Capítulo 57

Narra Mila...

Cuando me encontraron estaba vagando por el bosque, mi cabeza estaba lastimada, no sabía nada de mi.

Sentia un fuerte dolor en el vientre y como si me hubiesen quitado algo de mi vida, tan importante que no podía respirar.

Un lobo me encontró y me desmaye en sus brazos, cuando los abrí estaba en esta casa.

La manada Plata era pequeña, llena de tesoros, me habían contratado para ser la niñera de la madre del Alfa, una vieja anciana llamada Beverly.

Ella me recibió en su casa, a pesar que en mi vientre tenía el símbolo del destierro por lo que en esta o en otra manada no sería bien recibida.

Le gustaba que le leyera de ciencia, de artes, y poco a poco mi mente se instruía.

—¿Aún no ves el rostro del lobo? —me cuestionó un día mientras me tomaba la mano.

—No mi señora, solo veo una sombra que parece nunca tener rostro, nunca sabré quien ese lobo.

Suspire, quería recordar mi vida, además el llanto de un bebé me perseguía, a veces pensaba que me estaba volviendo l