El pelinegro se nota preocupado, hasta que nota mi sonrisa y pasa a estar confundido, al igual que la enorme serpiente cuando nada cambia y la barrera sigue manteniéndose en pie entre nosotros, continuando con su encierro que, posiblemente, dure otro par de siglos. -Error...-No, es imposible, la respuesta es correcta, ¿por qué no soy libre? ¿Tu Diosa es una mentirosa o qué?-No, ella cumple con su palabra, no es su culpa que hayas contestado mal. -¿De qué estás hablando? La raíz cuadrada de cuatro, es dos, el resultado es correcto. -Es verdad, es un resultado correcto, pero yo no te pedí un resultado, ¿o sí?-Me preguntaste cuánto era la raíz cuadrada de cuatro, no mientas. -No miento, y yo no pregunté cuánto era, yo te pregunté si podías darme la raíz de cuadrada de cuatro, pregunta que se respondía con un sí o un no, no con un número, y como te confiaste por sencillez del planteamiento, no te tomaste el tiempo de analizar lo que dije, y te lanzaste a responder, cometiendo el er
-¿Un lobo negro? ¿Uno como yo?-Sí... hoy cuando te vi transformado, me di cuenta de que, con miedo a equivocarme, puede que seas tú.-Por eso preguntaste sobre las visiones.-Sí, quería saber si era la única. Que no hayas visto nada, no implica que no seas tú, aunque tampoco el que River sea negro implica que seas ese lobo. -Te entiendo, y es comprensible tu duda...-¿Pero? Porque detecto un pero ahí. -Pero, no solo somos compañeros realmente, lo que es un punto muy importante, tú sentiste la conexión igual que yo, sino que también hay algo que no sabes, ni tú ni nadie. -¿Y eso qué es?-Puede que no haya tenido visiones como tú o recuerdos del pasado, sin embargo, una noche, el día en que me transformé, creo que te vi.-¿A qué te refieres?-Luego de mi cambio, River y yo hablamos por primera vez, y cuando la luna empezó a bajar, algo raro ocurrió: el bosque empezó a nublarse, a llenarse de niebla, las criaturas que lo habitan surgieron y se movían todas hacia el claro, haciendo qu
-¿Marceline?La imagen que esa vez vi en el cuadro en el restaurante, ahora está aquí frente a mí "en vivo y directo", o bueno, no precisamente vivo. Cabello largo y rojo hasta la cadera, grandes ojos verdes, piel lechosa impoluta y una maraña de pecas espolvoreadas sobre las mejillas y el puente de la nariz. Tiene la misma aura tranquila que "emanaba" el cuadro.-Hola.-¿Cómo es que...? ¿Tú eras la que me observaba?-Lo siento por eso, pero es que no podías verme todavía, aunque debías saber que estaba aquí. -¿Por qué?-Porque necesito hablar contigo. -Está bien... Un minuto, ¿estabas mirando mientras nosotros...?-¡No! Tranquila, no soy de ese tipo. Cuando vi que iban... bueno, tú entiendes, simplemente me fui y vine a esperarte aquí. Presumí que vendrías tarde o temprano. -Ok... supongo que gracias por eso y, am... lo siento por lo de Tayler y yo. Sé que él era tu compañero y todo eso, sin embargo...-Tranquila Angi, no estoy molesta en lo más mínimo, es más, me alegra que Tayle
-¿Que tú qué?-Lo que escuchaste, "veo gente muerta"...-¿Eres la niña del sexto sentido?-Tayler... Hablo en serio.-Lo sé, lo sé, lo siento, es solo que no pude resistirme.-Pues no empieces a molestar y tómate esto en serio o empezaré a llamarte pollito. Es escuchar ese apodo y toda comicidad desaparece de su rostro de un plumazo, tornándose mortalmente serio en menos de un latido de corazón.-¿Dónde escuchaste eso?-Te dije que hablé con Marceline, ¿qué tan difícil es de creer?-Así que sí lo hiciste, de otra forma, es imposible que lo supieras. Aún no has hablado con mi madre, así que...-Así que hablé con ella, aunque te cueste creerlo evidentemente.-Es que...-¿Es raro y poco común que alguien pueda hacer eso?-Bueno... sí.-Lo sé, pero es la verdad. Me dijo que te dijera eso si molestas mucho, te llame pollito y me explicó el por qué de ese apodo.-Es broma, ¿verdad?-Nop.-Maldición... ni en el otro lado me permite estar tranquilo.-Quien te quiere, jamás te deja solo. -Lo
