NARRADOR
Después de una maravillosa cena a la luz de las velas, los dos enamorados se fueron a bailar a un club. A Emma le encantó el lugar, pero para ella hacía falta música romántica, pues como buena amante del piano, le encantan las músicas románticas, aunque a veces toque melodías tristes. Pero lo importante es que esa noche está saliendo perfecta.—¿Cómo te sientes? —preguntó Taylor a Emma con una gran sonrisa.—Feliz, a tu lado siempre estoy feliz —respondió Emma con una gran sonrisa.—Eso me alegra, porque yo estoy aquí únicamente para hacerte feliz —respondió Taylor y la besó.Ellos siguieron bailando y moviendo sus cuerpos muy juntos. Con cada movimiento, sus cuerpos se rozaban y le comenzaban a dar paso al deseo. Taylor, en medio del baile, besó el cuello de Emma, causando que a ella se le erizara cada vello de su cuerpo.—Creo que ya es hora de irnos —dijo Taylor a Emma en el oído mientras la abrazaba.—Sí, yoNARRADOREl primero en despertar fue Taylor. Despertó con una sonrisa de oreja a oreja al ver a su hermoso ángel entre sus brazos. La brisa de la playa y el sonido de las olas llegando a la orilla, todo era hermoso, pero para él lo más hermoso estaba entre sus brazos.Por un largo rato no pudo dejar de admirar a la hermosa mujer que dormía en sus brazos. Así como quiso darle la mejor noche por su primera vez, quiere darle el mejor despertar del mundo. Así que con mucho cuidado la acomodó en la cama y dejó un beso en su frente antes de alejarse de ella.Fue al baño a tomar una ducha rápida y luego se cambió y bajó con mucho cuidado a la cocina, donde le preparó un rico desayuno a su hermoso ángel. En la bandeja colocó una rosa para llevársela.Cuando entró a la habitación, dejó la bandeja a un lado y fue a despertar a su amada. La llenó de besos mientras Emma se movía por toda la cama quejándose, pues ella quería seguir durmiendo.—Mi ánge
NARRADORPor la mañana, Taylor y Emma despertaron abrazados y felices al sentir la brisa fresca del mar y escuchar las olas chocar en la orilla. Juntos se prepararon para volver a la ciudad y retomar su rutina.Cuando estuvieron listos, admiraron la hermosa vista abrazados y luego dejaron la pequeña casa tomados de la mano. Taylor ayudó a Emma a subir al auto y emprendieron el viaje de regreso.Ambos estaban superfelices, se amaban y su relación era más fuerte que nunca. Adoraban estar juntos y siempre querían ver una sonrisa en el rostro del otro.El camino de regreso fue hermoso. Taylor no perdía la oportunidad de tomar la mano de Emma y darle pequeños besos, mientras en la radio sonaban hermosas melodías de un piano. Y no cualquier piano, eran melodías que el padre de Emma grabó para su madre. Ese disco era de edición limitada y Taylor lo consiguió para Emma, quien estaba feliz de escuchar a su padre aunque él no estuviera a su lado.C
NARRADORDespués de un rato de pasión, Taylor y Emma tomaron una siesta juntos, abrazados fuertemente. Luego, la primera en despertar fue Emma, ya que tenía un poco de hambre. Salió de la cama sin despertar a Taylor, tomó una ducha rápida, se cambió y bajó a preparar algo de comer.En la cocina, preparó comida para todos, suponiendo que llegarían con hambre. Cuando terminó de comer, llegó Adara con un rostro serio, lo que preocupó a Emma.—Adara, ¿estás bien? —preguntó Emma acercándose a ella.—Sí, bueno no, Emma, no sé cómo decirte esto —Adara.—Simplemente, dilo y ya —Emma.—Mi papá me compró un departamento y me voy esta misma noche. Yo no quería irme, pero él dijo que si no lo hacía, dejaría de pagar mi universidad —responde Adara, dejando a Emma consternada.—Pero, ¿por qué? —Emma.—No lo sé, pero no te preocupes. No tienes que devolver el depósito. El contrato dice que debo avisar un mes antes de irme, per
NARRADORAl amanecer, Taylor y Emma despertaron abrazados uno al otro, con una hermosa sonrisa en sus rostros. Se dieron un beso de buenos días y Emma fue la primera en entrar al baño para luego arreglarse e ir a la Universidad.Cuando Emma estuvo lista, Taylor entró al baño y Emma bajó a preparar el desayuno, pero para su sorpresa, Thalía ya lo había preparado y también estaba lista para la universidad.—Hola, madrugaste —dijo Emma.—Sí, es que con la partida de las chicas no pude dormir bien —respondió Thalía.—Sí, me preocupa que se fueran así, pero debo conseguir nuevos inquilinos. Taylor dijo que él se encargaría de repartir los anuncios y buscar a los nuevos inquilinos —comentó Emma.—Bueno, entonces tú y yo comencemos a desayunar mientras él baja —dijo Thalía. Emma asintió y juntas se sentaron a la mesa.Thalía se arregló rápido y bajó para desayunar con las chicas. Cuando terminaron, recogieron la mesa y lavaron
