Capítulo 34La gente aplaude confundida, me miran, Augusto me toma del brazo—¿Que vas a hacer?Solo sonrió, ya lo había planeado.Subo a la tarima, Thomas se acerca y me besa la mano—Se que esto es una sorpresa para todos, Alexandra es mi reina, pero mi Luna, mi destino es Mila, así lo quiso la diosa.—¡Maldito! Tu no me puedes hacer eso, yo soy la madre de tu bebe, me estás humillando delante de toda la manada.Alexandra gritaba, daba alaridos, la gente la miraba, algunos incluso se burlaban, ella ya no tenía ningún tipo de autoridad, solo era una loba poco importante para su propio Alfa.Thomas le pidió que se calmara, recrimo la escena que estaba haciendo además de repetirle que el tenía derecho a elegir a su luna.Alexandra se quedó atrás de mi llorando, los invitados le dieron la razón a Thomas y ella solo había hecho el ridículo.El se acercó a mí, me pidió correr mi cabello y susurro en mi oído—Despues de esto, quiero mucho más que un par de besos, eres mi luna ante todos.—
Capítulo 35Me quedé helada, negué con la cabeza, era imposible que esto fuera verdad—¿Que dijiste?—Se que no debí, pero Robin y yo nos amamos, estoy segura que el responderá por que es un lobo bueno, pero necesito que hables con mi hermano de esto.En abrazo en medio de un llanto creíble, pero tenía que poner las cosas en una balanza, creer en ella o en Robin.Puede ser que me comporte como una loca ciega, pero creía en Robin, el no pudo tocarla.—Dame un tiempo, yo buscare la manera —intente calmarla con esta mentira, primero hablaría con Robin.Decidí ir a la tienda de ropa, todos me miraban inquietos, ya no me detestaban tanto, el status de prometida del Alfa de oro me protegía.Fui y elegí un poco de lencería, está noche pasaría una de dos cosas, perdería mi virginidad con el lobo que amaba o lo perderia a él porque si lo de Bárbara era verdad no quería saber nada más de el.Prefería la primera, compre un ligero, ropa lencería de encaje blanco.—¿Ya se prepara para el gran día?
Capítulo 36—Asi... Estoy... Se siente bien Mis palabras entrecortadas describían la sensación del segundo momento de intimidad, en este ya no había incomodidad, solo pasionalidad.Teníamos nuestras frentes unidas, el movía su cadera y gruñía, estaba muy excitado —Estas tan... Tan estrecha —repetiaEl levanto la cabeza y aproveche para recorrer su cuello, deje la marca de mis dientes en el.Robin sonrió, hizo lo mismo en mi cuello, mientras yo empezaba de nuevo a sentir mi mundo dar vueltas.Me tomo de las manos, las cruzamos, las puso arriba de mi cabeza, aceleró el ritmo de su cabeza y llegó ese momento.No se cómo describir la sensación, un cosquilleo, un vibrato, la sensación de alcanzar una meta y sentir tranquilidad de lograrlo.El de nuevo dejo su semilla en mi, cayendo al lado mío con la respiración entre cortada.—No podemos seguir así toda la noche, nos dará un resfriado y además un infarto —bromeeHonestamente quería repetir y repetir, lograr esta sensación hasta que no c
Capítulo 37Abro mis ojos, me duele la cabeza, es de noche, no tengo fuerzas para hablar, duermo de nuevo.Abro los ojos, es de día, niego con la cabeza, para mí solo fue un momento, cerrar y abrir los párpados, pero el sueño me hace caer dormida de nuevo.—Te amo, voy a cuidar de ti —Era la voz de Robin, la reconocería en cualquier lugar, aunque se escuchaba distorsionada, podía verlo hablándome aunque el cansancio no me dejaba abrir los ojos.—Mila, te amo, yo quiero ser tu guardián —creo que era Diego, estaba confundida.—Te odio maldita, ojalá te mueras, deseo que lo hagas —era la voz de una loba pero no sabía quién era.Otra imagen, una que no recordaba, Thomas diciendo que mi olor era suyo, y que echarán a mi amigo al acantilado.Veía todo, la imagen estaba allí, pero no veía la cara de mi amigo, no sabía quién era, solo entendí la rabia de mi corazón hacia Thomas.Solo se que el tiempo parecía ir rápido, como si pasara a mi alrededor, sentí un dulce sabor en los labios, un sabo
