El pequeño mellizo seguía hablando solo, no se le entendía todo pero lo que si se podía entender es que preguntaba por su papá. vestido en un pijama de león con orejas y cola, el bello mellizo parecía un muñeco. Pero uno diabólico que no tenía botón de apagado. — Doménico, papá está en una cena de empresarios, él volverá tarde está noche, no lo puedes esperar porque eres chiquito. — Adriana trataba de persuadir al niño para que durmiera, Pero no estaba teniendo exito. En la mansión Black, Candice tampoco estaba logrando dormir a Angelo, ya lo había alimentado, había cambiado su pañal y lo tenía vestido en una calientito pijama con orejas de conejo, el niño se veía adorable. Al pequeño Angelo le hacía falta el arrullo de su padre para dormir, el inteligente niño sabía que algo no iba acorde a su rutina, y por eso no se dormía. — Emill, ¿Ya viste lo furioso que está Axel por qué Oliver está en la mesa de Archival Valencia? — No puede ser, Oliver quiere terminar hecho giro
El CEO Archivald Valencia, era un duro, no tenía miedo de nadie, pero tampoco tenía idea a quien se estaba enfrentando. Emill. no era un hombre con el que se jugaba y la paciencia no era su fuerte. — ¿Qué tienes de especial para que quieras que te dé un trato preferencial? Emill no contestó todavía la ofensiva pregunta, simplemente sonrió de lado, tremendo error había cometido Archivald, había activado el modo mafiosos de uno de los más fríos y sanguinarios líderes de la.mafia mexicana que había existido, incluso superando a su ya de por sí cruel padre. — !Demonios, si que eres estúpido, hombre, mi hermano te va a hacer pedazos! — Para empezar soy el jefe directo de Oliver, y si yo digo que levanté su trasero de esa silla y vaya a hablar con mi padre lo va a hacer en este preciso instante, si no te gusta, ¿Qué vas a hacer? — Emill, está bien, iré enseguida, Archivald no sabe cómo se manejan las cosas entre nosotros... — Y no tiene por qué saberlo, no le voy a pedir pe
Se podía sentir el aura asesina de los mafiosos. Esta vez el CEO Valencia se había topado contra pared. No era ningún debilucho pero las habilidades del rudo mafioso estaban por encima de las suyas. Tan orgulloso como era le costaba aceptarlo, pero si no se detenía no iba a salir vivo de ahí. — Emill, ¡¿Qué carajos se supone que estás haciendo golpeando a este imbécil?! — Axel llegaba con los Black y los Ferreira detrás de él. No podían dejarlo solo porque sabían que se iba a liar a golpes también. — No sabía que te tenía que pedir permiso para golpear a alguien Axel. Esto es solo mi asunto. — Te equivocas. No voy a permitir que pelees mi batalla. ¡Aléjate de este idiota! Si lo matas no podré matarlo yo! ¡Ha! No me digas, el hecho de que el mafioso me haya vencido, eso no quiere decir que tú también lo harás. A ti si te voy a romper la cara si te atreves a enfrentarme, Axel Black. Y tú. ¿Qué no el problema era ue te sentías ofendido? ¿No escuchas como te habla este Black?
