En el hospital Dereck finalmente empezaba a mejorar, sus signos vitales se habían estabilizado y ya no estaba en cuidados intensivos, pero aún sedado por los medicamentos sin abrir los ojos, empezó a susurrar un nombre desesperadamente:—Kiara, Kiara, por favor mi amor no vuelvas a dejarme. El doctor que lo estaba atendiendo se sorprendió al escuchar esto, mucho más porque este imponente hombre que daba miedo parecía estarle suplicando a alguien en sus sueños, pero con cuidado terminó de revisarlo aliviado que él comenzará a estabilizarse porque no quería que la familia Hearts siguiera aquí presionando y tampoco quería que un paciente tan importante muriera cuando él lo estaba atendiendo porque podría arruinar su carrera. Pero cuando se iba, sintió que lo tomaban del antebrazo y jadeó al encontrarse con los ojos abiertos de Dereck. —Se… Señor Hearts. — Tartamudeo el doctor sorprendido porque se suponía que él tardaría un poco más en reaccionar completamente. —¿Desde cuándo
Dereck al escuchar que ella había estado llamando sintió como su corazón comenzaba a acelerarse emocionado, y extendiendo su brazo bueno, pronunció: — Dame mi teléfono, le atenderé. Bratt asintió entregándole el teléfono de inmediato y Dereck atendió la llamada ansioso por escuchar la voz de su amada. —Hola, llamaba para saber cómo estaba Dereck. — Dijo ella y Dereck sonrió al escuchar esa dulce voz que llenaba su corazón, que lo hacía sentir menos vacío. —Sofía, gracias por haber estado llamando, he mejorado, no tiene que preocuparse. — Afirmó Dereck, no quería que ella se preocupara por él demasiado cuando también debería estar lidiando con lo de ser llevada a la estación y que eso pudiera alterarla. —¿Realmente eres tú? Por Dios, me alegra mucho escucharte, pensé que… Que bueno que estás bien. — Dijo ella genuinamente feliz al otro lado de la línea y Dereck al escucharla así no pudo evitar sentirse alegre también. Escuchar a su pequeña esposa tan feliz por algo llenaba
Con el dolor de cabeza, también llegó otra especie de recuerdo que la aturdió.—Mamá. — Vio a la misma pequeña que imaginó hace unos segundos llamarla de esta forma mientras estiraba los brazos ansiosa hacia ella, aunque está vez la niña se veía diferente, parecía estar muy enferma y sintió como su corazón dolía al verla así, pero volver a ver a esta niña desconocida en su mente le empezó a resultar preocupante. Ya que no tenía sentido imaginar algo así y sentirse de esta manera, por lo que la mente de “Sofia” daba vueltas intentando entender lo que le estaba sucediendo al mismo tiempo que trataba de imaginar o recordar algo más, pero de repente alguien giró la perilla sin poder abrir la puerta ya que tenía seguro, interrumpiendo sus pensamientos. —Cariño, ¿Qué tanto haces en el baño? Traje comida, date prisa para que no se enfríe. — Dijo Maximilian. —Ya salgo, dame un minuto. — Musitó “Sofia” antes de mirarse en el espejo, preguntándose porque ella se sentía de esta manera
Dereck dejó de intentar al ver que ella no contestaba y se llenó de celos al imaginar que ella no había podido contestar porque estaba con Maximilian y quiso ir por ella en este momento, pero lamentablemente no podía, solo podía soportar que ella estuviera con ese hombre un poco más, a pesar de su renuencia, era lo mejor para no quebrar su mente frágil y que ella no vuelva asustarse a tal punto como para tomar una decisión desesperada, por lo que sin más opción estaba por volver a dormirse intentando aplacar lo que sentía, cuando su teléfono sonó, se dio cuenta que era “Sofia” y atendió de inmediato, sintiendo como sus latidos se aceleraban, ansiosos por escuchar la voz de su esposa. —Hola, ¿Para que estabas llamando hace un momento? — Cuestionó ella en voz baja.—Quería hablar contigo un poco más, ya que no habíamos podido terminar nuestra conversación hace un rato. —Ah sí, por cierto, me gustaría aclarar un asunto con usted, de hecho antes del accidente me llamó por el nombr
