La pregunta había quedado en el aire, que secreto de la familia Lombardi, guardaba el empresario y por que no se lo habia comentado a su esposa, ¿Acaso no quería que lo supiera? ¿Acaso temía algo y se lo estaba guardando? El abuelo, se dió cuenta de inmediato que su nieto se había callado ese pequeño gran detalle, ese nieto suyo, ¿Qué razones tenía? — Oh, ¿Entonces no se lo has dicho? Donovan, ?Acaso temes que la madre de tus hijos te abandone por el terrible carácter que tienes y se lleve a los bebés? habla que te vamos a escuchar — Abuelo, ese es un tema que yo iba a tocar con Adriana, en el momento oportuno, lo estas haciendo ver cómo que me lo callé a propósito — ¿De que habla el abuelo, Donovan? ¿Qué es lo que no me has querido decir? — Adriana, fijó su verde mirada en su marido — El abuelo habla de una cláusula que mi bisabuelo puso en su testamento, habla sobre los herederos Lombardi, y sus madres, por cada bebé Lombardi, que una mujer de a la familia, ella será re
Habían pasado ya tres meses desde que les habían dado la noticia del embarazo a los CEOS y sus esposas, después de que les prescribieron la medicina para mejorar los síntomas del embarazo, Adriana y Candice, estaban mucho mejor, pero había hombres que no se olvidaban de ellas, tanto para bien como para mal El CEO Lombardi, se encontraba en su oficina cuando su amigo Dallán, llegó, él venía bastante molesto cuando el empresario lo vió entrar como un huracán — ¿Pero que es lo que te sucede? pareces un toro furioso — ¡Es esa mujercita, ya le he enviado flores, chocolates, docenas de mensajes y ni siquiera se digna en contestar? ¿Quién se ha creído? ¡Pero te juro que está vez si va a saber quién soy yo! — Si, aja, así dijiste la última vez, y sigues en la misma situación, sin lograr que te escuché y rechazado, ya deberías dejar esa causa perdida de una buena vez y buscarte a otra chica, Dallán, la jovén Ferreti, no quiere nada contigo, quizás... quizás ella se haya enamorado d
Justo a la hora de la comida el CEO Lombardi, bajaba de su coche con portafolio en mano para entrar a la mansión, como siempre su mayordomo lo recibía de la mejor manera — Buenas tardes señor Lombardi, permítame llevarme el maletín al despacho — Gracias, Carlos, ¿Mi mujer está en la habitación? ¿Los mellizos están también en su cuarto? — Exactamente así, señor, los niños fueron bañados y alimentados por sus niñeras, y la señora Adriana, se encuentra descansando en su recámara — Bien, subiré a verlos, pídele a las cocineras que en diez minutos sirvan la comida, hoy tenemos que salir y no quiero demorarme En la habitación, Adriana, estaba recostada sobre la cama y unas almohadas, ella se veía tan linda embarazada, el hombre caminó hasta ella y le dió un beso en los labios que la hizo despertar — Hola mi amor, ¿Qué haces en casa tan temprano? — Preguntó la bella ojiverde apenas abrió los ojos, tenía muy cerca a su atractivo esposo, ella lo miró de forma especial — Sé
Escuchar que tendrían una niña fue una noticia maravillosa, habían comenzado con un embarazo inesperado que los había hecho sentir sobrepasados, pero que los habia unido como esposos aún más — Señor Lombardi, ¿Se encuentra usted bien? — preguntaba el médico al ver su reacción — ¡Donovan, Cariño, respira, respira mi amor, te estoy poniendo azul! — Adriana, trataba de hacer regresar a su esposo de la impactante noticia, por qué para ellos lo era — Aaaaah — Se escuchó aspirar al CEO, él por fin respiraba, pero le siguieron un par de lágrimas, el frío e indiferente CEO, se había quebrado al escuchar decir que venia una nena en camino — Ooohh, no llores mi amor, me vas a hacer llorar a mí — Adriana dejó salir sus lágrimas, los esposos se abrazaron, Donovan, paró, pero su esposa todavia seguia emocionada cuando estaban de vuelta a casa, todo iba perfecto, la bebé estaba creciendo excelentemente bien Apenas llegaron a la mansión, el señor Donatello, ya los estaba esperando en
