Subí a mi auto encendiéndolo, ya cambiando de tema estuve llamando a Jane y no contestó, alguna parte de mí se está preocupando por ella, espero que no le haya pasado nada malo, de pronto mi celular comenzó a sonar, hablando de la reina de roma, contesté colocando el celular en el oído y sosteniéndolo con el hombro ya que una chica se paró en medio de los autos para empezar la carrera. -Allison... —murmuró, se escucha asustada. —no sé cómo decirte esto, pero es algo muy importante. —¿qué no podía hablarme en otro momento? Maldición. -¿Qué pasó? Ahora no te puedo hablar. — la chica bajo los pañuelos y ambos aceleramos, obvio yo voy a la delantera. —vamos dilo rápido, no tengo mucho tiempo. -¡EL CONTRATO QUE FIRMASTE NO FUE DE TRABAJO SI NO UNO DE MATRIMONIO! —me gritó, espera ¿qué dijo? -QU... —al escuchar eso mi celular cayó ya que el volante se me descontroló, lo cual el maldito Carlos (el conductor del Charger) aprovechó y me dio un golpe en el lado izquierdo de atrás de mi auto,
Mi mente va a estallar de tanto pensar en qué demonios hacer, por una parte, quiero partir en pedacitos a Jane, pero también ¡al estúpid*, idio*a y mal nacido de mi jefe! Por ser el culpable de esa estupid*z del contrato, sin embargo, ¡Jane me traicionó! ¡No puedo creer que lo hiciera y más de esa manera! ¿Qué mie*da le hice yo para que me hiciera esto? -Nena, llegamos, ¿segura que te quieres quedar aquí? —me dijo Diablo en cuanto se estaciono afuera de mi departamento. ¿te encuentras bien? Creo que deberías quedarte con nosotros. -Esto es una mi*rda, odio todo esto. —suspiré desviando la mirada hacia la ventana y mordí mi labio inferior con fuerza, «no llores»...no lo haré. —estaré bien…todo estará bien. —susurré más para mí que para él. -Sabes que daría todo, hasta mi vida para que no sufrieras toda esta mi*rda y por todo lo que te ha pasado, sé que me has contado poco de tu vida y respeto tu decisión, porque sé que te causa mucho dolor, no quiero verte sufrir más, te quiero y da
*Narra Jane* Después de intentar una y otras vez llamar a Allison nunca contestó así que me cambié de ropa lo más rápido que pude e hice mi cabello en una coleta mientras salía de mi departamento, saqué las llaves del auto de Allison, desde que me las dio no me ha dado tiempo de regresárselas. Conduje hasta llegar a la casa del señor Carpenter, obviamente me estacioné una cuadra antes, al bajar del auto me acerqué a la casa con cuidado de que nadie me viera hasta encontrar la ventana de su despacho, supongo que debería de estar el contrato. Abrí la ventana con cuidado de no hacer ruido, al entrar la carpeta estaba en el escritorio así que lo único que se me ocurrió fue sacarle copia porque si me lo llevo van a despedir al señor y a mí. En cuanto tuve las copias dejé todo en su lugar y salir rápido de allí, subí al auto regresando a mi departamento. Al llegar metí los papeles en una carpeta dejándola sobre mi mesita de noche para después salir a comprar de comer. No tarde más de vein
-¿Cómo que no te llamas Allison? Es una broma, ¿cierto? —ella se colocó frente a mí, pensé que se iría corriendo, pero...no es muy inteligente que digamos. — ¿entonces cómo te llamas? —me miró curiosa. -Nena, no creo que sea bueno que le digas, puede abrir la boca y traicionarte de nuevo. —me dijo Tato mirando mal a Jane. —déjame encargarme de ella, le enseñaré lo que pasa cuando alguien te traiciona. -¡NO! ¡No la traicioné porque se lo dije! Se que no estuvo bien, pero no tuve opción, el señor Carpenter con una sola llamada puede hacer que no me contraten en ningún lado, así que si no sabes no hables, ¡tonto! —le gritó a Tato enojada, sonreí negando despacio, ni siquiera sabe insultar a alguien. -Los dos cállense, Tato dile a Pedro que tienen que venir todos, mándale la dirección por si ya se le olvido y sé que ella no dirá nada porque en cuanto me entere que abrió la boca le voy a arrancar la lengua...no a todos les doy segunda oportunidad, ¿entiendes? —la miré seriamente e hice q
