Rafael regreso a su oficina, su asistente Carlos estaba revisando unos papeles, cuando vio a su jefe entrar, Rafael se dejó caer en el asiento pesadamente cubriéndose la cara.
Carlos lo miraba extrañado su jefe siempre fue serio y sin emociones. Solo unas cuantas veces mostraba sus sentimientos y eso lo hacía solo o con el presente, más que su asistente eran amigos de la infancia, Carlos siempre lo siguió, sabía que Rafael era muy inteligente tenía un IQ muy elevado, termino la preparatoria en solo dos meses y empezó en la facultad de medicina desde muy joven. Carlos se esmeró en terminar la carrera de administración para poder trabajar con él.
Carlos lo miraba. “¿Qué paso?”.
Rafael se acomodó en su escritorio. “Conocí a la mujer más hermosa del mundo, ella es inteligente y trabajadora, es perfecta… solo tiene un defecto…”
Carlos lo miraba esperando que Rafael le dijera. “Ella está casada…”
Carlos levantó una ceja. “Me dices que fue amor a pri
Llego al hospital, camino por el pasillo para llegar al ventanal del cuarto de Valeria, Alba se detuvo al ver a Benjamín observando a Valeria, después de unos minutos Benjamín salió por el otro extremo del pasillo. Alba se aproximó al vidrio de la ventana observando a su amiga tratando de contener sus lágrimas. “Valeria, por favor despierta, te necesitamos tanto aquí, debes luchar por tu vida”. Se quedo con ella por un tiempo, al salir del pasillo entro Álvaro, se acercó al vidrio y observo a Valeria durante mucho tiempo. Ambos hombres no dejaron de visitarla desde que se enteraron del accidente, se lamentaban tanto no poder hablar con ella y verla postrada en esa cama. Al día siguiente, Alba visitaba de nuevo a Valeria, Álvaro estaba ahí, el doctor llego preguntando por los familiares. “Doctor ella no tiene más que una abuela, pero está en un asilo”. Alba siguió hablando. “Yo me encargare de todos los trámites necesarios, la conozco d
Meses después… En la gran mansión de los Alcántara, todos disfrutaban de una comida al aire libre, Mariana corría por el jardín junto a Alba y Camila, Damián conversaba con sus padres mientras reían de las ocurrencias de la pequeña. En ese tiempo Damián logro un gran poder en la ciudad, compro varias empresas y las consolido, Alba seguía trabajando en su fábrica, Diana era directora de diseño, ya eran reconocidas nacionalmente. Brenda llego de visita, se mudó hace un tiempo cuando las cosas ya no iban tan bien con su madrina. “Hola a todos”. Margarita la observo. “Hola Brenda pasa, ven a comer con nosotros”. A pesar de los malentendidos Margarita la quería como una hija y perdonaba los errores cometidos. Alba se acercó a Damián besándolo. “Tengo algo que decirte…” Giro para ver a todos los presentes. Familia tengo una noticia…” Mariana y Camila salieron de la casa con unas camisetas puestas, Alba se quitó su chaqueta y las tres se pusieron fre
Alba no pudo controlar sus lágrimas y sollozaba. Damián seguía viéndola. “¿Mataste a mi madre Alba?”. Alba confundida. “¿Qué?” Damián cerro sus ojos por un momento al abrirlos un brillo peligroso apareció en ellos. “Tu, Alba, mataste a mi mama”. Alba negaba. “Yo no... yo no la mate... ella me llamo… yo solo fui a ese lugar porque ella me llamo”. “¿Como pudiste Alba, como pudiste matar a mi madre, que te hizo ella?”. El lleno de rabia la miraba. Alba no entendía nada. “Damián, yo nunca haría algo como eso, tú me conoces”. “Pero toda prueba que fuiste tú, la pistola tiene tus huellas y estabas con mi madre cuando murió”. “Ella me llamo, por eso fui a ese lugar, yo no sé porque la pistola tiene mis huellas yo nunca he tocado una”. “¿Por qué Alba? ¿Qué daño te hizo mi madre? No tenían ya una buena relación. ¿Por qué la mataste?” Alba molesta le grito. “¡Que yo no la mate! ¡No entiendes, no fui yo!”.