Más tarde, los empresarios de la ciudad y muchos que venían de otras ciudades y países, se preparaban al igual que sus esposas para asistir al banquete anual, Adriana y Donovan, no iban a ser la excepción — Cariño, te ves tan hermosa en ese vestido — El CEO, halagaba a su bella mujer Adri, vestía un elegante diseño de alta costura color tinto y satinado, era recto y cubría su embarazo, ella se veía preciosa pues su cabello negro y sus grandes ojos verdes resaltaban, Donovan, llegó orgulloso al evento llevando del brazo a su mujer, los mellizos se habían quedado con las niñeras y el abuelo, para ellos también la noche sería larga — Las miradas de las mujeres en el salón que estaban solteras caían en el apuesto CEO que vestía un traje negro hecho a medida, camisa negra y corbata negra, parecía un Adonis bajado del Olimpo Afuera, había otro hombre aquel ayudaba a bajar a su esposa embarazada, Daniel Alejandro, llegaba con su bella esposa Candice, la jovén italiana, se veía adorab
Las miradas de los CEOS y las esposas se fijaron en la bella mujer que llegaba a su mesa, su temple era impactante, muy difícilmente una mujer se atrevería a hacer una pregunta tan directa, se veía a millas de distancia que no tenia nada de sumisa — Señorita Ferreti, hasta ayer le pedí una cita para hablar de viejos malos entendidos pero usted se negó, así que decidí ya después de muchos intentos dejarla en paz, pienso seguir adelante con mi vida y dejar que tú continúes tu romance con el..... con Devon Heineken, eso es lo que quieres, eso es lo que tendrás — Está bien, eres libre de hacer lo que se te venga en gana, pero al menos deberías buscar una mujer digna de sustituirme esta rubia de aquí es una zorra plástica bañada en perfume caro, si te casas con ella en casa vez que te alejes de su lado va aprovechar la ocasión para engañarte — Así era Diana, no tenía filtros, ella no se andaba por las ramas y decia las cosas como eran — ¡Un momento querida, no tienes idea de quie
El CEO Lombardi, se retiró de la mesa para buscar a su mujer, ella era su todo, estaba tan molesto con la rubia por haber hecho sentir mal a su esposa embarazada que hasta podría ahorcarla con sus propias manos, atravesó el salón pero por más que buscaba no la encontraba, y eso ya lo estaba preocupando En la mesa, los grandes ojos verdes de Candice, miraban a su esposo, ella estaba a punto de llorar, la habían llamado gorda, que no estaba a la altura de ser la pareja de un CEO tan atractivo como lo era su marido — ¡No debiste traerme a este lugar, mírame, no estoy en condiciones para salir a ningún evento el bebé me hace comer mucho, siempre estoy de antojos y tú.... tú no me dijiste que me veía tan mal, debiste decirme Daniel Alejandro! — No, no, cariño, tú te ves bellísima, estás embarazada de cinco meses, es imposible que no te crezca la pancita, si no fuera así el bebé no podría crecer y estaría en problemas, no hagas caso de lo que dice la mujer rubia, mi esposa es la muj
Los puños del CEO Lombardi se cerraron hasta poner blancos sus nudillos, ese hijo de puta de Julio Garza, se había llevado a su esposa, ella estaba embarazada, ¿Qué demonios pretendía él? el CEO rogaba al cielo que no le fuera hacer daño a Adriana — Donovan, ¿Pudiste ver algo? ¿Salió Adriana del área del salón? — Dallán, llegaba a preguntar y con él Daniel Alejandro, Candice, estaba muy preocupada por lo que hubiese pasado con la señora Lomabrdi — ¡Si, un imbécil mafioso que la conoció en la universidad, un ingeniero aeroespacial llamado Julio Garza, él se la llevó de aquí, ese maldito gusta de mi esposa, pero en estos momentos no se que intenciones tenga — Donovan, estaba verdaderamente inconsolable, hervía de furia — Cálmate Donovan, sé que estás pensando en ir a buscar tu mismo a Adriana, o llamar a las autoridades y esperar a que den con ella, pero creo que lo mejor es llamar a quienes realmente puedan hacerle frente a ese tipo — ¿De quién hablas Dallán? En estos mom