La tensión se podía cortar con un cuchillo, el CEO Ferreira, estaba molesto y se sentía herido, era por eso que hablaba desde el dolor que le provocaba ver qué a Diane, le había importado un pepino lo que pasó entre ellos esa tarde y se paseara con él mafioso americano como si nada

— Estoy esperando a que hablen, no tengo toda la noche

— ¿De que hablas, Alessandro? No hay nada extraño aquí — Emill, decía a su amigo ya que no estaba enterado obviamente de lo ocurrido entre Dallán y Diane

— Yo voy a hablar, creo que estás pensando demasiado Dallán, me encontré con Devon en la entrada, no llegamos juntos, él y yo somos amigos solamente

— ¿Amigos? ¡Al mafioso le gustas y quiere hacerte su novia, eso lo sabes muy bien, pero te dejas cortejar sin problema y en verdad no lo hubiera habido hasta que...! Yo creí que podíamos tener una oportunidad, creí que te había quedado claro lo que sentía por tí, pero veo que no te importó y no quieres una relación conmigo, pues bien... marcharte