—Estoy segura que Leonardo no quiso decir eso Eleni.
La rubia la miró furiosa apartando de un manotazo las lágrimas de sus ojos. —¡Me llamó psicópata, no lo defiendas! —Dijo que nuestra familia era psicópata, no tu. —¡Todos menos tú, querrás decir! —Recordó—, no me incluyó a mí, no voy a ir a un lugar donde me crean una psicópata. —No seas dramática Eli, piensa en tu seguridad. —Cat… —¡Si tú te quedas yo me quedo! —chilló como una niña sabiendo que su tía preferiría protegerla, siempre había sido de ese modo. —¡Catarina! —Te lo advierto, y no bromeo. Esta vez Eleni suspiró audiblemente. —Muy bien, pero yo no socializo, lo sabes. Inevitablemente Catarina sonrió y la abrazó con fuerza.*
—¿Crees que estaremos bien? —preguntó Cat acariciando el brazo de Dierk quien la acunaba más cerca de él. Hacía dos días estaban en la manada que había formado Leonardo pero por alguna razón tenía un mal presentimiento. —¿Por qué preguntas eso? Claro que lo estaremos, siempre te mantendré fuera del peligro, voy a protegerte compañera. Ella lo besó cuando la emoción la cubrió antes de volver a apoyarse sobre su pecho y después de un largo silencio ella volvió a hablar. —Me preocupa mi tía, ella no parece estar llevando bien el estar aquí en la manada. Dierk hizo una mueca. —Pues tendrá que acostumbrarse, afuera pueden hacerle mucho daño. —Lo sé, aún no puedo creer que estemos en peligro y sea nuestra propia familia la amenaza. Su voz sonó más asustadiza de lo que creía y enseguida él lo notó. —No debes temer, ya te lo dije, te protegeré y por verte completamente feliz a la rubia también. Ella alzó sus ojos hasta él y estos lagrimearon sin poder evitarlo, lo amaba pero tenía tanto miedo de que su familia se lo arrebatara, estaba segura que Dierk moriría por ella, por protegerla aunque lo que él no sabía es que su esfuerzo sería en vano pues si él moría también lo haría ella. Él era su motivo para levantarse cada día porque Dierk le daba algo que no había tenido aunque en muchas dosis, amor. —No quiero que me dejes nunca Dierk. —No tienes que pedirlo porque nunca voy a hacerlo, eres mía gatita, mía para proteger y cuidar.EXPERIMENTO A-96 Un par de semanas después en la manada, Catarina estaba nerviosa por el comportamiento que estaba teniendo su tía. Eleni muy poco salía de la pequeña casita que le habían dado en la manada y cuando lo hacía era solo para comer y precisamente ese era el problema, ella ahora comía poco y cuando Cat no la veía escapaba del comedor tan deprisa como podía. —¡Eleni, sal por favor! —No Cat, no me siento bien ahora. —¡Sal, o hago que alguno de los chicos tumbe la puerta y nadie la pondrá, no más privacidad ¿Entiendes? La escuchó gruñir adentro y segundos después ella abrió, se veía mucho más pálida de lo que la recordaba por lo que Cat no pudo reprimir su preocupación dando un paso hacia su tía. —¿Qué tienes? —Solo no me siento bien Catarina, será mejor que… —¡Nada de eso! Estoy preocupada y sé muy bien el porqué estás así, Elizabeth me contó que estaban tratándote mal debido a que los cambiaformas creen que tu eres como nuestra familia, no quiero que te sientas mal, es hora de contar la verdad Eleni, nadie va a tratarte de esa forma otra vez. Pero cuando ella la tomó del brazo para llevarla fuera de su casa Eleni se colocó firme. —No, que piensen lo que quieran. Catarina suspiró y se cruzó de brazos analizándola con lentitud. —Entonces ¿Por qué no sales? Ella arqueó una ceja sonriendo a medias. —¿Por qué no quiero salir? —Dijo irónicamente—, quiero volver a casa, esto se ha alargado demasiado. —Pero tu seguridad… —Cat —la cortó—, yo sé que quieres protegerme pero a mí no me gusta que lo hagas. Yo soy una mujer que sabe pelear sus propias batallas, por eso digo que es tiempo de volver. —Pero… —No hay nada de qué hablar, tú estás segura aquí y yo debo irme. —¡Quédate! —No puedo. Fue su repuesta final y Catarina reprimió su molestia, cuando Eleni quería podía ser muy obstinada.*