Capítulo 38Tenía lógica lo que se escribía en aquella carta, pero no lo usaria, había soltado mi odio, solo quería ser feliz con mi nuevo futuro.Al llegar a casa, encontré a Sara discutiendo con Pascual —¿Por que? Se que no estás obligada a amarme pero creí que entre los dos podía pasar algo.Pascual hablaba desde su corazón, se veía enamorado de Sara, desde que se conocieron pude ver la atracción inminente que existía entre los dos.—¡Porque no! Y si insistes creo que lo mejor es que no vaya con ustedes, que me quede en Redmoon.—No es lo que quiero, perdoname, es que... Sara quiero que seas mi esposa, se que sientes algo por mi.Pascual íntento darle un beso pero ella lo rechazo, el se fue cabizbajo.Entre a la cocina, Sara estaba apoyada en el comedor llorando, estaba temblando y muy mal de sus Nervios.—¿Sucede algo? —le pregunte mientras le daba una caricia en la espalda.—Nada señorita, en un par de minutos sirvo la cena —intento limpiar sus lágrimas.—¿Que pasa? Puedes conta
Capítulo 39Thomas me quito la nota de las manos de un tirón, la leyó y su rostro se puso rojo por la rabia que sentía —¡¿Que es esto Kevin?! —grito furioso —¡No le puedes creer! Esta maldita loba solo quiere causar caos, lo ha demostrado en más de una oportunidad, así que no debemos escucharla.—¿Esa no es la letra de tu Beta? Porque si es mentira mía, creo que debería empezar a buscar trabajo como falsificadora.Thomas le enseña la nota a Kevin, es claro que es su letra, el lobo gruñe—¡¿Te acostaste con mi loba?!—No, no lo hice.Le entrego a Thomas la investigación que hizo mi padre sobre los robos, le explicó la información —Tu Beta, tu mano derecha te está robando ¿Ahora lo entiendes?Thomas agarra del cuello a Kevin—¡Dime la verdad! Necesito saber si tú mi mano derecha se ha atrevido a verme la cara de idiota.Kevin no puede respirar, Augusto y Diego le agarran de los brazos para que lo deje o lo matara.—¡Si es verdad! Yo soy el hijo mayor, tu hermano mayor y debí quedarme
Capítulo 40Kevin se acercó amenazante.—¿Que haces aquí? Te dije que no te quería volver a ver —Alexandra se notaba asustada.—Mi amor, creo que es claro que para acabar con tu enemiga, la maldita que me traiciono —Kevin gruñía me miraba con odio y desprecio.—¡No soy tu amor! Además aclara eso de que tú fuiste el asesino de mi padre —Alexandra se veía enojada.—Largate, sabes perfectamente que la manada te busca, así que sería una estupidez hacernos daño —Agarre a Alexandra y la puse a mis espaldas.Soltó una carcajada —He hecho tantas cosas que los guardias solo me confirman que son unos idiotas que no saben hacer su trabajo.Se acercó a mí, coloco su espada muy cerca de mi cuello—Te advertí que lo mejor era no traicionarme, que no debías buscarle tres patas al gato—Abusaste de mi amiga, Sara no se merecía eso, solo hice justicia con las herramientas que tenía en la mano —gruñi—¡Es solo una Omega! Vale menos que nada —Dijo con la arrogancia de un lobo que se creía superior.Le
Capítulo 41Kevin no era un loco como Thomas que no sabía manejar sus emociones y que se arrepentía de sus actos dos minutos después.El sabía lo que hacía, era malvado y en el fondo solo quería tener el poder sin importar los costos —¿Que pasara con Alexandra? —cuestione.No entendía pero ella me preocupaba, era algo ilógico, no podía sentir por ella amor de hermana, pero por un par de horas nos conectamos.—Ella será mi reina, por eso necesito que ese bebé nazca bien, mataré a Thomas y el será el único heredero, esperaba que mi verdad no se supiera pero como la hiciste evidente, tendré que ser más cauteloso —tiro la taza al suelo —Sin Thomas mi hijo será el único con sangre de la descendencia de Redmoon aunque sea hijo del bastardo.—¿Por que mataste a mi padre? Alexandra dijo que no tenía nada que ver con su muerte —queria respuestas.—Mi hijo, mi cachorro no tendrá la marca de un Omega, si no existe Jaime, no existe riesgo.Pasaron un par de horas, estaba temblando por el frío, K