MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 54. Hablamos con el doctor y por fin después de un mes y dos semanas le dio el alta, por fin podíamos regresar a casa. Cuando le llevaron la silla de ruedas tuvo otra recaída, más bien un choque emocional, él trataba de ser fuerte, pero yo sabía que eso era demasiado para él, para todos. Siempre estuve con él en todo momento, no pensaba dejarlo solo, eso Jamás. Llegamos a la casa y aunque quisimos adecuar una habitación en la parte baja él no quiso, pidió su habitación de siempre. Era más difícil por las escaleras, pero aún así quisimos complacerlo. Rodrigo lo subió a su habitación y yo me quedé con él, me senté a su lado,él permanecía en silencio, me tumbé junto a él. —Te juro que trato de ser positivo y ver las cosas de otra manera, pero es difícil, demasiado.Lo abracé y él apoyó su cabeza en mi pecho, aspiró bruscamente. Acaricié su cabello.—Te entiendo mi vida, esto es demasiado difícil, es un cambio radical para todos, pero quiero decirte
Mi estúpido hermanastro.Capítulo 55Narra Rodrigo y Estefanía. Salimos de casa para respirar un poco de aire puro, todo lo que pasó las últimas semanas nos tenían al borde del colapso, primero nuestros hijos se enamoran, esa noticia nos tomó por sorpresa y no supimos entenderlos, todo porque siempre quisimos formar una familia y que ellos llegaran a quererse como hermanos, pero se enamoraron y nosotros nos comportamos como unos moralistas, no los apoyamos, tal vez fue la sorpresa de como pasaron las cosas.Teníamos claro que se odiaban aunque era ilógico porque ambos eran tan iguales, como almas gemelas, siempre lo fueron. Fallamos como padres al tratar de llenar los vacíos que sus ídolos dejaron en ellos, no fuimos capaz de enfrentar la verdad, preferimos callar pensando que lo hacíamos por su bien. Cumplimos todos sus caprichos y llenamos sus vidas de lujos, pero les faltó lo más importante, nuestra presencia. Tuvieron unos padres ausentes, nos enfocamos en trabajar para darles tod
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 56—Los resultados nos indican que sí te puedes operar ya que la inflamación desapareció.La alegría era demasiado grande, una hermosa sonrisa se dibujó en sus labios.—Me imagino que hay un, pero, ¿verdad? —preguntó.—¿Cuál es la mala noticia? —pregunté.—Tendrá que viajar a los Ángeles para continuar el tratamiento, ya que allá hay uno de los mejores cirujanos de ortopedia.—Perfecto, si tenemos que ir al fin del mundo lo hacemos — comenté. Álex sonrió, al igual que nuestros padres. Tenía miedo de preguntar, pero Álex se adelantó. —¿Dígame, cuales son las probabilidades que la cirugía funcione?—Un 50, 50. El doctor nos dejó solos para que lo decidiéramos.—Es un buen porcentaje —comenté. —Demasiado bueno — soltó Álex. —Son muy buenas esperanzas — comentó mamá. —Hijo, todo saldrá bien. —¿Te operas sí o no? —Lo tomé de las manos. —Que sea lo que Dios quiera — esbozó una pequeña sonrisa. Había algo de miedo en su mirada, apretó mi mano, unas l
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 57En la mañana tomamos el primer vuelo de regreso con nuestro bebé Lucas, a los 6 meses de estar allá nuestros padres llegaron con él, fue una hermosa sorpresa. Los únicos que sabían que regresábamos eran nuestros amigos. En ese año nos visitaron 5 veces, su relación cada día se hacía más y más sólida.Nuestros padres pensaban que llegábamos el viernes, la sorpresa que se iban a llevar, mucho más cuando se dieran cuenta que el sábado se casaban. Todo estaba listo, iglesia, salón, fiesta, hasta la luna de miel estaba planeada, era en la playa de Benagil, Portugal. Era un viaje de varías horas que valdría mucho la pena. Queríamos que todo saliera perfecto como ellos lo merecían, por supuesto también teníamos una infiltrada, Rosa, ella tenía una cena lista para entregarles la invitación de su propia boda a nuestros padres, moría por ver la reacción de ambos. Con todo lo que pasó nunca volvieron a mencionar el tema del matrimonio.Darío estaba al ta