<<final del Flashback>> En la actualidad. Era una mañana soleada, Damián despertaba con los rayos del sol que entraban por la ventana de su habitación, dormía de lado abrazado a la almohada que Alba usaba, se levantó de la cama guardándola en el armario, él se detuvo por un momento observando detenidamente todo el armario, tenía vestidos y accesorios de Alba, lo cerro caminando al baño para darse una ducha, salió y se vistió con un traje negro, al bajar al comedor, ya estaba ahí Mariana y el señor José desayunando. “Buenos días”. Don José saludo a su hijo. Damián lo observo mientras se acomodaba en su asiento. “Buenos días papá”. Miro a Mariana besando su frente. “Buenos días Princesa”. Mariana giro para verlo. “Buenos días papá… ¿Cuándo volverá mamá Aly de su viaje?”. Damián se tensó ante la pregunta de su hija. Don José tomo la mano de su nieta. “Come Mariana se te hará tarde”. Mariana asintió sigui
Dos días después Brenda llego a la empresa, Damián la llamó y ella estaba feliz creía tener una oportunidad con él. Cuando ella llego a la oficina encontró a Damián observando por la ventana. “¡Hola Damián!”. Se aproximó a él y quiso abrazarlo, pero Damián la apartó. “Quiero que me acompañes a un lugar”. Ella sonrió muy contenta. “Claro yo iré a donde quieras”. Ella pensaba que él estaba interesado en tener una relación con ella. Salieron juntos al carro, Héctor ya los esperaba en la puerta de la empresa. En el camino Brenda miraba de reojo a Damián era un tipo alto y guapo sus facciones eran perfectas, millonario y dueño de media ciudad, era lo que ella quería y claro que ahora lo iba a tener. “¿A dónde vamos?”. Ella le preguntó extrañada por que salían de la ciudad. Damián no le contesto él estaba absorto en su celular. Llegaron a un edificio viejo y lleno de grafiti, no había nada a los alrededores solo arboles muy grandes q
Al quedarse Giovani solo, reviso cada foto detenidamente. Recordó lo que su padre le confeso antes de morir… <<Flashback>> En un hospital en Madrid España… Giovani entraba en una habitación, llevaba unos recipientes en sus manos. “Papá regrese, la nana te hizo algo de comida, sabe que no te gusta la de los hospitales”. El hombre postrado en la cama sonrió, ya era muy viejo su cabello era completamente blanco y tenía sus ojos negros ya con cansancio. Tocio fuerte y Giovani se acercó dejando la comida en la mesa. “Papa llamare al médico”. Giovani estaba a punto de salir, pero su padre lo detuvo. “Debemos hablar…” Giovani se detuvo y acerco una silla. “¿Qué pasa?”. “Sabes que siempre serás mi hijo pase lo que pase… tu madre y yo te amamos como si fueras nuestro propio hijo”. Giovani confundido lo miraba. “¿Qué dices, no soy tu hijo?”. Su padre negó con la cabeza. “No, tu madre, mi esposa
5 años después… En un hospital en la ciudad de Monterrey, una mujer trabajaba en su oficina resolviendo algunos pendientes. Tocaron a la puerta. Ella sin mirar pidió. “Pase”. Entro una enfermera. “Señora Aurora, los nuevos residentes han llegado, el señor Rafael está en quirófano, pidió que usted los recibiera”. La mujer levantó su cara para mirar a la enfermera. “Está bien Juanita iré en un momento pásalos a la sala de juntas”. “Si Señora”. Aurora se levantó y tomo sus cosas y camino hacia la sala, ella era administradora de este hospital de especialidades, era lideres en nuevos tratamientos y fármacos que mejoraban la calidad de vida de los pacientes favorablemente, el hospital era de alta gama, pero tenían la oportunidad de dar apoyo a gente de escasos recursos que necesitaban urgentemente un tratamiento. Caminaba por el pasillo mientras veía a la gente llevar a sus familiares en sillas de ruedas, las enfermeras atendiendo a
Por la tarde regresaron a su hogar, era una gran mansión a las afueras de la ciudad estaba situado en una colina, la llamaban “La arboleda, estaba rodeada de grandes y frondosos árboles frutales y coloridos, Rafael estacionaba el carro y Aurora salió, dos pequeñas figuras de unos cuatro años salieron de la casa. “¡Mamá, mamá!”. Abrazaron fuerte a Aurora que se puso a la misma altura que los pequeños agachándose. “Hola mis amores”. Bertha la nana y también ama de llaves de la casa se acercó. “Estaban muy inquietos señora, los esperaban”. Aurora sonrió. “Lo se Bertha, gracias por cuidarlos tan bien, vamos todos adentro”. Los niños tomaron la mano de su madre y entraron charlando con ella, Bertha espero a Rafael. “Bienvenido Rafael”. “Hola, Bertha…” suspiro y le dio un beso en la mejilla. “De nuevo fui desplazado por mi esposa ni siquiera me notaron esos niños”. Bertha sonrió. “No digas eso, son unos niños hermosos y educados”. Ra