NARRA ÁNGELAhí de rodillas en ese suelo frío viendo la puerta de la habitación donde acaba de salir la doctora, comienzan a llegar todo el peso de la culpa sobre mí.- ¿Qué fue lo que hice? - dije para mí, pero terminó siendo escuchado por los presentes.—Esto fue lo que hiciste. Eres un bruto, un tonto Ángel ¿Como le fuiste hacer eso a Clara? ¿Acaso todos estos años juntos para ti no fueron nada? Tú no tienes ni la más mínima idea de lo que fue ver a Clara llorando todas las noches desde que se enteró de su embarazo y era porque al no saber de quién era su bebé te perdía a ti y fue honesta contigo desde un principio ¡PORQUE TE AMABA! Yo no soy familia de ninguno de los dos, pero soy la única que puede testificar sobre el corazón de oro que tiene esa mujer. Ayudarme desinteresadamente, sin esperar nada a cambio de mí y eso es lo que hizo Clara. Ayer estaba tan emocionada hablando de que hoy quería sorprenderte al contarte de su embarazo como regalo de bodas. ¿Y tú mira lo que le has
NARRA CLARACuando escuché que estaba sangrando sentí que mi mundo entero se caía a pedazos.—¡Hay que llevarla rápido al hospital! Mira Cecilia si algo le pasa a mi hijo o a mi nieto. Mató a Ángel, ¡Te lo juro! — escuché que dijo mi madre a distancia porque sentí que me iba a desmayar.—¡Clara! No… ¡Clara! — fue lo último que escuché al caer sobre el cuerpo de Sandy quien me miraba con desesperación. Poco a poco mis ojos y oídos se apagaron sin que pudiera evitarlo.—Deberá guardar reposo absoluto hasta que ya el peligro para sus bebés pase. —escucho la suave voz de una mujer hablar. Abrí mis ojos de golpe cuando ella mencionó la palabra bebés.—¿Bebés? — pregunté mi voz se escuchó más como un susurro.—Ay, mi niña. ¿Como te sientes mi amor? — me pregunta mi papá viniendo a un lado de la cama.—Me duele un poco el vientre, doctora usted dijo bebés ¿Cómo están? — pregunté ansiosa y no me dio buena sensación que primero mirará a mis padres. Mi papá asiente toma mi mano y la aprieta con
NARRA ÁNGEL—Eres un idiota, un desgraciado. ¿Qué mierda pasaba por tu cabeza al hacerle esto a mi hermana? — grita Said al tenerme pegado a la pared apretándole el cuello. Después de salir de la habitación de Clara, me encontré con Said y Emir, no fue muy agradable recibir sus golpes, pero sé que son justos después de ver lo que le he causado a su hermana y esto es algo que ni yo mismo podré perdonarme. Se escuchó un pitido y después de unos segundos la doctora que está atendiendo a mi diosa corre hasta su habitación junto con una enfermera. Todos nos alertamos y cuando vi a mi chica asustada con una mano en su vientre y dijo que le dolía me asusté. Si algo le pasaba a Clara a nuestros bebes, no volvería a ser el mismo de antes. Si ya siento que mi corazón está en millones de pedazos por la partida de uno de nuestros bebés, no me imagino el dolor que sentir que algo aún peor pase. La doctora cuando miro a todos dentro de la habitación pidió que saliéramos, pero yo no me iba a ir. No
NARRA ÁNGEL—¿Me estás mintiendo verdad? — le digo y no se si el dolor en mi mandíbula era por los golpes o por tenerla abierta todo este rato, pues tuvieron que pasar algunos minutos para procesar lo que me estaba diciendo.—No esa es la verdad, estoy activamente desde hace 4 años ya. La abuela es la única que lo sabe, no estuvo de acuerdo porque siempre hay un poco de peligro, pero a mi no me importo. La verdad es que disfruto mucho hacerlo, en especial desde que tenía 16 años y supe lo que había pasado con nuestro padre. En mi inmadurez y por los pocos recuerdos que tengo de ese entonces crucifique a mi padre. Fue hasta que pasó lo de Khoa que entendí que él siempre los había puesto primero a ustedes antes que al mismo. Para mi había sido un acto de cobardía el no haber denunciado lo que le pasaba desde el secuestro de Aitor y Alan, pero ahora que estoy en esto. Puedo entender más a mi padre y lo que lo llevó a tomar esas decisiones. No lo odio y creo que ya no tengo ningún tipo de
