POV de Alejandro
Estaba sentada en nuestra habitación, en silencio, acariciando mi vientre mientras mi mente divagaba, perdida en pensamientos sobre el futuro. Desde que supe que estaba embarazada, mi vida había cambiado de una manera que jamás hubiera imaginado. Ahora tenía a alguien más a quien cuidar, a quien proteger. Sin embargo, estos últimos días habían sido complicados, y no podía evitar sentir que Alejandro se estaba alejando, atrapado en sus obligaciones, mientras yo enfrentaba mis propias ansiedades en soledad.
Cuando escuché el llamado de Alejandro y vi su expresión al entrar en la habitación, supe que traía malas noticias. Ese leve fruncimiento en su ceño, la forma en que evitaba mirarme directamente a los ojos, eran señales que ya reconocía. Me tomé un segundo para respirar profundamente y prepararme para lo que sea que estuviera a punto
POV de CarmenSentada en la biblioteca, envolví mis brazos alrededor de mi vientre, como si pudiera protegerme del dolor que sentía en el corazón. No podía evitar preguntarme si yo era la única que percibía la magnitud de este momento, si para Alejandro el nacimiento de nuestro hijo era tan importante como lo era para mí. Con cada minuto que pasaba en soledad, los pensamientos de inseguridad y miedo se iban intensificando, y la herida de su decisión, de su aparente frialdad, se hacía cada vez más profunda.Era como si mi mundo y el suyo fueran dos universos completamente distintos. Para mí, este bebé era el comienzo de una nueva vida, un motivo de esperanza, una razón para seguir adelante y luchar. Pero para él… ¿Qué significaba realmente? Pensaba en todas las promesas que me había hecho, en las palabras dulces que me decía cuando todo er
POV de AlejandroLa idea de regresar a casa, de ver a Carmen y de enfrentar todo lo que había ocurrido en mi ausencia se había vuelto un peso constante. Cada llamada con ella durante mi viaje a Europa era una mezcla de distancia y culpa. Sabía que ella esperaba más de mí, que quería que comprendiera su situación y que estuviera allí para ella en cada momento, pero, al mismo tiempo, sentía que cumplir con este viaje y con las obligaciones que se habían acumulado era también parte de mi deber como padre, de construir un futuro para el hijo que venía en camino.Mientras revisaba documentos en mi oficina improvisada en el hotel, miré una foto de Carmen en la pantalla de mi teléfono. Su sonrisa, tan viva y llena de esperanza, parecía ahora lejana, casi como si perteneciera a otra época. Me preguntaba si alguna vez podría volver a verla sonreír de esa
POV de CarmenVolvía de mis paseos habituales, tratando de despejar la mente y calmar la inquietud que había sentido en mi interior desde hace semanas. Algo en mí estaba revuelto, como si una parte de mi ser quisiera despertar después de un largo letargo. Desde hacía tiempo, no lograba escuchar la voz de mi lobo, y el silencio se había convertido en un vacío difícil de ignorar. Sin embargo, esta vez, mientras atravesaba el bosque, una extraña sensación de familiaridad se apoderó de mí, como si algo, o alguien, estuviera a punto de revelarse.Mis pensamientos fueron interrumpidos al ver a una figura en la distancia. Al principio, creí que era algún desconocido perdido en el bosque, pero a medida que me acercaba, la silueta comenzó a tomar forma y, con cada paso, el reconocimiento me golpeó con más fuerza. Era él. Javier.Había cambi
POV de AlejandroDesde la mañana en que Carmen me dijo que iba a pasar el día en el bosque, una sensación de inquietud se apoderó de mí. La idea de que ella estuviera sola, lejos de mí, me hizo sentir una punzada en el pecho. Había pasado mucho tiempo desde que comenzamos nuestra relación, y aunque había luchado con mis instintos protectores, aún no podía evitar preocuparme por ella.Carmen había estado diferente últimamente, distante, como si algo en su mente la tuviera atrapada. Había hecho todo lo posible para ser un buen compañero, pero había momentos en los que me sentía completamente inútil. Al principio pensé que solo necesitaba tiempo a solas, pero a medida que pasaban los días, mi preocupación creció. ¿Por qué se alejaba de mí? ¿Qué estaba ocultando?Mientras me
POV de AlejandroLa tarde se convirtió en noche, y el sol se ocultó detrás de los edificios de la ciudad, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y violetas. Sentado en el borde del taller, observé cómo los últimos rayos de luz se desvanecían lentamente. La calidez de la tarde había sido reemplazada por un aire fresco que llenaba el espacio con un susurro de promesas y tensiones no resueltas. La lucha interna que había estado sintiendo por días me atormentaba: la sombra de Javier seguía acechando en cada rincón de mi mente.A pesar de que había hablado con Carmen sobre mis celos, la verdad era que no estaba listo para dejarlo ir. La idea de que su corazón pudiera pertenecer a otro me consumía. Tenía que enfrentar a Javier, no solo por mí, sino por Carmen. Necesitaba demostrarle que no solo era un hombre celoso, sino uno que lucharía por su
POV de CarmenLa noche había caído con una oscuridad espesa que cubría el parque, y el aire estaba impregnado de tensión. Había sido una jornada larga, llena de emociones contradictorias, y mientras me sentaba en el borde de un banco, la angustia me envolvía. La sombra de Javier seguía acechando en mis pensamientos, pero no podía ignorar la conexión intensa que tenía con Alejandro. Esa dualidad me atormentaba.Cuando llegué al parque, mi instinto de lobo había comenzado a activarse. Las emociones que sentía eran un torbellino de celos, amor y miedo, y no podía comprender del todo cómo manejarlo. Javier había regresado a mi vida, y su presencia era un recordatorio constante de mi pasado. Sin embargo, lo que me mantenía más inquieta era la relación que se estaba formando entre Alejandro y yo, y cómo podía tambalearse por la ce
POV de CarmenLa noche se había apoderado del parque, un manto oscuro que parecía envolverlo todo, y yo, Carmen, estaba a punto de enfrentar una de las decisiones más difíciles de mi vida. Mientras miraba la lucha entre Alejandro y Javier, sentí cómo la angustia me devoraba por dentro. La situación era crítica, y no podía quedarme de brazos cruzados.Me había transformado en loba, un instinto primitivo y poderoso que ahora guiaba mis acciones. La decisión de convertirme había sido automática, un impulso de proteger a Alejandro y detener a Javier. La violencia entre ellos se había intensificado, y aunque sentía el deseo de liberarlos de sus ataduras emocionales, sabía que era necesario actuar.Al transformarme, había dejado atrás a la Carmen que era antes, la que había amado a Javier sin condiciones. Ahora, estaba atrapada en esta e
POV de AlejandroLa brisa de la noche era fresca, pero no podía recordar la última vez que me había sentido tan cálido. La luna brillaba con fuerza sobre nosotros, y mientras miraba a Carmen, su rostro iluminado por la luz plateada, comprendí que nuestra conversación había cambiado todo. Desde el momento en que ella había entrado en nuestras vidas, había sido un torbellino de emociones, y ahora, parecía que por fin estábamos en el camino correcto.Carmen había estado lidiando con sus sentimientos, y yo sabía que era un viaje complicado. La veía luchar con su corazón, atrapada entre Javier y yo, y cada vez que me encontraba con su mirada, sentía una mezcla de deseo y desesperación. Sabía que no podía apresurarla; necesitaba tiempo para descubrir lo que realmente quería. Pero el hecho de que se abriera a nosotros, que hablara sobre s