de dinero en la mesa, levanté a los perritos y se los entregué a Charlie.— ¿iremos a perseguirlos? — Me preguntó Charlie.Yo asenti con la cabeza y empecé a caminar rápidamente, no se me iban a escapar.— sube rápido — Le grite a Charlie, yo me subí al coche y lo encendí de inmediato, Charlie se subió y me me miró.— ponte el cinturón — Le dije, antes de arrancar.— ¡Estás loca! — me grito.— ¡Te dije que te pusieras el cinturón! —El coche de Sam se estaba alejando, maldita sea!Giré rápidamente para poder esquivar a un coche que se metió en mi camino.— ¡Vamos a morir! —Acelere aún mas el coche, yo iba a desenmascarar a esa perra mentirosa.— ¡Voy a vomitar! — voltee a ver a Charlie, el estaba abrazando fuertemente a los perros, el pobre se veía pálido.— ¡deja de distraerme! — Lo regañe y volví a ver al frente, el coche iba cada vez más rápido, tal
Llame a Cassie, necesitaba dejar esto en claro, y si ese niño era de Sam como Karina y yo lo estabamos pensando yo iba a hacer una maldita fiesta para celebrar.De un tiempo para acá, solo he imaginado hijos con Karina, quería una niña igual a mi esposa, con su color de piel y con esos enormes ojos que me vuelven loco, yo deseo ser padre, y quiero vivir toda esa experiencia con mi esposa.Cuando llegue al restaurante Cassie me saludo con la mano desde su puesto, yo camine rápidamente a la mesa y me senté frente a ella.— ¿Hola cómo estás? — Me preguntó ella.— exelente, ¿y como vas tú? — Le pregunté.Esto era demasiado incómodo, no podía dejar de pensar en la gran mentira que ella me había dicho.— ¿Que tienes con Sam? — Le pregunté.No iba a irme por la ramas, quería solucionar esto de una vez y por todas.— ¿De que Sam hablas? — Me preguntó.Lo que más me molestaba en esta vida eran las mentiras y ella era una mentirosa enorme.— Deja de mentir, lo sé todo — Le dije.— de verdad no
Yo empecé a quitarme la blusa y la tire al suelo, necesitaba tener a Mariano dentro de mi, quería sentirlo llenarme como solo el puede hacerlo.— hagámoslo, quiero que me llenes por completo — Le pedí.Mariano empezó a desnudarse frente a mi. se que lo había hecho muchas veces con este hombre, pero cada que lo veía desnudo no podía dejar de impresionante, Mariano era espectacular, cada ondulación de su cuerpo era perfecta.— Quiero hacerlo aquí — Yo sonreí con malicia.Termine de desnudarme por completo he hice que el se sentará en el sofá.— Quiero probar primero — Le dije.Yo me arrodille frente a el, su amigo estaba listo para mí, tan grande, rosa y perfecto.Agarre suavemente su m¡embro y lo masajee de arriba a bajo lentamente.— Si sigues así, no creo que dure mucho — Me dijo el.Yo lo apreté un poco, después me acerque a el y pase la punta de la lengua por su pequeño orificio, haciendo que Mariano jadeara.— Vas a matarme — Me metí la punta en la boca y con la lengua empecé a ha
El peso de Karina sobre mi pecho era tan reconfortante, me sentía más vivo que nunca, creo que jamás había sido tan feliz como ahora.— ¿Bebé estás despierta? — Le pregunté.Karina se removió en mi pecho, yo no quise molestar y me levanté despacio de la cama.Me puse un pantalón de gimnasio, una camisa de algodón y zapatos comodos y fui a la cocina.Los dos perros empezaron a ladrar, yo les puse una corre a cada uno y los saque para que hicieran sus necesidades.Camine con ellos en el parque que estaba cerca al complejo de apartamentos hasta que al fin hicieron sus cosas.— Que bueno que te encuentro —Me di la vuelta y era Sam, con su horrible cara.— ¿Para que? — Le pregunté.— Cassie me llamo, y me dijo que tú estás insinuando que su hijo es mío — Yo puse los ojos en blanco, ¡que descaro tan grande! Y yo pensaba que el único descarado aquí era yo.— Te estás acostando con ella, ¿que quieres que piense? — Le pregunté.Sam se acercó más a mi.— Es tu hijo, esa es tu responsabilidad,
Estaba aburrido en la oficina, Karina estaba ayudándome a revisar algunos documentos, pero yo quería hacer otra cosa.— ¿Bebé, te puedo pedir algo? —Ella levato la vista de los documentos y me miró.— No, ahora deja de molestar y trabaja —Que mujer tan odiosa.— Quiero verte desnuda — Karina respiro profundo y volvió a mirarme.— Estás loco, ahora deja de molestar y concéntrate —Yo no quería concentrarme, solo quería verla desnuda.— Quiero cumplir una fantasía que tengo desde hace mucho tiempo —Karina me miró con desesperación.— deja de ser tan pervertido, si sigues así, voy a tener que pedir el divorcio — Me rei.— Si eso lo que más te gusta de mi —Karina puso mala cara y volvio a revisar los documentos.Yo me levanté y empecé a quitarme la ropa, si ella no quería entonces sería yo el que lo hiciera.— ¡Debes estar bromeando! Por Dios Mariano deja de ser tan caliente —Yo corrí a la puerta de la oficina y le puse seguro.— Solo seran 5 minutos, después estaré concentrado en el
El avión aterrizó sin problemas en Italia, yo estaba un poco nerviosa por conocer a su familia, tenía tantas inseguridades, era más que obvio que yo no era del nivel social de Mariano, y tener a su familia cerca era algo que me tenía de los nervios.Mariano me ayudó con las maletas mientras yo llevaba en brazos a los perros.— ¿Y si no les gusto a tu familia? — Le pregunté.Mariano volteo a verme y me sonrió.— Pues no lo sé, tal vez los dejé y me escape contigo para vivir en una pequeña casa con nuestros futuros 6 hijos, aunque no estoy seguro si quiero que sean más —¿Se podía ser más lindo y perfecto? Yo creo que no.— Hablo enserio, ¿que tal no le agrade a tu madre? — El se rió.— No te preocupes por eso, ahora vamos que llegaremos tarde — Yo camine rápido para alcanzarlo.— ¿Nos quedaremos dónde? — Le pregunté.Mariano volteo a verme.— bebé relájate, que si no te gusta mi familia nos regresamos —¡Yo no quería eso! Ojalá y todos sean tan lindos como él.*Cuando llegamos, a nues
Mariano cerró la puerta de la habitación con seguro, yo negué cona cabeza de inmediato, ni de chiste yo iba a hacer nada con él en este lugar.— ¡No! —Mariano me dió esa sonrisa que hacía que mi c*ño sé mojarra de inmediato, como lo odiaba en estos momentos.— Estamos en la casa de tu abuelo, tenemos que respetar eso, no podemos estar cogiendo por todos lados, debemos descansar un poco, y creo que este viaje es ideal para practicar la abstinencia —Ni yo misma me creía esas palabras tan hipócritas, pero algo le tenía que decir para que se calmara.— ¿o sea que vamos a estar una semana son se*o? — Me preguntó.— si, ahora por favor sal de la habitación — Le dije con determinación.Si el se quedaba yo iba a terminar tirandolo en la cama y eso era lo que no quería, me había vuelto una adicta al se*o por su culpa, yo antes de el no era así.— ¿Estás segura de poder aguantar una semana? — Me preguntó maliciosamente.— ¡claro que sí! — Le respondí.— ¡Ok! pero si tú en algún momento me pid