EN MANOS ERRADAS

Capítulo 134

Amelia corre a mis brazos, me abraza con fuerza y amabilidad, dos cosas que nunca pensé sentir de ella.

—¿Qué haces aquí?

No lo podía creer. Desde la guerra no sabía nada de ella. Mi padre, Diego, la había castigado después de su traición, y ella había escapado.

—Me casé, tengo una cachorra de Kaleb y le pedí perdón a mi padre. Por eso llegué hasta ahora.

Respondí a ese abrazo, queriendo creer que por fin me aceptaba en su vida como nunca lo hizo y que su Kaleb nos unía. Yo lo aceptaría.

Kaleb la tomó de la cintura y le dio un beso en los labios, sonriendo mientras contaba cómo había educado a la lobita caprichosa.

—Esta es una de las razones por las que vine a Fénix. Amelia quería hacer las paces contigo.

Estábamos deslumbrados. Parecía que las acciones de Kaleb buscaban unir los lazos rotos del pasado. Personalmente, ya me sentía agradecida con él.

Robin le exigió a Bruce pedirle una disculpa, algo que hizo a regañadientes para no arruinar la fiesta.

Tomé la mano de mi
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