Los dos importantes CEOS se le habían presentado a la señorita Ivanov. Solo que no era este el mejor momento, a ella le molestaba muchísimo que los socios la creyeran una inepta e inmerecedora de su puesto de vicepresidenta. — Por supuesto que no te estoy siguiendo, pero me da gusto verte princesa. — Hmmm... Pues ya me viste, ya te puedes marchar. Los hombres que antes estaban sentados en la mesa de Serena, se quedaron boquiabiertos al escuchar como la princesa Ivanov le hablaba al imponente CEO Montana. Y nadie en su sano juicio podía hacer tal cosa. — Estamos de malitas, ¿Eh? No permitas que estos... Inversores te arruinen el buen humor. De hecho tengo bastante hambre. Ya estoy aquí después de todo. Pediré un salmón al vapor. — El CEO se sentó a la mesa. — Yo también estoy famelico, quiero un salmón a la mantequilla. También quiero un vino, el mejor de la casa. — El CEO Lombardi tomaba asiento, con el cuerpo recorrió a Donovan al fondo del sillón ante la mirada incrédu
Después de una larga discusión sobre que el novio no debía ver el vestido de la novia antes de casarse, Rafael accedió a que las chicas acompañaran a Emma a buscar su vestido. Serena y Kei Ivanov, Gisel Rossi, Angela Montana, Isadora Lombardi, Fernanda De Luca, y Artemisa Valentain. Se dieron cita a la exclusiva tienda de novias. Para que te atendieran en ese lugar, debías poner Sita con meses de anticipación, cosa que no sucedió con el CEO Mendoza, su asistente Rogelio llamó para hacer una cita y de inmediato le hicieron espacio. — ¡Qué emoción, Emma se va a casar con Rafael, además ya están esperando a su primer bebé, yo todavía no lo puedo creer! — Kei se escuchaba emocionada. — Kei Ivanov, ¿No me digas que tú ya estás deseando tener un bebé con Dominic? — Fernanda De Luca preguntaba a la que consideraba su prima. — Por supuesto que no, además todavía no tengo novio, no me he decidido por Domi, o por Ares. Los dos son muy apuestos y encantadores. La verdad es que me l
La voz furiosa del CEO traspasaba el auricular, todas las chicas pudieron escucharlo, caminaban por toda la sala nerviosas pensando en que le dirían al hombre. — Ya estense quietas que ya me marearon. Tenemos que ser valientes y hablar con Rafael. — Serena, la del carácter más fuerte trataba de calmar a las chicas. — ¿Emma, estás ebria? ¿Dime qué me lo estoy imaginando? No te creo capaz de haberte embriagado, mujercita. — No, no, Rafael, estoy bien, solo... Solo me tomé un par de copas de champaña para los nervios, no todos los días eliges un vestido de novia para casarte. Pero te prometo que estoy bien. — Emma, pon el altavoz. — Espera... Es que no le atino. Ya, ya está, ¿Para que quieres que ponga el alta voz? — Señoritas, creí que les había encargado que cuidaran de mi mujer, entonces la llamo para pasar a recogerla y me encuentro con que está totalmente ebria. ¿Qué explicación tienen para mí? El empresario estaba muy molesto. — Disculpa Rafael, Emma solo est
La pelirroja no dejaba de hablar en todo el camino, le contaba a Rafael los vestidos que había descargado porque a las chicas no les habían gustado. — ¿Por qué no me respondes Rafael? Parece que vengo hablando sola. — Emma venía recargada completamente en el asiento, no podía enderezarse. —¿Y todavía lo preguntas? ¡Te pusiste a beber y te olvidaste de que estás embarazada, eso le puede perjudicar al bebé, estoy tan molesto contigo, solo espero que no pase a mayores! De pronto la linda pelirroja comenzó a sollozar, el CEO le había gritado y además tenía razón en estar molesto. — Lo siento... No debí beber, no quiero que le pase nada a mi hijo, te juro que no lo volveré a hacer. ¿Me perdonas? Al hombre no le gustaba ver llorar a su mujer, Pero está vez había excedido los límites, él no contestó nada, y Emma siguió llorando. Apenas llegaron, el médico también lo hizo y después de revisarle sugirió canalizarla. — Señor Mendoza, le colocaremos un suero a la paciente, eso