“Sofía” al escucharlo se llenó de escalofríos y se sintió asqueada, sintiendo que simplemente ya no podía reconocer a este hombre, él ya no parecía ser ese hombre paciente que estuvo con ella todo este tiempo, ahora le daba miedo y le rompía el corazón que ese mismo hombre que la llenó de cariño ahora estuviera intentando forzarla. —Yo no quiero esto, por favor detente ya. — Gritó “Sofia” aterrorizada, intentando quitárselo de encima, mientras sus lágrimas empezaban a caer al sentir como él seguía tocándola y besándola descontrolado y que ella por más que luchaba no conseguía quitárselo de encima y seguía sintiendo las manos de el por todo su cuerpo, mientras ella no podía evitar sentir repulsión y desesperada amenazó: — Max me estás haciendo daño y si terminas con esto no te perdonaré nunca, no querré verte nunca más. Estás palabras finalmente entraron al subconsciente de Maximilian, haciéndolo reaccionar y se apartó de ella como si le quemará para impactarse al ver el rostro ll
Maximilian no dejaba de pasar las manos por su cabello pensando en que hacer, mientras “Sofia” se encontraba en el baño intentando procesar todo y preguntándose, ¿Por qué las únicas personas que eran una constante en su vida la habían decepcionado así? ¿Qué clase de vida había estado viviendo para no darse cuenta de sus verdaderos colores antes? ¿Y por qué dolía pero no como creía que debería dolerle realmente? ¿Cómo es que las palabras de Dereck habían conseguido causar más en ella que esto que le estaba ocurriendo? Su matrimonio se estaba desmoronando y ya no podía reconocer a su esposo, pero ella no sentía el dolor que había visto a las mujeres expresar en las novelas cuando algo así sucedía…No entendía como es que sentía mucho más cuando se trataba de Dereck e incluso de su hija, al pensar en ellos algo en sus adentros se activaba, como si estuviera más viva, algo que no sentía con Maximilian y empezó a sentir que no solo Daniela y Maximilian estaban mal, sino que también había
—Simplemente porque estás en este mundo. — Respondió Dereck, sin un ápice de duda, que ella no hubiese muerto ese día y que volviera a aparecer en su vida, para él era un milagro, justo el que necesitaba, porque vivir pensando que ella estaba muerta era un martirio. Sentía que volverla a ver había sido un milagro, al igual que el que Alyssa se curara de su enfermedad y estuviera sana ahora, estás cosas eran lo que lo había hecho creer que los milagros existían, porque ellas dos eran lo más importante en su vida y necesitaba que ellas estuvieran bien para él poder estarlo también. Aunque la cejas de “Sofia” se arrugaron al escucharlo por la confusión de su mente, su corazón por el contrario había entendido el mensaje fuerte y claro y estaba latiendo cada vez más frenético. —Señor Hearts, creo que usted me puede estar viendo de cierta manera como a su esposa y por eso dice esas cosas, pero por favor deje de hacerlo. — Musitó “Sofia” no quería sentir más cosas por él, cuando creí
“Sofia” se sostuvo la cabeza, sintiendo como el recuerdo se volvía demasiado claro. —He subido de peso últimamente. — Se quejó mirándose al espejo y Dereck se acercó por detrás rodeando su cintura con sus fuertes brazos. —No has subido nada, estás perfecta, cada día más hermosa y si tu bonita barriga crece es solo porque estas creando vida y eso solo me hace amarte más, me estás dando el mejor regalo de la vida mi amor y estoy jodidamente agradecido, te amo inmensamente. — Dijo Dereck mirándola con amor antes de dejar un beso en su mejilla y ella sonrió radiante, feliz de tener un esposo que la amara tanto, que le diera tanta felicidad, que la hacia sentir que al estar con él siempre todo estaría bien y que fuera tan bueno con ella. No sabía que podía ser tan feliz, tan plena hasta estar con él y llegar a amarlo tanto. —Eres tan bueno diciendo cosas para hacer sentir bien a los demás, también te amo mucho. — Musitó volteándose a mirarlo y él tomó la carita de ella entre sus