NARRADOREmma y Taylor regresaron al departamento después de la hora de la comida. Al llegar, se encontraron con el resto de las chicas, que no se veían nada bien.—¿Qué locuras hiciste, Thalía? —cuestionó Taylor a su hermana.—Nada, simplemente nos fuimos a tomar un par de tragos —respondió Thalía.—¿Un par o todo el bar? —dijo Taylor seriamente.—Ay, hermanito, no seas amargado. Solamente nos divertimos un poco y luego nos vamos a dormir —dijo Thalía mientras caminaba hacia el departamento.—A veces me pregunto si en verdad somos hermanos —dijo Taylor.—Claro que lo somos. Nos parecemos demasiado físicamente como para no serlo. Ahora deja el drama —respondió Thalía.Taylor simplemente negó con la cabeza y todos entraron al departamento. Mientras él y Emma se quedaron en la estancia, las demás se arrastraron a sus habitaciones para dormir, ya que la noche anterior Thalía las convenció de ir a tomar a un bar y no durmieron nada. Además, debían volver al departamento, otra razón para no
NARRADOREmma, quien tenía la mano en el cajón para guardar los anticonceptivos, no sabía qué hacer ante la pregunta de Taylor, así que trató de dejar la bolsa con cuidado dentro del cajón sin que él se diera cuenta del contenido. Sin embargo, Taylor fue más rápido y tomó la bolsa.—Taylor, no estoy enferma, solamente son unas vitaminas, dámelas —pide Emma nerviosa.—¿Y por qué no me dejaste acompañarte? —preguntó Taylor con la bolsa en la mano.—Porque después de ir por las vitaminas acompañé a tu hermana al ginecólogo y no creo que te gustaría saber cosas sobre la sexualidad de tu hermana —Emma dijo lo primero que se le ocurrió.Taylor negó varias veces con la cabeza. No quería saber nada sobre la sexualidad de su hermana. Por supuesto, a qué hermano le gustaría saber con cuántos se acuesta su hermana. Esa pequeña mentira de Emma hizo que Taylor le entregara la bolsa sin revisarla y Emma rápidamente la metió en el cajón.—Perdó
NARRADOREl fin de semana terminó y con él el descanso de todos. Debían volver a la universidad y al estrés de cada día por entregar los trabajos. Todos se levantaron a regañadientes, pues ninguno quería ir a clases, pero en especial las chicas que habían tomado el día anterior y tenían dolor de cabeza.Thalía fue regañada por su hermano, pues ella no debió tomar sabiendo que volvería a clases al día siguiente. Pero según ella, no tomó tanto. Luego del desayuno, todos caminaron a la universidad. Bueno, Thalía y las demás casi se arrastraron a sus clases.A Emma le parecía muy chistoso ver cómo Taylor se enojaba con su hermana. Y es que para ella, el enojado se ve aún más guapo.—Nos vemos a la salida para regresar juntos —dijo Taylor a Emma.—No, hoy puedes adelantarte. Tengo algo que hacer antes de regresar al departamento —recordó Emma que tenía una cita con el ginecólogo y que Thalía quedó de acompañarla.—Te acompaño —dijo Ta
NARRADOREl tiempo para la hermosa pareja de Emma y Taylor transcurrió rápido. Ya estaban cumpliendo dos meses juntos y planeaban salir el fin de semana para dar ese siguiente paso como pareja y finalmente tener intimidad, sin saber que su felicidad estaba siendo amenazada desde las sombras.Taylor y Emma dormían juntos cada noche y siempre estaban uno al lado del otro durante dos meses, lo que les había dado mucha confianza y querían llevar su relación más allá. Estaban seguros de que se amaban con locura, pero Taylor quería que la primera vez que estuvieran juntos fuera especial. Por eso le propuso a Emma irse de viaje juntos de fin de semana a una hermosa cabaña a orillas de la playa, y Emma aceptó.Después de hablar con la ginecóloga, Emma estaba lista para dar el siguiente paso con Taylor, pero no quiso apresurar las cosas y dejó que todo se diera entre ellos. Hasta que Taylor sacó el tema y ella le dijo que también quería dar ese paso con él. Por eso
