Donovan había dejado que sus nuevos amigos mafiosos con los que se había entendido perfectamente, todos ellos eran hombres de alto valor, pero iba a dejar en claro su posición — Aunque no soy un mafioso, les aseguro que no voy a pasar por alto esto que Julio Garza, ha hecho, él se llevó a mi esposa embarazada, y dejaré de llamarme Donovan Lombardi, si nada mato con mis propias manos a ese cabrón que está poniendo en peligro la integridad de mi mujer y mi hija — La voz del CEO era imponente — ¡Yo le advertí, le advertí que dejara en paz a esa mujer casada, pero estaba decidido a conquistarla, cuando se dió cuenta de que no podría, entonces se obsesionó con ella, más nunca imaginamos que llegaría a tanto! — Pues lo hizo, así que apresurense a localizarlo, la señora Lombardi puede estar en extremo peligro en estos momentos — Exigió Alessandro Ferreti — Como vió que les estaba costando, él también sacó su elegante arma y les apuntó a los hermanos — De prisa, no me hagan ir a busca
Sin Adriana dejando de llorar, Julio se desesperaba cada vez más, era como si de pronto ese apacible ingeniero aeroespacial que había conocido en la universidad, había dejado de ser el mismo para convertirse en un enfermo mental obsesionado con ella — !Ya deja de llorar, no te estoy haciendo nada aún! ¿Quieres que de verdad sea malo contigo? ¡Estás acabando con mi paciencia! — Está bien, está bien, ya no voy a hacer ruido, no te enfades por favor, no me hagas daño — Así me gusta, que cooperes, que seas buena, pero dime, ¿Por qué tenías que embarazarte de ese CEO imbécil? ¿Por qué no me esperaste? Era seguro que yo iría por ti, que te traería a mi lado porque me gustas mucho — El mafioso tomó con sus dedos el rostro de Adriana para voltearlo hacia él, el hombre dejó un corro beso en los labios resecos de la mujer. Adriana quiso zafarse pero el sujeto no se lo permitió, ella no quería hacerlo enfadar y que la tomara contra su bebé, tuvo que aguantarse el asco y repudió que sent
La sangre se le heló al CEO, quería correr a arrancarle de las manos a su esposa al maldito mafioso enfermo, pero a la vez quería matarlo a golpes él mismo La dantesca escena era como una pesadilla para el esposo, la peor de su vida — ¡Donovan ayúdame... Sálvame! — Gritaba Adriana, rogando con la mirada a su esposo que detuviera ese infierno que estaba viviendo — ¡Suéltala maldito bastardo! — Donovan empujó al psicópata y cubrió a su mujer con una sábana, ella se echó a llorar a grito abierto en sus brazos, temblaba de terror y se aferraba al cuerpo de su marido como si ese lugar fuera lo único que podía mantenerla a salvo — ¡Está bien, está bien, ya pasó cariño, ya estás fuera de peligro, estoy aquí, estoy a tu lado, ese miserable no va s volver a ponerte las manos encima nunca más, te lo prometo! — ¡No, él me va a perseguir, me quiere hacer daño, le quiere hacer daño a la bebé! — Adriana no pudo decir más, ella se perdió en un pozo oscuro, su mente no resistió más, había l
El CEO Lombardi, tomó a su esposa y bajó de la segunda planta con ella en brazos, la subió a su coche y dijo a sus nuevos amigos — Debo de llevar a mi mujer a casa, les agradezco que me hayan ayudado a rescatarla, jamás voy a olvidar que me dieron su mano para recuperar a la mujer que amo y para mis mellizos su adorada madre, reunámonos pronto, Emill... ese desastre que quedó.... — No debes preocuparte por nada, ve tranquilo, Alessandro y yo nos encargaremos, tú solo debes concentrarte en tu esposa ahora, y en el par de diablillos peligrosos que tiene en casa, diles que los iremos a visitar pronto El CEO solo asintió, lo que sucedió dentro de esa habitación jamás sería revelado, ¿serían los mafiosos que estaban acostumbrados a la muerte y a matar a sus enemigos para salvar sus vidas y su clanes, o sería el mismo Donovan Lombardi quien dió muerte al psicópata mafioso para vengar el enorme daño que le había hecho al amor de su vida? eso jamás lo dirían En el camino Adriana vo
