Mientras el CEO Andrés y Andye seguían clavados en su sitio con él trago de whisky en la mano. Egon trataba de explicarse. — Déjenme explicar la situación, conocí a Cecilia por primera vez en un centro comercial, Tomamos un café y conversamos, después la encontré en un club, Fué esa vez que Joshua Ferreti se llevó a la fuerza del lugar a Andrea. — ¿Qué...? ¿Cómo que Joshua se llevó a la fuerza a mi princesa? Andye, ¿Tú lo sabías? Ese mafioso le hizo daño a mi hija, ¿Pero en qué momento y por qué no estoy enterado? — Andrés estaba muy molesto. — Si lo sabía. No quise decirte nada porque en realidad no pasó nada. Yo mismo fuí esa noche por ella a casa del mafioso apenas Cecilia me llamó para contarme, Joshua ya estaba dormido y Andrea estaba durmiéndose en un sillón. — Ese muchacho me va a escuchar, si que lo hará. ¿Pero ahora lo que quiero saber es... cómo demonios resultó que tú embarazaste a mi Cecilia? — Bueno pues... estábamos en mi casa, una cosa llevó a la otra y de
En un coche de lujo llegaba el CEO hasta el bar en dónde se suponía que se encontraba el mafioso. Rápidamente. Al entrar buscaba con la mirada al hombre que lo tenía perturbado en los últimos días. El lugar era bastante chic. La luz era tenue, se prestaba para pasar desapercibido y hacer una que otra travesura. Axel Lo pudo ver en una apartada mesa, un poco despeinado y sosteniendo apenas un vaso de whisky. Apresuró sus pasos hasta llegar hasta él. — !Demonios Oliver, ni siquiera ha anochecido y tú ya estás más ebrio que una cuba! ¿Qué rayos sucede contigo? Vamos, salgamos de aquí. — Señor, todavía no se ha pagado la cuenta. No se lo puede llevar hasta que pague. — El mesero se acercó a Axel. — Yo pagaré, ¿A cuánto asciende el monto? — Son... Treinta y dos mil dólares señor. Este cliente en especial siempre pide la mejor y más costosa botella de whisky cuando viene aquí y hoy se ha bebido tres. Para un Black esa cantidad era nada. El CEO sacó una de sus tarjetas carga
El CEO Black ya se había quitado su saco y puesto por ahí, toda su atención estaba en el mafioso, lo llevó a la bañera y lo metió cuidando que no se golpeara. Oliver decía algunas cosas que no se entendían del todo y manoteaba un poco. — Mete la cabeza, necesitas darte un chapuzón, Pero que batallar contigo. Oliver no se dejaba hacer nada. — Tú me quieres ahogar, llámale a Emill que venga a buscarme. — El mafioso parecía un niño chiquito — ¿Te volviste loco? ¡Jamás haría algo como eso. Si no te das un buen baño no se te va a quitar lo borracho! — Yo... no quiero que se me quite... — Oliver jaló de la corbata a Axel para besarlo, el CEO dudaba en dejarse llevar o si corresponder a la invitación. — Oliver... — Jadeaba el hombre Black. — Si continuas no voy a poder detenerme. Muero de deseos por hacerte mío... El mafioso se puso de pie dejando ver su atractivo cuerpo, salió de la bañera sin dejar de mirar con intenso deseo a Axel. — ¿Quién te ha dicho que debes de
La azul mirada del CEO Black tenía un brillo diferente esa mañana. Su mayordomo nunca lo había visto enamorado y está vez el amor parecía haberle pegado muy duro. — Entonces pediré que preparen algo especial para él probable futuro señor de la casa. ¡Por fin nuestro CEO se ha enamorado, esto tenemos que celebrarlo! — Murmuraba el mayordomo mientras se retiraba a la cocina. El empresario envío unos correos a su asistente personal y después volvió a subir a la habitación. Oliver ya estaba despierto y no parecía estar de tan buen humor. — Axel Black, ¿Cómo puedes estar así como si nada después de lo que me hiciste? ¡Me rompiste el culo y ahora me duelen las caderas! — Oliver estaba muy enfadado. — Wow... ¿Qué pasó aquí? Pareces un puercoespin enfadado. Además que yo recuerde no te hice nada que no me pudieras hacer. ¿Ya lo olvidaste? — Yo... no recuerdo eso que dices. !Te aprovechaste de que estaba ebrio! — El mafioso señalaba al entrajado y atractivo hombre. La verdad er