La rubia peinó sus bucles cuando ya estaba por irse de la casa que le habían dado en la manada de Leonardo, sin embargo, su mente estaba muy lejos de ahí, tan solo el recuerdo del líder de la manaba causaba escalofríos que nunca imaginó tener, y no era cosa solo de esas semanas en su terreno. Él le había causado aquel sin fin de sentimientos desde que lo conoció, en los laboratorios de su padre bajo el nombre de A-96. Claro que absolutamente nadie aparte de ella lo sabía, su padre se había empeñado en hacer que tanto ella como Catarina odiaran a los cambiaformas salvo que eso nunca había sucedido. En secreto Eleni había sentido un amor imposible por A-96 aunque supiera que nunca podrían estar juntos, es por ello que se tenía que ir de la manada, ni siquiera le importaba lo que pensaran los demás de ella, pero sí lo que pensara A-96. Dejó el cepillo en el buró y tomó su maleta para abrir la puerta pero cuando lo hizo su torso impactó con uno mucho más duro y más fuerte que el suyo. Enseguida un jadeo escapó de sus labios al alzar la vista y encontrarse con ese par de ojos aleonados que la hacían suspirar desde que era casi una niña. Su cercanía le resultaba abrumadora pero cuando sus manos apresaron su cintura se encontró totalmente perdida. Balbuceó un par de palabras que ni ella supo que significaban aunque poco importó pues las mismas murieron en la boca del cambiaformas de león cuando este la besó con una pasión que no se podía fingir. Dulce, intenso, caliente… ¿Estaba soñando?Espero les esté gustando la historia y dejen su comentario♥
Pues solo así justificaba lo bien que se sentía estar entre los brazos de ese hombre y que además el mismo hubiera tomado la iniciativa de besarla.La ternura en el beso fue la causante de que sus ojos lagrimearan aún más cuando con besitos cortos recorría desde su barbilla hasta el terminar de su cuello robándole dulces gemidos que no pudo reprimir no obstante cuando se dio cuenta de lo que pasaba se apartó levemente de él hasta donde pudo, Leonardo no la dejó escapar de entre sus manos como ella creyó.—¿Qué haces A-96?Él esbozó una sonrisa que no auguraba nada bueno para ella por lo que tembló.—No dejar ir a mi compañera, eso hago.Enseguida ella comenzó a balbucear palabras inentendibles que ampliaron su sonrisa.—No lo entiendo, yo…—Tu lo eres, lo sabes, siempre lo has sabido. Desde la primera vez que nos vimos, ya no hay porque ocultarlo, el peligro pasó, no hay nada en este mundo que quiera más que a ti.Sus grandes manos acunaron su rostro y finalmente ella dejó deslizar po
Su voz ronca la hizo erizar pero fue peor cuando Leonardo cortó la lejanía chocando su pecho con el de ella.—¿Qué…?Su aliento se mezcló con el de ella y de un momento a otro su boca se enterró en el hueco de su garganta lamiendo su suave piel.—Yo mataría porque estés a salvo hermosa, te daré todo lo que quieras, aunque decidas no estar nunca conmigo.Ahora su lengua trazó un camino desde su cuello hasta el inicio de su pecho el cual se agitó en anticipación.Leonardo esperó a que ella se apartara pero contrario a eso alzó sus brazos apretando su cuello.Un rugido posesivo y de satisfacción estuvo a punto de salir de él sin embargo respiró profundo para no asustarla, eso era lo que menos quería.—No sabes cuantas veces he soñado con hacerte mía, hermosa.Eres mi perdición, por ti caminaría por las brazas del infierno, para verte feliz.Los labios de Eleni soltaron un gemido que lo hizo poner duro en cuestión de segundos, el animal dentro de él estaba inquieto, quería marcar a su com
Según el doctor Reynolds era porque la droga que les habían inyectado en los laboratorios seguía en ellos además de que la misma era transmitida a sus esposas mediante el semen y a sus hijos por la concepción natural.Su crecimiento parecía detenerse a los treinta años más o menos.—¿Cat? ¿Qué pasa? —preguntó Eleni viendo a su sobrina entrar con cara de pocos amigos a su casa.—¡Tienes que hacer algo!Eleni frunció el ceño confundida sin entender a qué se refería su dramática sobrina.—¿De qué hablas?—¡¿De qué hablo?! ¿Tienes alguna idea de lo sexy que es tu marido?Enseguida la fulminó con la mirada pero antes de que pudiera hablar Catarina lo hizo por ella.—¡Claro que lo sabes! ¡¿Adivina qué?! Gracias a tu obsesión enferma por tener niños, ese cambiaformas de león está pasando demasiado tiempo con esa mujer de dudosa reputación que además también es una cambiaformas de león, ¿Entiendes ahora? Si no haces algo, lo vas a perder…Ya no pudo entender nada más.En su cabeza las palabra
