Pude percatarme que el hombre vive en las afueras del pueblo, no me gusta acercame a este lugar, los lugareños se ponen nerviosos si nos ven merodeando. Por fin el arquitecto se detiene en una amplia casa, son de las que utilizan de paso, que alquilan cuartos por un tiempo determinado, lo que significa que el hombre solo vino a trabajar.

El tipo es de compostura gruesa, tiene algo de abdomen abultado, sube las escaleras con pasos pesados, un cachorro humano sale de la nada chocando con él sin querer manchado su pantalón con lo que creo es un helado que llevaba en la mano.

- ¡Mocoso del demonio! Fijate por donde pasas- Le grita exasperado, el niño corre a refugiarse dentro del edificio- Estoy harto de este lugar- Dice sacudiéndose el pantalón -Cuanto antes me vaya mejor…. – Va vociferando al interior de la casa. Nosotros podemos escucharlo con facilidad, gracias a nuestra gran habilidad auditiva.

El aire se carga de un olor delicioso - «Mía»- Dice Elric, levantado el hocico para percib