NARRADORDespués de una maravillosa cena a la luz de las velas, los dos enamorados se fueron a bailar a un club. A Emma le encantó el lugar, pero para ella hacía falta música romántica, pues como buena amante del piano, le encantan las músicas románticas, aunque a veces toque melodías tristes. Pero lo importante es que esa noche está saliendo perfecta.—¿Cómo te sientes? —preguntó Taylor a Emma con una gran sonrisa.—Feliz, a tu lado siempre estoy feliz —respondió Emma con una gran sonrisa.—Eso me alegra, porque yo estoy aquí únicamente para hacerte feliz —respondió Taylor y la besó.Ellos siguieron bailando y moviendo sus cuerpos muy juntos. Con cada movimiento, sus cuerpos se rozaban y le comenzaban a dar paso al deseo. Taylor, en medio del baile, besó el cuello de Emma, causando que a ella se le erizara cada vello de su cuerpo.—Creo que ya es hora de irnos —dijo Taylor a Emma en el oído mientras la abrazaba.—Sí, yo
NARRADOREl primero en despertar fue Taylor. Despertó con una sonrisa de oreja a oreja al ver a su hermoso ángel entre sus brazos. La brisa de la playa y el sonido de las olas llegando a la orilla, todo era hermoso, pero para él lo más hermoso estaba entre sus brazos.Por un largo rato no pudo dejar de admirar a la hermosa mujer que dormía en sus brazos. Así como quiso darle la mejor noche por su primera vez, quiere darle el mejor despertar del mundo. Así que con mucho cuidado la acomodó en la cama y dejó un beso en su frente antes de alejarse de ella.Fue al baño a tomar una ducha rápida y luego se cambió y bajó con mucho cuidado a la cocina, donde le preparó un rico desayuno a su hermoso ángel. En la bandeja colocó una rosa para llevársela.Cuando entró a la habitación, dejó la bandeja a un lado y fue a despertar a su amada. La llenó de besos mientras Emma se movía por toda la cama quejándose, pues ella quería seguir durmiendo.—Mi ánge
NARRADORPor la mañana, Taylor y Emma despertaron abrazados y felices al sentir la brisa fresca del mar y escuchar las olas chocar en la orilla. Juntos se prepararon para volver a la ciudad y retomar su rutina.Cuando estuvieron listos, admiraron la hermosa vista abrazados y luego dejaron la pequeña casa tomados de la mano. Taylor ayudó a Emma a subir al auto y emprendieron el viaje de regreso.Ambos estaban superfelices, se amaban y su relación era más fuerte que nunca. Adoraban estar juntos y siempre querían ver una sonrisa en el rostro del otro.El camino de regreso fue hermoso. Taylor no perdía la oportunidad de tomar la mano de Emma y darle pequeños besos, mientras en la radio sonaban hermosas melodías de un piano. Y no cualquier piano, eran melodías que el padre de Emma grabó para su madre. Ese disco era de edición limitada y Taylor lo consiguió para Emma, quien estaba feliz de escuchar a su padre aunque él no estuviera a su lado.C
NARRADORDespués de un rato de pasión, Taylor y Emma tomaron una siesta juntos, abrazados fuertemente. Luego, la primera en despertar fue Emma, ya que tenía un poco de hambre. Salió de la cama sin despertar a Taylor, tomó una ducha rápida, se cambió y bajó a preparar algo de comer.En la cocina, preparó comida para todos, suponiendo que llegarían con hambre. Cuando terminó de comer, llegó Adara con un rostro serio, lo que preocupó a Emma.—Adara, ¿estás bien? —preguntó Emma acercándose a ella.—Sí, bueno no, Emma, no sé cómo decirte esto —Adara.—Simplemente, dilo y ya —Emma.—Mi papá me compró un departamento y me voy esta misma noche. Yo no quería irme, pero él dijo que si no lo hacía, dejaría de pagar mi universidad —responde Adara, dejando a Emma consternada.—Pero, ¿por qué? —Emma.—No lo sé, pero no te preocupes. No tienes que devolver el depósito. El contrato dice que debo avisar un mes antes de irme, per