No llego a mover siquiera un dedo, porque antes de que nos lancemos como "Ángel vengador" sobre esa maldita desgraciada, un golpe de aura muy fuerte y un gruñido que podría arrancarle la mierda del susto hasta al maldito Basilisco al que nos enfrentamos anoche, se escucha retumbando por todo el espacio de la entrada, obviamente proveniente del lobo que ahora parece mucho más obscuro e intimidante, incluso desde el sitio donde me encuentro. Una parte de mí está nerviosa de lo que pueda pasar y la otra se regodea feliz en el pánico y terror que notan en el rostro de la rubia, la cual incluso retrocede un par de pasos, como si le preocupara que Tayler fuera a alzar el brazo de un momento a otro y a arrancarle la cabeza de un zarpazo. Si soy sincera, no sería algo que me molestaría, a decir verdad, por más cruel que suene. Yhoseline me hace acordar tanto a Thábita que no puedo evitar sentir un rechazo hacia sus acciones y maneras, que hacen que quiera ir a, como mínimo, arrancarle las e
La sonrisa que había estado dibujada suavemente en su rostro desde hace ya casi una hora, desaparece por completo de un plumazo en menos de un segundo, adoptando esa misma expresión seria que tuvo cuando Yhoseline empezó con su drama, sin embargo, la ira que ciega en éste momento a la mujer, impide entender lo que realmente implica esto y lo peligroso que será para ella si no retrocede... Es sabido que la ira y el miedo nos hacen irracionales, y en éste momento, la madre de la rubia está más que furiosa. ¿Es que son todas iguales en su familia o qué les pasa?-¿Qué es lo que quieres ahora, Silvia? Realmente estoy empezando a dudar seriamente de tu sentido común.-Pues yo dudo que lo tengas. ¿Qué fue lo que le hiciste a mi hija? ¿Dejaste que esa rechazada la lastimara? ¿Estás loco? ¿Cómo se te ocurre? ¿Es que ahora ya no cuidas de tu manada o qué? Ante las palabras e increpaciones de la loba, los que las escuchan empiezan a murmurar, haciendo que quiera golpearla por haber hablado sin
-Tranquila, todo irá bien, ya lo verás, solo relájate y se tú misma. Aún no me acostumbro a su voz en mi cabeza, porque él no es de usarla mucho, y aunque antes estaba la posibilidad por ser mi Alfa, ahora que es mi compañero es mucho más intenso. Es extraño, aunque también reconfortante. En mi mente, intento hacerme de valor, porque esto ya lo hice una vez, ya fui presentada, sin embargo, la situación era diferente, aquí si bien ya no soy una completa extraña porque llevo unas dos semanas y algo compartiendo mi vida con ésta manada, nadie salvo Nina y Johan me conocen lo suficiente. Bueno, también podría contar a Albert, pero a él hace años que no lo veía. Lo que me preocupa en sí, son todos los demás (sobre todo con quienes no he tenido prácticamente contacto), en qué pensarán por esto tan "repentino". No obstante, y contrario a lo que podría haber esperado, en cuanto Tayler pasa su brazo por mi cintura, todo el mundo empieza a aplaudir y a vitorear, tal y como lo hicieron antes
Logro esquivarla haciéndome a un lado y rápidamente me giro para patearla antes de que pueda volverse hacia mí nuevamente, alejándola de mi persona. Antes de que se recupere, soy yo quien se arroja hacia ella, clavando el talón de mi bota en su costado, sin embargo, y a pesar de conseguir asestarle un buen golpe y escucharla gemir de dolor, antes de que pueda herirla con mis garras, ella se alza sobre sus patas traseras y me lanza un zarpazo que no consigo evitar. Puedo sentir cómo sus garras me cortan la mejilla, cuatro caminos de los que la sangre escurre por mi piel, y sé que se siente satisfecha de haber logrado herirme, hasta que me ve volteándome lentamente hacia ella, escupir el escarlata de mi boca como si nada y cómo uno por uno, cada corte desaparece como si se cosieran a sí mismos hasta que ya no queda nada en mi piel, como si nunca hubiera pasado nada. -¿Qué demonios...? ¿Qué eres? ¿Un vampiro?-Estoy segura de que eso desearías, pero no tienes tanta suerte. Soy como tú,