Balanceando el peso de su cuerpo mientras se sostenía con fuerza de una retorcida rama de árbol, Freyha tomó impulso para lanzarse hacia el tronco del árbol más próximo.
Cuando su cuerpo impactó contra este, no demoró ni un segundo en clavar sus oscuras y largas garras de lobo en él, tal como si fuera una presa.
—No falta mucho, solo un par de árboles más—susurró Skol, cayendo contra el mismo tronco en el que ella estaba.
Tenían suerte de que aquellos pinos fueran tan grandes como para albergar a cuatro adolescentes entre sus ramas torcidas.
Pero también eras viejos, por lo que debían estar muy atentos a la hora de
Cuando finalmente sus pies tocaron el verde césped que recubría la tierra de aquel bosque, la loba gris sintió su cuerpo entero temblar de pánico y emoción en partes iguales.Con el corazón acelerado y flanqueada, tanto por los gemelos como Fenryr, ella avanzó, fingiendo que sus pasos eran los de una persona firme y decidida, con confianza y seguridad, pasos de un verdadero candidato a Alfa.Pero la realidad era que estaba aterrorizada, con ganas de regresar a su casa y no salir más. Sin embargo debía hacerlo, aquella era la única oportunidad que tenía para controlar al lobo que moraba bajo su piel igual que un parásito, alimentándose de sus temores y fomentando nuevos.Por eso, cuando
Viaje al pasado:La nieve se amontonaba alrededor de los caminos estrechos y borrascosos del sur Argentino.Aquella feroz tormenta de nieve llevaba azotando el pequeño pueblo de Villa La Angostura desde hacía más de dos semanas, por lo cual, cualquier visión del asfalto era pura obra, casi milagrosa, de una máquina recolectora de nieve.La zona se encontraba en alerta, se suponía que nadie debía salir de sus casas y menos aún, aventurarse a las carreteras.Sin embargo, el vehículo viajaba a toda velocidad, esquivando los baches que el hábil piloto conocía de memoria.Pero no sé inmiscuya
Viaje al pasado:La hermosa mujer salió a rastras y con mucha dificultad del vehículo, sus fuerzas comenzando a escasear, mientras intentaba sostener como podía a la pequeña bebé que mantenía aferrada contra su pecho, en un intento desesperado por resguardarla del frío atroz del invierno.El hombre dentro del auto estaba muerto, mientras daba a luz ella no se atrevió a mirar en su dirección, sin embargo el aroma a sangre era sofocante, a parte de que solo podía escuchar un corazón latir, el suyo propio.O al menos fue así hasta que la hermosa bebé nació, y fueron dos los corazones palpitantes.Su plan inicial hab&iacut
«¡Mírame a los ojos!»Impuso el enorme lobo gris en un tono autoritario y demandante, capaz de aterrar hasta al más valiente de los corazones.Freyha, ajena a su cuerpo y deseos, obedeció. Al elevan el mentón tembloroso, contemplo la dorada mirada del lobo, carente de amor, afecto, amabilidad, o siquiera empatía.Solo la más funesta y rabiosa de las cóleras parecían habitar en ellos, volviendo así rehenes a sus acciones.La muchacha de castaño cabello tragó duro, tratando de no revelar cualquier signo de miedo en sus facciones.Pero aquello era algo imposible, después de todo, al igua
Fenryr:El chico de cabello color oro y mirada nocturna no podía dormir.Sin embargo, no eran los incesantes y casi sísmicos ronquidos de su mejor amigo Hat, los que lo mantenían en vela.No. Fenryr ya se había quedado a dormir en la casa de su amigo incontables veces como para acostumbrarse a los molestos ruidos que profería su amigo al dormir.El motivo de su falta de sueño se debía a los acontecimientos de aquel día, comenzando por el hecho de la milagrosa llegada al mundo de Freyha, hasta el beso que ella le dió.Fenryr había intentado demasiadas veces cerrar los ojos y obligarse a c
Freyha:Estaba paralizado por la profunda mirada nocturna de Fenryr.Jamás la había observado de aquella forma, ni él ni nadie.Por eso no logro comprender todas las emociones que parecían tomar lugar en él.—No quiero que te vayas—susurró él sin soltar su mano.—No me iré—respondió ella incapaz de apartar sus ojos de su mirada nocturna.Los labios de Fenryr se separaron levemente, mientras buscaba la fuerza para reunir las palabras.—Necesito que hablemos del beso d
Las clases de biología tenían una cosa buena y una cosa mala.Lo negativo, era que Freyha debía cursar sola, ninguno de sus dos amigos se había anotado en ese horario, lo cual dejaba a la loba sin nadie con quien hablar durante las dos horas que duraba la clase.Lo bueno, era el profesor, y no porque este fuera necesariamente bueno, en realidad él estaba muy bueno.Inteligente, carismático, de buen porte, con preciosos ojos azules y cabello castaño cobrizo a juego. Las chicas del instituto estaban de acuerdo en que debía ser modelo y no docente, pero por algún milagro divino él era profesor. Su profesor.Pero para desgracia de todas las alumnas, su docente era increíb
La loba gris esquivó el ataque sin ningún problema, sus instintos clamando a gritos que tomara represalias contra las dos amigas. «¡Déjame salir!» bramó la bestia en su interior, retorciéndose para soltarse de aquellas cadenas que lo intentaban aprisionar. Y Freyha lo escuchó, su rabia le permitió abrir aquella puerta que mantenía cerrada bajo candados de oro. —Que conste qué tú comenzaste—ronroneó la chica, cuya dorada mirada parecía brillar con mayor intensidad. Tal como le había ocurrido a Fenryr en el bosque, sin embargo, a diferencia de él, su lobo no solo se relegó a observar el mundo a través de sus ojos. No. <