NARRADORThalía, quien había regresado tarde al departamento, paso a la cocina por algo de beber y vio comida ahí preparada ya fría, le pareció extraño, a esa hora creí que su hermano y Emma ya habrán cenado.Después de tomar algo, subió las escaleras y estuvo a punto de tocar en la habitación de Emma, pero justo cuando iba a hacerlo escucho gemidos y so río avergonzada, para luego caminar hasta su habitación.—Creo que ellos prefieren primero el póster —comenta Thalía para sí misma antes de entrar en su habitaciónEn su habitación Thalía recordó al único hombre que la hizo sentir plena, el hijo de la cocinera y el primer hombre en su vida, ella creyó que ese amor ye sa rebeldía de sus quince años la había hecho idealizar aquel primer encuentro, que la pasión por lo prohibido fue la que la hizo entregarse a aquel joven a sus quince años siendo descubierta por su madre y alejada definitivamente de aquel chico por culpa de su mamá.Pero se
NARRADORTaylor y Emma despertaron por el sonido de la alarma, ya unque querían quedarse en la cama, no podían debían ir a clases, así que Taylor fue el primero en salir, tomó una ducha fría para despertar y luego se preparó para ir a la Universidad.Mientras que Emma salía con pesadez de la cama y se dirigía al baño a ducharse también con agua fría para despertar, Taylor sonrió y bajo a la cocina a prepararle el desayuno. Cuando terminó con el desayuno. Thalía bajo.—Buenos días, hermano, ¿y Emma? —preguntó Thalía —Se está preparando para irnos —Taylor, quien comenzaba a ordenar la mesa —Bueno, quería decirte que papá llega hoy y me pidió merendar con él —contó Thalía —¿Quiere que yo vaya también? —preguntó Taylor, prestadores toda la atención a su hermana —No es necesario, pues me escribió hace un rato y me dijo que él compraría todo y merendaríamos aquí, también quiere que Emma este presenta —informa Thalía <
NARRADORCuándo taddeo se despidió de sus hijos y de Emma, los tres chicos se quedaron en silencio, cada uno pensaba en que hacer, pero Taylor en ningún momento soltó las manos de Emma en lo absoluto.—Yo voy a imprimir algunas solicitudes de empleo, ni de chiste, vuelvo con Zia, para que me case con quién sabe quién —Thalía se puso de pie y camino hasta su habitación, dejando a Taylor y a Emma solos—Mi ángel, no te preocupes por nada, nadie va a poder separarnos —Taylor abrasando a Emma—No quiero ser la causa de los conflictos con tu madre —comenta Emma pensativa—Esto no es tu culpa, mi mamá lleva toda la vida tratando de controlarnos a Thalía y a mí, pero ya es hora de que sepa, que no pude decidir sobre a quien escogemos amar —Taylor—¿Estás seguro? —preguntó Emma mirándolo a los ojos—Jamás en mi vida había estado tan seguro de algo —Taylor la besó y luego subieron juntos a la habitación, Taylor romo una ducha y s
NARRADOR Al despertar todos se prepararon para bajar a desayunar y luego ir a la Universidad, pro distintos motivos, claro, Emma iba a sus clases normales, pero Taylor y Thalía iban a hacer los trámites para comenzar a ver sus clases en línea, pues Taylor debía comenzar ese mismo día a trabajar en el taller.Y Thalía debía asistir a algunas entrevistas de trabajo, en varias peluquerías, pues ella sabía peinar y maquinar muy bien, por eso la noche anterior envió su currículo a varias peluquerías y fotos de lo que sabe hacer y así aceptaron que se presentará a las entrevistas.Thalía esperaba conseguir un trabajo ese día, y le comento a su hermano y a su cuñada los planes que tenía para el día, y ellos también le contaron que ya tienen trabajo y todos estaban muy felices porque comenzaban a ganar su propio dinero, pero sin saber que Zia y Martina harían todo para que esa felicidad no dure para siempre.Cuando los tres terminaron de desayunar, se fu