NARRA ÁNGEL—¿Qué fue lo que dijiste? —logre balbucear ganándome su atención y sus expresiones de espanto también.—Nada, aquí estamos intercambiando los papeles, es parte de nuestra terapia. — se atreve a decirme el idiota que por la conversaciones identifico ahora como Ian. Liam no dice nada, solo niega.—Ya basta, Ian. Ya no más, habla con la verdad por primera vez. — le dice Liam. Ian comienza a ponerse nervioso y Liam pone su mano en su espalda.—Cálmate, todo estará bien. — logré decir cuando lo vi ponerse todo tembloroso. Su mirada va hacia su hermano.—¿Sabías que estaba detrás de nosotros verdad? — le grita Ian a Liam queriéndolo golpear.—No lo sabía y si así fuera. Ya es hora de que toda la verdad salga a la luz. Ya estoy harto de vivir a medias. Ya no puedo vivir así bajo tus amenazas. Ya no somos unos adolescentes, es hora de hacer las cosas bien hermano. Déjate ayudar, es lo mejor para ti. — le comenta deteniendo sus brazos evitando que lo golpee.—Me traicionaste, ¡Me t
NARRA LIAM —¿Por qué hiciste eso Ian? — le grité cuando vi que le había pegado a un niño diciendo que jamás se olvide de Liam, el niño que lo había golpeado. —Para que te respeten. — me respondió. —Eso no es correcto, Ian. Tendré problemas con mamá por culpa de esto. — dije y sin que a él le importara solo se fue. Como lo predije mi mamá me castigó sin electrónicos por una semana. —Liam préstame tus zapatos. — me pidió y yo me sorprendía porque siempre le gustaba que le prestara las cosas que nos hacían diferentes, ya sea relojes, zapatos, gorras, fajas. Siempre uno usaba negro y rojo y el otro blanco y azul. Eso comenzó a los 15 años. —No, Ian esas son mis cosas. No te las puedo prestar, tú tienes las tuyas. — le decía y siempre empezaba. —Por favor hermanito. Préstamelos, tú te puedes poner los míos sin ningún problema. Es como hoy soy tú y tú eres yo. — comentó y lo miré sin estar de acuerdo. —Vamos, será divertido. Creo que todos los gemelos idénticos como nosotros pueden ha
Se puede saber quién es Máximo, Gorrión y Petirrojo? ¿Qué tiene que ver ese Máximo con Esme? — le dije cruzándome de brazos. Él se da la vuelta y le resta importancia.—Sabes que trabajo para la agencia y pues nombres de pájaros son los que utilizamos, yo soy halcón, la abuela es gorrión, la tía Esmeralda es petirrojo. El abuelo es búho y la lista sigue. No me preguntes el tuyo porque no te gustara. — me dice con una sonrisita maliciosa en su rostro.—Lo averiguaré con mi abuela, no te preocupes. — le digo y él asiente.—Si mejor, porque si lo digo creerás que te estoy mintiendo… Cotorro. — dice riéndose de mí.—Ya, basta de chistes. Vine a buscarte, porque algo pasó en la casa de nuestros tíos. Fui a lo que te había comentado ayer y me encontré con la noticia de qué. — me tomé un tiempo para explicarle cómo había sido todo ese momento y sacó su teléfono y marcó un número, pues segundos después se lleva el teléfono a la oreja.—Abuela…— no dijo nada, solo se limitó a escuchar a mi abu
NARRA JIMENA —Cariño estoy preocupada, dolida, decepcionada. La verdad que tengo muchos sentimientos encontrados. No sé en qué momento mis nietos se convirtieron en este desastre. Me hace sentir peor que traté de estar siempre para todos ellos y esto me hace sentir muy triste. Lo de Ángel y Alan no me extraña, son inmaduros aún. Uno por desconfiado e inseguro y el otro por clasista y superficial. Más ni se imagina que esa verdad está a punto de explotarle en la cara y me da mucho pesar por él. Porque Susy ya lo ha sacado de su corazón y de su vida. Una mujer como ella, que ha tenido que sufrir de todo por el amor de nuestro nieto. No me extrañaría que rehaga su vida ahora que se ha ido con su abuelo a Londres. Hace unos días estuve presente en una de sus videollamadas y me partió el corazón verlo llorar después de cortar la llamada que le estaba haciendo para ver a Khoa. El idiota la ama y no sé qué pasará entre ellos, solo sé que es muy difícil para el vivir lejos de su hijo y Susy.