La chica

Arturo lleno una especie de bañera de madera para la chica y los dos hombres la dejaron sola para que se bañara.

El doctor cerró la puerta y la espero, quería revisarla, pero su empleado le hablo.

“¿Usted la trata así por lo de su esposa?”

“Arturo, lo hago por compasión, ella es una de esas chicas secuestradas, no es de este país. Cuando esté bien, puede irse, yo lo la voy a detener”

Aquel hombre se quedó en silencio y no dejo de recalcarle lo que hacía.

“¿Usted cree que no me doy cuenta? La trata como si la conociera. Lo normal es llevarla al castillo y que allí decidan qué hacer con ella. Usted se saltó todos los protocolos!”

“¿Sabes cómo murió mi esposa? Nadie la ayudo cuando más necesitaba, murió en una m*****a cama por una herida gracias a dos ladrones, y nadie quiso ayudarla porque nadie la reconocía. ¿Sabes como me siento en estos momentos? Pudieron salvarla y nadie hizo nada. Tan solo llevaba unos meses de casado y quedé viudo por un malentendido ¿Quién me responde por eso?”

El doctor notó que estaba siendo muy duro con su empleado y se tranquilizó un poco.

“Lo siento, aún no lo superó. Llevo tres meses de duelo. Los espero en la sala, dale está ropa”

“Doctor Jhon lo lamento, pensé que eso había sucedido hace años. Lamento, si lo ofendí, tan solo llevo un par de semanas aquí que necesito que me expliquen muchas cosas”

“Tranquilo con el tiempo aprenderás”

El doctor Jhon se fue hasta la sala para que los tres cenaran en tranquilidad, mientras su empleado se quedó a esperarla; sin embargo, sintió un olor característico de los lobos. Se asustó un poco al pensar que tenían una mujer lobo en ese lugar, pero no podía irse sin darle la ropa, solo la dejo en el piso y se fue corriendo hasta la sala para contarle a Jhon.

“Doctor, doctor, ella no es humana, es una loba!"

“¿De qué estás hablando? Sus manos son bastante lisas, no creo que ella sea una. Bueno, si así lo fuera, tal vez en una semana se vaya. Ya no tendrás que preocuparte por ella ¿Estás feliz?"

“No, aquí hay una manada lobos entre nosotros, no les gustará ver a alguien así, por favor! Evítese problemas!”

El doctor estaba bastante fastidiado por el comportamiento de su empleado, parecía tener celos de la atención que le estaba dando a la chica; sin embargo, ella se vistió rápido, mucho antes de que aquel hombre pudiera decir otra palabra.

Se veía bastante hermosa con ese vestido azul, Incluso el doctor quedó algo sorprendido.

Arturo empezó a cambiar de opinión cuando la vio, jalo una silla como un caballero y dejo que ella se sentará.

Jade se sentó en la mesa, vio muchos tenedores y quedó confundida. Una de las empleadas apareció y vio a la chica.

“Señor, ¿necesita algo más?"

“Puedes buscar personas que sepan otros idiomas, necesito que sean remotos y diferentes"

“Ok, señor, yo sé uno de mi padre, él era del sur del continente”

“Mi nombre es María” Dijo en su idioma.

 La chica más o menos supo que era lo que le decía.

“¿María es su apellido?” Dijo en su idioma.

Al ver la repuesta el doctor trato de hablar.

“¿Qué le dijo?” Pregunto él.

“Creo que más o menos me entiende, pero no manejo muy bien el idioma” Contesto la empleada.

“Ok, dígale que si quiere regresar con su familia” Dijo el doctor.

“¿Quiere regresar con su familia?” Pregunto aquella mujer.

“¿Mi familia?” Respondió Jade "No quiero hablar de mi familia"

“Parece que algo paso con su familia. Ella se niega a hablar de eso” Dijo la empleada.

El doctor entendió que tuvo problema con su familia y trato de calmarla.

