Ahí estaba.Tabbee sabía que le dolería pero no tanto.Su hermana, su propia y única hermana la había traicionado.—Yo te lo puedo explicar Tabbee él... —Se apresuró a decir.—Dios santo, no puedo creerlo de ti Ángela.Las lágrimas se deslizaban sin poder contenerlas por su rostro, la furia teñida con la decepción la golpearon.Ella había dado todo por criar a Ángela de una manera distinta a la que ella misma había sido criada, evitando a toda costa su sufrimiento, el sufrimiento que aquella mujer que ahora su hermana llamaba con tanta vehemencia mamá había causado.—Tabbee...— ¡Ella nos abandonó, Cristo! ¡¿Cómo puedes llamarla de ese modo?!— ¡No fue así, debes escucharla! —gritó desesperada.— ¡¿Te estás oyendo?! Ella viene después de que ya somos mujeres ¡Disculpa y no viene, nosotros vinimos! y te inventa un par de excusas para que perdones su sucia consciencia llena de remordimientos y tu le crees sin más, ¿Tengo que recordarte todo lo que fue que ella nos abandonara?Ángela sol
—No vuelvas a tocarme —dijo con rabia—, y no tengo nada qué hablar con la mujer que me abandonó. Yo tenía cinco cuando mi padre me dijo que tú te habías ido y te habías largado con él —dijo señalando a Sam—, ¿Cuántos años tenía Ángela? A penas tres, yo cuidé de ella como una madre lo hace y a penas era un bebé, la alimentaba, la mimaba, cuidaba de ella cuando se enfermaba mientras que para mí nunca hubo tiempo, en cambio tu ¿qué hacías? ¡Acostarte con esta bestia mientras tus hijas pasaban trabajo, formar una familia con tu amante, te olvidaste de Ángela!Pero ella sabía que no solo reclamaba por su hermana, reclamaba por ella misma, la había necesitado y su madre la había hecho a un lado.¿Qué podía esperar del resto del mundo?La vio llorar pero no sintió nada en absoluto, ella había llorado el doble durante su niñez y su adolescencia, pero como iba a saberlo ella si ni siquiera Ángela lo sabía.—No hables de ese modo Tabbitha...— ¡Tu cállate, no tienes derecho! —se volvió al rubio
Hunter gruñó en alerta cuando vio a Tatiana llorar en los brazos de Sam y él la sostenía con aflicción entonces temió lo peor, miró a todos lados buscándola, buscando su olor pero no lo encontró.— ¡¿Dónde está Tabbee?!Wraith lo miró con el ceño fruncido mientras que Tatiana sollozaba con más fuerza, comenzaba a descontrolarse.¿Dónde estaba ella?—Has llegado tarde, ella se ha ido.Al escuchar esas palabras Chris sintió que el mundo se le venía encima.Tabbitha era su compañera y ellos la habían dejado huir.Casi corrió a las puertas pero Wraith lo detuvo.— ¿A dónde crees que vas?El macho le gruñó.— ¡A buscar a mí mujer!Wraith palideció y lo miró con vergüenza pero Chris poco le dio importancia mientras se volvía hacia las puertas nuevamente.—No sabía que Tabbitha era tu compañera.—Tu nunca sabes nada de mí sin embargo eso nunca me había importado hasta ahora.El líder de la manada se quedó sin habla por un momento.— ¿Qué piensas hacer Christopher? No puedes salir solo —Se at
Tabbee despertó con una tela en los ojos negra cubriéndolos sin embargo no le dio importancia al sentir su cuerpo pesado y dolorido, podía jurar que estaba en un lugar lleno de humedad por el olor, el miedo la llenó de golpe cuando recordó aquella voz y sus palabras, apretó su mandíbula y tironeó de sus brazos pero no consiguió más que lastimarse por las cadenas que los sujetaban, dejando escapar un gemido lastimero de sus labios, pronto dejó de hacer lo que hacía rindiéndose, estaba cansada, dolorida y sedienta sumándole el horrible miedo que sentía, sabía que pronto llegaría el desgraciado que la mantenía de esa forma entonces intentó hacer un plan pero en esos momentos su cabeza estaba en blanco.De un momento a otro se escuchó la puerta abrirse, nadie habló y ella solo pudo percibir los pasos del sujeto cada vez que se acercaba más a ella, temió pero se obligó a ser fuerte después de todo ella había esperado aquello, sabía que si salía de L’enfer ese sería su destino, ese siempre