Enfadado y todo Oliver logró poner a raya al CEO y desayunaban juntos, había de todo en el carrito que el mayordomo había subido a la habitación. Axel ayudó a sentar a su chico en uno de los cómodos sofás, lo veía comer el tocino y los huevos fritos sin parar, de pronto con un tenedor atrapaba algo de fruta o comía un bocado de panqueque. — Señor Black, estaré en la cocina por si me necesita, y... debería de cerrar las ventanas por la noche, parece que hay vampiros sueltos. No queremos que lastimen a nadie. — El mayordomo David había visto todas las marcas que su CEO dejó en su invitado especial. eran tantas y tan marcadas que parecía estar recién salido de una tortura de mafiosos. — ¿De que habla tu mayordomo? Los vampiros no existen y no andan sueltos por ahí. — Decía el ojiverde mientras seguía desayunando, más fue en ese momento que lo entendió. — !Hijo de... si es lo que estoy pensando que es...! — De un salto Oliver fue al espejo a verse, por un momento se le olvidó e
Una vez en su villa, Oliver subió directo a su habitación y se cambió de ropa a una pijama, no pensaba salir a ninguna parte con tantos marcados chupetes en el cuello y en la barbilla. El mafioso estaba tan molesto. ¿Cómo se iba a presentar a trabajar con esa pinta? Prefería morir a ser el hazmereir de sus hombres. ¿Pero... cómo lograría estar días fuera de juego? El resto de la mañana se había quedado profundamente dormido debido al cansancio y por qué Axel no lo había dejado pegar un ojo. Más por la tarde Emill lo llamó. — Oliver, necesito que vengas a la mansión Rodríguez. Estamos teniendo problemas con una carga y tú tienes toda la información al respecto. — No puedo ir a trabajar Emill... Estoy enfermo y creo que es contagioso. Cof. Cof. Cof — El hombre tosió simulando estar mal. Obviamente no le iba a decir que le dolía todo el cuerpo por follar sin control con Axel Black y que además estaba todo chupeteado. — Así tengas la peste bubónica , prefiero contagiarme y mo
En la oficina que el ruso Egon manejaba en los Estados Unidos, él había decidido contarle a sus padres sobre él bebé que venía en camino. — Hijo, que gusto escucharte, ¿Cómo va todo por allá? Si tienes algún problema no debes dudar en decirme. — Todo está bien, papá, la sociedad con la familia Alcántara va muy bien. Te estoy llamando para otro asunto en realidad. — Cuentale a tu padre, lo que sea lo vamos a resolver. — El CEO Drimitry escuchaba con atención a su hijo. — Como sabes mi relación con Úrsula no funcionó, lo nuestro no se reanudará jamás. — Si, lo siento mucho, sé que tenías fuertes sentimientos por ella, Pero ya llegará quien te ame y te haga feliz, si esperas lo verás — Bueno pues... conocí a una chica, ella es muy especial, una noche por circunstancias del destino terminamos en mi casa, y... una cosa llevó a la otra y boom, un bebé viene en camino. Alo... Alo papá, ¿Sigues ahí? — El teléfono se quedó en silencio por un momento. — Sigo aquí, ¿Me estás dic
Absolutamente todo lo que había dicho Oliver, había llevado a Emill a la conclusión de que había sido Axel Black, quien había logrado seducir a su mano derecha. — Estás hablando solo por hablar, Emill. Oliver en ningún momento ha dicho un nombre, ¿Qué te lleva a pensar que fue ese CEO Black el responsable? — ¿Pero que no estás escuchando? ¡El dijo claramente que aunque me diera su nombre yo no podría matarlo! ¿Se trata de Axel, cierto Oliver? ¡No me lo niegues, mira que no soy tan imbécil! — Bueno si, lo descubriste, ayer me emborrache tanto que tuvo que ir ese CEO por mí. Yo estaba como.una cuba, pago la cuenta y me sacó cargando. — Pero... ¿Por qué no te llevo a tu casa? ¡Lo hizo a propósito para seducirte, además que estabas en un estado inconveniente, se aprovechó de ti Oliver! — Emill seguía muy molesto. — Es que... yo le pedí que me llevara a su casa, el alcohol me desinhibió y me sentí valiente, además estaba deprimido por el rechazo de papá y... Yo también deseaba