“Dile que se puede quedar un tiempo aquí, pero debe confiar en mi, tiene uno cortes algo profundos en la espalda”

“Tienes heridas graves, debes confiar en el, es un doctor te va a ayudar"El dijo la emple

Arturo se puso algo fastidioso y quiso intervenir, pero la chica volteo el brazo y le mostró a todos un fea herida que en el brazo fue el corte que casi la mata en el barco.

El doctor la tomó y le dijo unas palabras para tranquilizarla.

“No te preocupes trataré de curar todas tus heridas en un rato, solo disfruta la comida. Estás en casa”

La mujer no sabía si decirle aquellas palabras a la chica, sentía que su jefe se estaba comprometiendo mucho con una desconocida.

Su mirada era como un joven enamorado, lo cual no le agrado a la mujer.

Decidió no decirle nada, ya que no hubo un reclamo de parte de él, porque se encontraba demasiado fascinado con la chica. Ni se acordó que la chica que tenía en frente no sabía si idioma.

[…]

De nuevo en la habitación el tomo varios líquidos para sanar, desinfectar y curar heridas. Empezó con sus pies, los dejo en agua algo caliente y los masajeo lentamente.

Ella al principio suspiro de dolor, pero después estaba mejor, el malestar le pasó rápidamente.

La chica decidió desvestirse, pero aún sentía algo de vergüenza que el la viera desnuda, la tradición de su familia lo impedía, pero ya no estaba con ellos. Debía dejar que el la tocara aunque se sintiera incomoda.

Jhon noto que tenía una astilla en la espalda, que la estaba afectando. La tomó de la espalda lentamente. No sabía cómo decirle que se quedará quieta porque esto me iba a doler mucho. Quiso llamar a su empleada, pero decidió hacerlo rápido y sin decirle nada, ya que daba igual. La astilla estaba algo profunda y con un simple impulso salió, pero debía desinfectarlo.

El doctor sabía que la noche sería larga, aún la chica tenía algunas laceraciones y fiebre. Debía enfocarse en su bienestar y dejar atrás sus miedos para ayudarla.

Su peor herida estaba en el brazo y era lo último y más difícil que debía hacer.

[…]

Al día siguiente Arturo abrió a las malas la puerta, pensó que la chica lobo había matado a su jefe, pero Jhon estaba en el suelo durmiendo plácidamente, mientras que la chica estaba entre sábanas con algunas vendas en el cuerpo.

Una sensación de rabia invadía al hombre, pero no podía hacer nada, porque su jefe lo regañaría. Trato de ser comprensivo con el. Tal vez trataba de distraerse con la chica, penso que tal vez la usaría un rato como hacían la mayoría de hombres con las prostitutas de la ciudad y después la dejaría. Tan solo recogió los objetos usados para ayudar a aquella mujer.

Sin embargo el doctor se despertó y salió del lugar algo acomplejado. Arturo lo siguió.

“¿Qué paso?”

“Esa mujer es una Lycan, por favor no se lo digas a nadie. Esto va quedar entre los dos”

“Señor, pero personas como ella son odiadas. Lo podrían matar por ayudar a alguien así”

“Imagínate lo que ha sufrido! Si para nosotros es un monstruo, para su familia es una maldición. No tiene dónde ir, pero podría ayudarme en mi investigación para poder comprenderlos y evitar los ataques.

 Ella es solo una niña aún, podría hacerme millonario con eso.

El doctor lo decía de para calmarlo y que no le dijera a nadie sobre la chica. No quería dejarla a ir. Sentía un impulso por cuidarla.

 Los traumas por perder a su esposa lo tenían muy aturdido y con una actitud posesiva sobre la chica. Sentía que si la dejaba sola podría morir por la actitud poco empática de la gente a su alrededor.

Arturo no le gusto mucho, pero se quedó en silencio. Quería planear bien las cosa para hacer que la chica se fuera en poco tiempo de allí.

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