UN MES DESPUES. Esa tarde Emma tenía la cita con el ginecólogo, le harían un ultrasonido y la chequearían para asegurarse de que todo fuera bien con su embarazo. El chófer la había llevado a la compañía, ahí el CEO la esperaba, él estaba ocupado todavía en una reunión, así que ella fué directamente a su oficina. — Señorita De León, que gusto de verla. — Rogelio entraba para llevar un contrato que se le había quedado en el escritorio. — Lo mismo digo Rogelio, me da gusto verte, ¿Le falta mucho a la junta todavía? — No demasiado, por cierto, felicidades por el bebé. Fué toda una sorpresa la noticia. — Gracias, Rafael y yo estamos muy felices, solo que... Hay algo que me tiene preocupada pero no sé lo he dicho aún. — ¿Qué pasa? Si puedo ayudar lo haré con gusto. — Bueno... Es solo que siento que me está creciendo muy rápido el vientre, tengo miedo de que sea algo malo. — Debería de decirle al CEO, a él no le gusta que le ocultes nada, además el señor Mendoza no
La.emovion en el médico era evidente, seguía moviendo el aparato de un lado a otro, moviendo botones y tomando fotos. — Escuchen... ¡Ese es el latido de sus corazones! Emma no lo podía creer, estaba esperando dos bebés, la futura madre estaba tan impresionada que apenas podía hablar. — ¡Dios mío... Son dos! ¿Escuchaste Rafael? ¡Son dos los hijos que vamos a tener! ¿No es eso increíble? — ¡Por supuesto que si... es increíble, cariño... Yo... Estoy impresionado! Jamás imaginé que... Un golpe seco se escuchó en el piso, el imponente hombre se acababa de desmayar, ese aterrador CEO que no le temía a nada en la vida, no soportó enterarse de que sería padre de gemelos. — ¡Rafael... Rafael...! ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? — Señorita De León, el CEO se desmayó, lo atenderemos de inmediato. ¡Enfermeros, levanten al CEO Mendoza y acuéstenlo en esa camilla, apresurense! — ¡Voy a bajarme, tengo que ver cómo está él! — Los bebés están perfectos, el embarazo va viento en pop
Donovan Montana ya quería poder formar una familia y tener a sus herederos con la mujer que amaba. No era un hombre de perder tiempo, pero la joven Ivanov no era nada facil de conquistar, mucho menos por qué no era como la dulce Kei, Serena tenía el carácter malhumorado de su padre, era exigente, independiente. Y además estaba enfocada en su carrera. — ¿Tú crees que estoy pintado? Todavía no cantes victoria, los besos que nos hemos dado han sido apasionados, ella siente algo por mi aunque no lo haya querido aceptar todavía. — ¡¿Lombardi, te has atrevido a besar a mi hermana?! ¿Qué tipo de amigo le hace eso a un mejor amigo? ¡Te voy a patear el culo apenas te vea! — Déjame hacerlo a mi, Alexander, este idiota no va a andar por ahí diciendo a los cuatro vientos que besó a mi futura esposa. Le voy a romper la cara para que así esa sonrisa de seductor que se carga, se le borre de una vez por todas. — Cuando quieras Montana, no te tengo miedo, no me vas a asustar, y no me voy a
El CEO no vió venir esa respuesta, nunca pensó en sus cuñados para que fueran los padrinos de sus hijos. — Querida, ellos dos ya son sus tíos, de preferencia deben ser dos personas cercanas que sepas que van a estar en la vida de nuestros hijos para apoyarlos y guiarlos en nuestra ausencia. — Oh... Entonces... Doménico y Dominic Lombardi, ellos son mis amigos. los aprecio mucho, se que serían muy buenos padrinos. — No, ellos no, me agradan pero no tanto. — Rafael no iba a decirle que su amigo había estado enamorado de ella. — Me agrada Alexander Ivanov y Rober Rossi. Ellos son los CEOS más cercanos a mi, en los que más confío. — ¿Quieres decir que no confías en los demás CEOS, los Montana, los Valentain, los De Luca, los Lombardi? — No dije eso, solo dije que Alexander y Roby son más cercanos a mí, porque no hacemos algo, yo elijo a los padrinos y tú eliges a las madrinas. — Eso me parece... Genial, así será todo de manera justa. El CEO acariciaba el vientre de su m