Axel estaba muy molesto. Mientras conducía su coche no dejaba de pensar en lo que había sucedido. De la noche a la mañana ya tenía un rival de amores, y no a cualquier rival, ese estúpido CEO no debía subestimarlo tanto. Incluso si tenía más experiencia en hombres, iba a pelear por Oliver con todo lo que era. — Pero que carajos fue eso Dallán. ¿Es mi imaginación o el joven CEO Black y el CEO Valencia peleaban por ese jovén ojiverde? — Yo también entendí lo mismo. Vaya, nunca imaginé que mi primo... qué a Axel le atrajeran los hombres. Mucho menos que le gustara Oliver. Uno de los poderosos y respetados CEOS Black gusta de los chivos. Me preguntó si algo como esto le afectará en su carrera profesional. Los competidores son feroces y muy crueles, querrán venirsele encima atacandolo y menospresiándolo. — Pues... no creo que Axel lo permita, si sabes que uno de los Black que ha pasado por la presidencia que fue conocido por ser implacable, muy despiadado con sus enemigos, enf
Oliver llegó a la clínica en poco tiempo. preguntó a la recepcionista por el CEO Valencia y pronto fue llevado hasta el consultorio en donde lo estaban atendiendo. — Voy a pasar. — ¡Oliver llegaste! Acércate, van a desinfectar mis heridas. — No iba a dejarte solo después de que fue prácticamente mi culpa que Emill te golpeara. Tú creíste que estaban abusando de mí. — ¿Y no es así? Ellos te hablaron de una manera muy ruda. No podía permitir que te trataran de esa forma. No me importa estar un poco adolorido. — Estás equivocado, Emill no solamente es mi jefe, él es mi amigo, nos criamos juntos después de que mis padres me adoptaran. Nunca debiste enfrentarte a él, mucho menos hacerlo enfadar, la preparación de Emill está por encima de un CEO. El es letal. tienes mucha suerte de seguir vivo. — Dijo que la próxima vez me mataría, ¿Quién quita una vida solo por qué si? Solamente un psicópata. — Emill es un hombre de mafia, si lo ofendes no dudes en defender su orgullo
El CEO Black seguía sentado en el fino sofá. Sabía muy bien lo que había pasado y estaba muerto de celos. — No te atrevas a dejarte seducir por Valencia. ¡Tú no puedes corresponderle! — Axel caminó hasta Oliver. El CEO lo tomó del rostro y lo besó. Necesitaba probarlo, necesitaba que lo probara a él. Qué supiera que el único hombre del que podía enamorarse era de él. Este era el segundo beso apasionado que recibía Oliver esa noche. Archivald besaba bien, muy bien de hecho. Pero Axel... Axel era un volcán conteniéndose para no hacer erupción. Con solo un beso lo hacía perder la cabeza. — Axel... Basta... No sigas por favor. No estoy listo. — Oliver apenas alcanzaba a susurrar. El CEO Black tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para soltarlo, su cuerpo ardía por ese hermoso mafioso, quería hacerlo suyo, poseerlo, y alejarlo de todos los Alfas que quisieran tocarlo y arrancarlo de su lado. — Arrrgghh... Me iré, si me quedo no voy a escucharte. Pero no saldré de aquí sin d
El mafioso Deeguel Rodríguez salió a hacer una llamada. Cuando volvió al despacho los tres jóvenes mafiosos seguían viendo los gemelos. — Pero que suertudo eres, a mí todavía no ha habido quien me haga este tipo de regalos, se nota lo mucho que le interesas. — Degél comentaba con Oliver y Emill. — Vamos... Son solo unos gemelos, tampoco es como que sea un costoso Rolex o un coche de edición limitada. Tampoco no es un gran esfuerzo. — Vaya que eres muy exigente papá. Seguro que tú en tus años veinte recibiste muchos regalos como este, ¿Cierto? — ¿De dónde se te ocurren tantas estupideces, Degél? Yo no recuerdo a nadie que haya pasado por mi vida antes de tu madre. Eso que te quede claro. — ¿Dónde está? — Alejandra entraba al despacho abriendo la puerta intespectivamente. — ¿Qué pasa mamá? ¿Te vienen persiguiendo o cuál es la urgencia? — Que gracioso Degél. — La madre respondió molesta. Alejandra se acercó a Emill para revisarlo de pies a cabeza. Pudo ver qué tenía vario
Oliver miraba a su tío sin saber que decir. Lo que ese imponente CEO Alfa le hacía sentir muchas cosas. — Tío Deeguel, Archivald Valencia, es uno de los hombres más asediados y cotizados a nivel mundial. El que esté interesado en mi es como... un honor. ¿Escuchaste lo que escribió? Dice que le gustó y que me quiere hacer suyo. — Hay no puede ser, ¿Sabes acaso lo que estás diciendo? Si ese CEO o Alfa te hace lo que dices tú... Qué horror, ni siquiera puedo pensarlo, mucho menos decirlo. Lo que quiero decir es que con lo que escribió en la nota no quiere decir que va en serio contigo Oliver. Seguro que lo que quiere es tener un acostón contigo y ya. — Papá, no deberías desvalorizar así a Oliver. ¿No lo creés capaz de enamorar al CEO Valencia? Aunque después de que Emill lo golpeara tan duro. ¡Quizás lo que quiera ahora sea venganza. Quizás quiera seducir a Oliver y después de tener su cuerpo dejarlo abandonado sin compasión como pañuelo desechable! —No me estás ayudando en n