Kiara con los nervios de punta y la mirada furiosa de David sobre ella se apresuró a la cocina mientras escuchaba a Sonia explicarle a él que Jared y Carolyn no se encontraban en casa aún.

Empezó a sacar las frutas que iba a cortar del refrigerador, queriendo calmar su agitado corazón, pero no funcionó en absoluto cuando escuchó un ruido detrás de ella y todo su cuerpo se llenó de escalofríos al voltear y encontrar a David demasiado cerca.

— ¿Ne… Necesita algo? — Tartamudeo nerviosa.

— Necesito que me devuelvas a mi esposa e hijo, ¿Puedes hacer eso? — Preguntó apretando los dientes y Kiara sintió que su corazón daba un vuelco.

Ella más que nadie quería cambiar lo sucedido ese día tan confuso para ella y que había arruinado todo, pero no podía y ese pequeño ángel no regresaría a la vida, aunque esperaba que Ava pudiera despertar pronto.

— Yo lamento lo que pasó, pero David yo no lo hice, hay que… — Antes de que Kiara pudiera terminar sus palabras sintió una fuerte bofetada qu