-Niña...despierta. —fruncí mi ceño al escuchar una voz y abrí mis ojos mirando a mi alrededor hasta posar mi vista en los dos tipos que estaban frente a mí. —pensamos que ya habías muerto. —dijo uno de ellos burlándose, lo único que podía ver eran sus ojos...uno los tenía azules y otro verdes. -¿Qué hago aquí? ¿Qué es lo que quieren? —dije mientras trataba de levantarme, pero eso fue inútil porque estaba atada a una silla, quizás son tipos que hicieron un trato con mi padre, no sería nada raro. -De ti nada...pero de tu papá todo y por tu bien es mejor que nos haga caso. —dijo el otro chico de ojos azules mientras se colocaba en cuclillas frente a mí acariciando mi pierna por debajo de la falda...uhm...a estas alturas que abuse de mí ya no me asusta, me han hecho cosas horribles desde pequeña. -Wow...creo que se han equivocado de niña, mi padre no daría ni un centavo por mi... —reí sin gracia mientras ellos se miraron. — ¿piensan violarme si no les dan lo que quieren? Háganlo no será
Suspiré al terminar de hablar, es mucha información por hoy además por sus caras creo que aún no lo procesan bien, además no es que pueda contarles todo, eso los pondría en más peligro, sin contar el dolor que estoy sintiendo al recordarlo, es horrible la sensación cómo si volvieran a poner sus manos sobre mi cuerpo y no quiero llorar frente a ellos, en especial frente a Jane. -¿Te metí a cosas ilegales cuando eres una agente de la CIA? —me dijo Diablo casi gritando. —no me jodas, tan pequeña y podías arrestar…mi*rda. —comentó, sé que habló de eso y no de lo otro para no hacerme sentir mal. -No, soy exagente, después de cinco años encontré a Tato...me alejé de todo eso, cambié mi nombre a Claudia, cómo tú me conociste y todo lo relacionado con Anahí desapareció, después me tuve que cambiar el nombre a Allison por lo que pasó con Antonio. —fruncí mi ceño mirándolos. — ellos me enseñaron todo lo que sé, cada uno de los que abusó de mí están en la cárcel...excepto los primeros tres...m
-Te dejaré una cosa muy clara Marcus...esa niña indefensa y frágil que dices que fui te salvo más de una vez tu asqueroso c*lo y debes de entender que ahora no queda nada de ella...estaría dispuesta a dar tu cabeza por la mía sin dudarlo, tú no eres nada mío, ni ellos son mi familia...haré esto por dinero nada más y porque necesito saber algunas cosas que no te incumben, limítate a hablar solo conmigo de trabajo, pero tampoco pretendas venir a darme ordenes, no eres nadie. —respiré agitada dando unos cuantos pasos hacia atrás. —ten por seguro que Matthew estará comiendo de mi mano...y otra cosa, me vueles a hablar de esa manera y te voy a arrancar la lengua estúp*do. —me giré hacia Tato y Diablo haciendo un movimiento con mi cabeza. —los quiero fuera de aquí...tengo trabajo que hacer. —les ordené a los demás antes de salir de la oficina con los dos detrás de mí. -Mmm...Allison...estoy confundido... ¿en qué momento se convirtió en una pelea incomoda y dolorosa? —me preguntó Tato camina
Desperté bañada en sudor mirando a mi alrededor mientras trataba de controlar mi respiración, de nuevo ese recuerdo inundó mi mente, cada vez me destrozan más. Me levanté tomando la caja para dejarla en su lugar y después darme una ducha rápida, pero en ningún momento mis lágrimas dejaron de salir, esa impotencia de no poder hacer nada para salvarlo me persigue cada día. Al salir me coloqué mi ropa interior para luego caminar a abrir la puerta en cuanto escuché que tocaron. -¿Pequeña...estás bien? —dijo Frank mirándome preocupado, supongo que es por mi horrible cara llena de ojeras, nariz y ojos rojos. — ¿alguien te hizo daño? Jod*r dime algo, mi*rda. —me hice a un lado dejándolo entrar y me abrazó haciendo que rompiera en llanto correspondiendo el abrazo con fuerza. -No...no estoy bien...este maldito dolor me está comiendo por dentro...no pude salvar a Liam...lo mataron por mi culpa...murió diciendo que me amaba, el muy id*ota me lo dijo ya cuando iba a morir. —enterré mis uñas en l