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 58.Después de varias horas de vuelo por fin llegamos a la playa de Benagil, Portugal. Ahora sí íbamos a disfrutar ese lugar. Nos instalamos en el hotel, Álex y yo compartimos habitación, digamos que era una luna de miel también para nosotros. Nos cambiamos de ropa, elegí un traje de baño negro de dos piezas. Álex llevaba una bermuda del mismo color, ¡oh por Dios se veía divino saliendo del agua, las gotas de agua recorriendo su torso desnudo, su cabello desordenado y esa hermosa sonrisa, moría de amor. Sin darme tiempo de nada me tomó en brazos y salió corriendo conmigo llevándome al agua, envolví mis caderas alrededor de su cintura y me aferré a su cuello con fuerza. Grité y él empezó a burlarse de mí. Sentí sus labios en un movimiento rápido y sensual que me hacía perder la razón, murmuró. —Eres una flojita —soltó en ellos. —Te juro que me muero de nervios, sabes que no sé nadar —lo apreté con más fuerza. —¿Confías en mí? —preguntó. Me sos
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 59.Álex apretó mi mano, él podía sentir mi enojo, giré sobre mi propio eje y lo miré con frialdad. —¿Qué quieres? —Exclamé.—¿Podemos hablar? —pidió.—Señor usted y yo no tenemos nada de qué hablar, podemos correr el riesgo de que su familia se entere. —Sólo quiero un minuto —me miró.—Estaré cerca por si me necesitas —Susurró Álex en mi oído y me abrazó.Lo tomé del brazo. —Te quedas conmigo. Lo que tenga que decir dígalo, no tengo secretos con mi novio. Aníbal me miró y luego miró a Álex. »¿Qué quiere? —pregunté.—Quería pedirte qué no te acerques a Sergio. Eso era el colmo, Álex estaba furioso, sentí su enojo, apreté su mano para calmarlo. —¿Quién le dijo a usted que yo me acerco a él? No me interesa conocerlo ni tener nada que ver con usted.—No quiero que mi hijo sufra —soltó. Me congelé por unos segundos, tenía una mezcla de emociones; enojo, tristeza y dolor. Yo también era su hija, ¿mi dolor qué?—¡Como si le importara el dolor de sus
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 60.Solo quería que eso no fuera a empañar la felicidad de nuestras vacaciones. Estaba sumida en mis pensamientos cuando escuché una voz en mi cuello y me sobresalté. —Ahora resulta que los chicos son los que se están felices de compras —Katia soltó una risita—, ¿qué pasa? —¿Escuchas el alboroto? —inquirí. Llegó la policía.—Deja de ser chismosa Paola — Sonrió.Me miró y su sonrisa se borró al ver la expresión de mi rostro. —¡Angélica está aquí! —solté.—¿Estás segura? —Abrió los ojos como platos. —¡Totalmente! —¡Rayos! Esto no puede ser…Justo en ese momento nos interrumpieron los chicos que llevaban una sonrisa que se borró al ver la expresión de nuestros rostros. —Chicas, ¿dónde estaban? — preguntó Mateo. —¿Qué pasa? —preguntó Álex. Álex me miró a los ojos e inmediatamente supo que algo pasaba. Katia y yo cruzamos miradas.—No sé cómo decírtelo —susurré.—¿Es una broma verdad? —Arqueó una ceja y preguntó —¡Ojalá fuese una m*****a brom
MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.CAPÍTULO 61.Todo era realmente perfecto, Álex y yo habíamos hablado y no teníamos prisa para casarnos, aún éramos muy jóvenes y queríamos disfrutar nuestra etapa de novios al máximo. Terminar de estudiar y luego construir nuestro primer proyecto juntos, por último unir nuestras vidas para siempre, no teníamos prisa pues nos esperaba toda una vida juntos. …Álex y yo teníamos la misma manera de pensar, en tomar las cosas con calma, viviendo cada día sin prisa. Éramos jóvenes y queríamos comernos el mundo entero. Disfrutar la época de novios, fiestas, paseos, vacaciones, juegos, deportes, queríamos todo juntos, vivir al máximo cada día, aprovechar nuestra juventud y la bonita relación que llevábamos. Queríamos terminar la universidad y empezar con los proyectos, después de tener algo sólido, dar el pasó más importante de nuestra relación; unir nuestras vidas para siempre, tal vez con el tiempo tener hijos. Aunque la verdad esto último nos daba un poco de mie