Capítulo 28Solté de nuevo una sonrisa, pensé que esto era una broma y que Diego solo quería hacer de sus insinuaciones un chiste.Pero mi sonrisa se desdibujo cuando se arrodilló y saco un anillo de diamantes rosa en forma de corazón.—¿Estas bromeando? —abri los ojos y le quite mi mano—Nunca bromeo con algo tan serio, cuando te vi, entendí tu carácter, tu belleza me envolvió, quiero que seas mi luna —Diego hablaba con total verdad.—¡Estas loco! No nos conocemos, para mí eres un desconocido, nunca aceptaría una propuesta sacada de la manga —levante mi voz quería que se diera cuenta que yo no caería en este juego tan absurdo.—No es un juego, me gustas, creo que también, el amor nacerá de mi parte ya lo hizo —sonrio —Ahora si lo ves del lado analítico como te gusta, es conveniente, tu serías la esposa del Alfa más rico y la hija del Alfa más poderoso.Negué con la cabeza—Si es lo que buscas, una alianza estratégica, estás equivocado, yo no quiero eso.El negó con la cabeza—Perdona
Capítulo 29Vamos a ver qué sucede, tengo que soportar las recriminaciones de Alexandra que me grita y me a los ancianos que me piden que hable con el.Subo a su habitación, tenía una venda en su mano derecha, sonrió al verme, pero era una sonrisa triunfalista, como su si berrinche le hubiera dado resultado, quitándole toda la credibilidad a su supuesto suicidio—Pense que no ibas a venir, te lo dije , sin ti prefiero la muerte —Thomas me toma de la mano.—Alexandra está esperando un hijo tuyo, esa debería ser tu razón de vivir, no nuestra fallida relación —no siento nada.Fui casi obligada, no quería estar cerca del Alfa, me parecía patético, Thomas no era nada para mí.—¿Fallida? Nunca digas eso, aún tenemos una oportunidad.Le pase un vaso de agua—Por ahora lo es, quizás en el futuro cuando tú hijo nazca las cosas van a ser diferentes.Me jalo del brazo a la fuerza —¿Diferentes? ¿Acaso quieres tener algo con el Alfa Diego? —su cara de Victima cambio, paso a ser el gañan de siempr
Capítulo 30*Narra Robin*Tenía que irme, odiaba sentir celos, sentir que la perdía o peor que no era digno de ella, Pero lo que más odiaba es que no me recordara.Necesitaba sanar, quería estar para ella, ser para Mila ese apoyo en esta búsqueda incesante de paz, no estaba de acuerdo con su comportamiento, se estaba perdiendo en un hoyo hondo, y quería cuidarla, incluso de ella misma.Me juzgue por pensar que ella podía sentir algo por Thomas, oírla decir que lo amaba, que lo besaba, todo eso me volvía loco, era normal, mi instinto de Alfa no podía quitarlo de mi sistema.Pero con ese lobito de clase alta, con el Senti algo que me dolió, era claro que el le podría dar lo que yo no.Y no me refiero a lo económico, Fénix era una manada fuerte, Pero a veces dudaba de mi propio futuro, la piel de Robin, del caballero, estaba pegada a mi, éramos uno solo, dejarla se me hacía imposible.Podría ponerla en riesgo, causarle un dolor con mi muerte, por primera vez ví un futuro oscuro para los
Capítulo 31*Narra Mila*Días atrás...No ver a Robin me hacía sentir diferente, deprimida y hasta llorona, el se había convertido en parte de mi.Saber que era el Alfa de Greymoon ahora convertida en Fénix, me hizo sentir engañada, pero a la vez me unia un lazo a el especial.Augusto me pidió aceptar la propuesta de Diego, consideraba que era lo mejor para mí y lo describió como una venganza fugaz—Thomas sufríra porque no te tiene y Alexandra se sentirá humillada porque tú serás más poderosa que ella, solo déjalo así.Quizás debía tomar ese camino, la ausencia de Robin me hacía creer que se había rendido conmigo.Decidi buscar a Jaime, le ofrecí asilo en Fénix, el se había escondido en la cabaña ayudado por Robin, pero quería que su familia pudiera tener un momento de tranquilidad.—Gracias, honestamente estoy muy agradecido por lo que ha hecho por mi.Lo tome de las manos—Jaime, yo soy hija de Estefanía Monroe.El sonrió, parecía no entender con exactitud mis palabras —No señorit