Las ganas de llorar y el rencor se juntaron pero Tabbee sólo mordió sus labios para no perder el control.Lo odiaba, Dios sabía cuánto lo odiaba.Un minuto después Manuel y Keith los ayudantes de Mario trajeron al macho cambiaformas dopado dejándolo en el frío suelo, Tabbitha no lo miró, ya no sentía compasión más que por ella misma.Se sumó en un fatídico silencio que necesitaba mantener, si por alguna razón él despertaba ella sabía que la lastimaría como ya los otros habían hecho incluyendo a 135.El macho se quejó y ella supo que comenzaba a despertar, miró hacia los lados buscando algo con lo que defenderse pero era inútil y ella lo sabía.Respiró hondo siendo consciente de su maldito destino entonces se dio la vuelta para encararlo, pronto el aire abandonó sus pulmones y la visión se nubló.No podía ser cierto.Ella jadeó ante la intensidad de su mirada y supo que no estaba drogado como ella había creído inicialmente.—Christopher —Susurró incrédula.—Tabbee.Sin darle tiempo él
Tabbee se apartó de él desviando la mirada, suspiró lentamente tratando de calmar sus nervios, empezaría contándole lo que había hablado con su madre en L’enfer.—Ella...dijo que cuando ella tenía 14 años la habían secuestrado y traído aquí, la obligaron a ser la incubadora de los cambiaformas de su edad, fue violada y maltratada por todos los científicos nazis de aquí —contuvo la respiración por un momento antes de soltarla de golpe—, incluso por mi padre.Chris no pasó por alto el temblor de su voz ni los ojos cristalizados de Tabbee era como si estuviera desnudando su alma ante él, como si esa fuese su historia en lugar de la de su madre, él quiso consolarla sin embargo ella dio un paso atrás esquivando su mano, como siempre mostrando cuan fuerte podía llegar a ser.—Él la golpeaba también...— ¿No le crees a Tatiana? —se atrevió a preguntar.Tabbitha lo miró de una manera indescifrable que lo dejó sin aliento.—No le creo, estoy segura, conozco su pasado, estoy aquí para reemplaza
Chris la vio removerse entre sueños, no la había soltado desde que Tabbee le contó lo ocurrido en su pasado, durante los próximos días debían mantenerse en ese lugar hasta que Danger o Wraith los rastrearan.Sabía que desde que era un bebé Wraith había puesto un rastreador en él y en su hermano por ello se sentía tranquilo junto a su compañera sin embargo no podía evitar pensar en todo el daño que le había hecho justo allí en el lecho donde ambos descansaban.Por el momento no podía hacer nada salvo esperar el ataque de su manada, su tío estaría histérico pero muy poco le importaba, lo único verdaderamente esencial era sacar a Tabbee de ese infierno.Quería vengarse por sus lágrimas derramadas y por sobre todo quería mantenerla a salvo, cuando los liberaran el padre de Tabbitha tendría que pagar, lo obligaría a hacer la cura a su enfermedad, Tabbee no dependería nunca más de él y le demostraría que los cambiaformas no eran unas jodidas bestias como ella creía, se dedicaría a amarla po
Chris caminaba de un lado a otro realmente furioso, su bestia interior estaba hirviendo en ira y desesperación, nunca antes se había sentido de ese modo, la necesitaba. Hacían más de cuatro horas que Mario se había llevado a Tabbitha y por más molesto que estuviera por su comportamiento él la amaba, su ausencia comenzaba a desequilibrar sus emociones sumando que tenía un tiempo que no se transformaba, el tigre rugía dentro de él queriendo salir pese a que él no se consideraba un cambiaformas salvaje por el contrario, aunque prácticamente se había criado al lado de su padre biológico y que poco había conocido el calor de su madre, él sabía amar. ¿Por qué tenían que apartarla de él tanto tiempo? Revolvió su cabello desordenándolo entonces soltó un gruñido colérico. Fue ahí donde se dejó ir, su forma animal salió casi como si pudiera controlarlo, caminó con lentitud de un lado a otro desesperado por su hembra entonces no pudo evitar el ensordecedor rugido que dejó salir. —Calma besti