Muchas conjeturas comenzaron a girar en su cabeza volviéndola paranoica.A lo mejor él no se había separado de ella debido a que no quería lastimarla, sin embargo ella lo haría más fácil para los dos.Al llegar a casa lo hicieron en un silencio perturbador que más tarde ella se encargó de cortar con las palabras que Leonardo nunca creyó oír.—Leonardo, me voy.Este frunció el ceño enseguida antes de mirarla suplicante y arrodillarse frente a la silla donde estaba sentada.—¿De qué estás hablando? No entiendo, sé que…—No, no sabes nada —lo cortó Eleni con un nudo en la garganta—. Yo soy un estorbo para ti Leonardo, eres el líder de esta manada, necesitas un heredero y es obvio que yo nunca voy a poder dártelo, después de siete años no he podido tener hijos y…Él pareció querer decir algo pero lo calló, después de un par de segundos por fin volvió a abrir la boca y esta vez sí habló hecho una furia.—¡¿Y crees que estoy contigo solo por tener un cachorro?! ¡Me importas tú…!No obstante
LUNA DE HIELOHUNTERARGUMENTOPara Tabbitha Gallagher la libertad no es algo fácil de conseguir, desde pequeña tuvo que cuidar a su pequeña hermana y siempre luchó por mantenerla alejada del peligro, sin embargo, el destino hace de las suyas cuando por un accidente ambas terminan en L'enfer, la guarida de la más grande manada de cambiaformas en el mundo.Furiosa por estar en el lugar que menos quiere estar, Tabbee trata de escapar junto con su hermana sin saber que uno de esos hombres que tanto odia luchará contra todo por mantenerla junto a él porque desde que la vio lo supo, ella sería su mujer y nunca la dejaría escapar.CAPÍTULO 1Cuando despertó ninguno de sus pensamientos parecían estar en orden. Sin embargo de golpe todo volvió a ella de repente, de prisa abrió los ojos y buscó a su hermana aterrada, con rapidez se sentó en la cama de lo que parecía ser un cuarto de hospital entonces las maquinas a su alrededor comenzaron a sonar ocasionando que su dolor de cabeza se intensifi
Si bien era cierto que el silencio no era algo común en L’enfer el fuerte ruido sumándole los gruñidos habían llamado la atención de Chris quien comenzaba a acercarse hasta donde se encontraban los machos en un círculo.Pronto escuchó un fuerte gruñido seguido de un siseo, finalmente se abrió paso entre ellos entonces vio que Dav y Max sostenían a Damien mientras que Drew y Jay trataba de hacer lo mismo con Esteban.— ¿Qué pasa?Preguntó al chico a su lado quien resultó ser Alexander Christakis hijo de Leonardo Christakis fundador de la manada más peligrosa de Grecia, para todos era un misterio el porqué Alex había abandonado la manada de su padre si él era su único heredero y siguiente al mando una vez que su padre muriera, algunos incluso lo consideran un traidor y no entendían cómo es que su líder lo aceptó entre ellos.Él le dirigió una mirada burlona antes de volver su vista a los hombres que peleaban.— ¿Recuerdas la apuesta que hicimos hace poco?Chris alzó la ceja y le dio una
Al abrir los ojos se encontró sola nuevamente, respiró profundo y se quitó la vía para después con mesura levantarse encaminándose hacia la ventana la cual trató de abrir pero estaba cerrada con seguridad. Maldijo entre dientes mientras volvía a la cama, tenía que encontrar a su hermana y largarse antes de que alguien en especial supiera que estaban allí, furiosa por su debilidad quitó todo rastro de lágrimas de sus mejillas entonces escuchó movimientos fuera de la habitación y se apresuró a esconder su cuerpo bajo la manta fina aparentando estar dormida.—Deberíamos llevarla con su hermana —escuchó una voz varonil dentro de la habitación.Tabbee maldijo interiormente, había contado con que solo hubiera una persona y así poder luchar pero dos se hacía más difícil.—Necesitamos que hable, no lo hará si le damos lo que quiere.Contuvo el impulso de golpear a la mujer pelirroja, la muy perra sabía lo que hacía pero con ella no sería tan fácil.—Iré por un café, estoy muerta.—Yo comproba
En el momento que Chris vio a la chica escalando las ventanas no podía pensar en nada más que su curvilíneo cuerpo siendo expuesto, su piel ligeramente morena lo atraía como el infierno, sus instinto dictaban que tenía que ir a por ella ponerla sobre su hombro y llevarla a su cama donde pertenecía, quería yacer con ella, dominarla, poseerla como nunca había poseído a una mujer, miró a su alrededor y vio como los hombres miraban su anatomía en especial su redondo trasero, quería gruñir y matarlos uno a uno pero se contuvo.En el momento en el que Cian llamó avisando sobre la mujer humana ingresada recientemente en la pequeña clínica que poseían en su manada Chris debió salir de casa de Wraith apresurado, hacía mucho tiempo que no hacía nada interesante, había pasado una larga temporada lejos entonces había aprovechando la oportunidad para salir, con lo que no había contado era con que la hembra era sumamente atractiva y despertaba instintos en él salvajes que nunca antes había experime