Capítulo 32Aquellas palabras me dejaron con la boca abierta, Mire a Augusto que parecía no entender nada de lo que decía.Diego que no sabía de mi amorio, la tomo de la cintura, la llevo al sillón y pidió un poco de agua, que Sara nerviosa trajo.—¿Ese no es el figutivo? ¿Cómo lo conociste? —Diego acaricia las mejillas de su hermana, ya me había hablado de ella, era su adoración.Sus padres murieron cuando ellos eran pequeños, la manada pasó a estar al mando de lobos ancianos hasta que el asumió el poder, Pero su compromiso desde niño fue el mismo cuidar de su hermana.—El me salvó ...—¿De que? ¿Que te sucedió? —Diego la miro muy preocupado.—Eso no importa, Pero desde ese día lo conocí, conectamos, el también me quiere pero es un fugitivo, y teme por mi, por eso no se atrevió a pedir mi mano, pero yo lo amo tanto que intercedo por el.Me desmorone, sentí que la presión se me bajo, mi rostro estaba pálido, me dejó por ella, lo había perdido, pero mientras yo pasaba por mi momento de
Capítulo 33Los ojos de Thomas se abrieron mostrando su sorpresa, era claro que no esperaba que le pediria algo tan significativo para la manada.—Mila, sabes las tradiciones, ese collar debe ser entregado a la Luna y reina del Alfa.—Por eso, tu lo has repetido en más de una oportunidad, me has dicho que yo soy tu reina, la Luna que tanto deseas —Lo miro firme, contengo la rabia y el enojo en mi pecho —¿No debería ser para mí?El me toma de las manos, intenta darme un beso que esquivo colocando la mejilla—Lo que me pides es díficil, sería pasar por encima de los ancianos —repite, lo veo tan debil, un pusilánime.—¿No es una buena prueba de amor? Si de verdad me amas como has dicho a los cuatro vientos, creo que entregarme ese collar no sería difícil.—Lo se ... Pero...—No me lo des, pero mañana en la mañana recibirás una noticia y espero que no hagas un escándalo o una escena de celos porque estás advertido.Me jalo del brazo con fuerza, me miró con aquella mirada de fuego que ya n
Capítulo 34La gente aplaude confundida, me miran, Augusto me toma del brazo—¿Que vas a hacer?Solo sonrió, ya lo había planeado.Subo a la tarima, Thomas se acerca y me besa la mano—Se que esto es una sorpresa para todos, Alexandra es mi reina, pero mi Luna, mi destino es Mila, así lo quiso la diosa.—¡Maldito! Tu no me puedes hacer eso, yo soy la madre de tu bebe, me estás humillando delante de toda la manada.Alexandra gritaba, daba alaridos, la gente la miraba, algunos incluso se burlaban, ella ya no tenía ningún tipo de autoridad, solo era una loba poco importante para su propio Alfa.Thomas le pidió que se calmara, recrimo la escena que estaba haciendo además de repetirle que el tenía derecho a elegir a su luna.Alexandra se quedó atrás de mi llorando, los invitados le dieron la razón a Thomas y ella solo había hecho el ridículo.El se acercó a mí, me pidió correr mi cabello y susurro en mi oído—Despues de esto, quiero mucho más que un par de besos, eres mi luna ante todos.—
Capítulo 35Me quedé helada, negué con la cabeza, era imposible que esto fuera verdad—¿Que dijiste?—Se que no debí, pero Robin y yo nos amamos, estoy segura que el responderá por que es un lobo bueno, pero necesito que hables con mi hermano de esto.En abrazo en medio de un llanto creíble, pero tenía que poner las cosas en una balanza, creer en ella o en Robin.Puede ser que me comporte como una loca ciega, pero creía en Robin, el no pudo tocarla.—Dame un tiempo, yo buscare la manera —intente calmarla con esta mentira, primero hablaría con Robin.Decidí ir a la tienda de ropa, todos me miraban inquietos, ya no me detestaban tanto, el status de prometida del Alfa de oro me protegía.Fui y elegí un poco de lencería, está noche pasaría una de dos cosas, perdería mi virginidad con el lobo que amaba o lo perderia a él porque si lo de Bárbara era verdad no quería saber nada más de el.Prefería la primera, compre un ligero, ropa lencería de encaje blanco.—¿Ya se prepara para el gran día?