—¿Desde cuando te importa lo que yo haga?. —comencé a caminar hacia la universidad. —Deja de seguirme Bastián.

—Necesitamos hablar. Alira, necesito explicarte lo que pasó la otra noche.

—Con lo que oí esa vez fue más que suficiente. —el solo recordar esa noche, sentía tanto odio. —Así que déjame en paz.

—Por favor Escúchame.. —Bastián baja del auto y se cruza en mi camino. —Esa vez no fui yo, te lo prometo, yo de verdad te amo. Más que a nada en este mundo.

—¡Vaya Corwin, jamás me imaginé que fueras capaz de rogarle a una chica como un perro faldero.

Fruncí el ceño al escuchar esa voz desconocida, al ver hacia el auto de Bastián, un sujeto de cabello castaño que parecía haberlo sacado de la calle se asoma por la ventana de su auto, elevo una ceja