El mafioso y el CEO discutieron sobre Diana, cada cual la quería para él, pero era Dallán quien había estado enamorado de ella desde que eran adolescentes, estaban disgustados pero no se detendría en nada para recuperarla — Tu eres un mujeriego, Dallán, ¿Cómo puedes proponerte siquiera para marido de Diana? ¡Ella te tiene en el peor de los conceptos, jamás te va a permitir acercarte de nuevo, ya deberias haberlo aceptado! — Lo que Diana piensa fue por un mal entendido, nunca he sido un picaflor y los amigos lo saben, también saben que mi amor por la joven Ferreti, es de mucho tiempo atrás y es sincero, ¿En cambio tú a quien creés que engañas? todos aquí sabemos que te encanta ir al club a follarte a las Scort, ¿Qué, pensabas que no lo sabíamos? Alessandro también lo sabe, a él no vas a hacerlo imbécil y te aseguro que lo último que quiere para su hermana es a un tipo como tú qué no le va a ser fiel Devon estaba muy molesto porque Dallán lo estaba exponiendo, pero no le dejaría
Más tarde ese día, después de que el CEO se tomó una ducha y bajó al despacho a trabajar un poco o de lo contrario se le juntaría mucho papeleo, de repente paró, Donovan era un hombre valiente, su carácter era indomable, sus decisiones frías y prácticas, pero ese día lo había sobrepasado sin duda El hombre tomó el saco de su silla y se lo puso en el rostro para después ahogar un grito en él, el poderoso CEO dejó escapar un par de lágrimas calientes que mostraban su vulnerabilidad, tenía derecho a desahogarse, después de todo por más extraordinario que fuera, era un ser humano al cual ver a su esposa tan mal y a puntos e ser abusada por un psicópata hijo de puta, lo destrozaba Después de lavarse la cara fue a buscar a su mujer, quería saber si ya había despertado, tampoco podía dejarla dormir tanto pues ella tenía que alimentarse tanto por la bebé cómo por ella misma, solo que al entrar a la habitación su mujer no estaba ya en la cama — Adriana, ¿Cariño dónde estás? hablame, ¿
FLASH BACK — Diana, hoy ví a Devon Heineken en una reunión, él me pidió que te diera un recado, la cita no será en el restaurante acordado, será en el Paradise Sun, dijo que te esperaría a las ocho y que ya se moría por ver Alessandro mismo, había cooperado con Dallán, para que su hermana y el se pudieran ver, ¿Qué por qué lo hacía? la respuesta era sencilla, prefería a Dallán como su cuñado en lugar del mafioso americano, así que no perdían nada con intentarlo FIN DE FLASH BACK Diane, condujo su coche hasta el lugar que su hermano le dijo, le dió las llaves al valet parking y caminó al interior — Buenas noches señorita, ¿Tiene reservación? — Preguntó la hostess — No, pero ya me están esperando, mi nombre es Diane Ferreti — Oh sí, el caballero ya la está esperando permítame guiarla — La empleada guió a la distinguida mujer, ella vestia un lindo vestido de diseñador y zapatillas altas, su maquillaje era prolijo, por supuesto que se robó miradas al pasar La bella c
El CEO Ferreira, se escuchaba sumamente triste, ya le había enviado flores, joyas, chocolates, y cada detalle romántico que había visto en las películas para que Diana pudiera darse cuenta de su amor por ella, pero nada había funcionado, incluso la ayuda de Alessandro, no había tenido buenos frutos — ¿Qué...? ¿De que hablas hombre, a quien perdiste? No te entiendo Dallán, explícate mejor — A Diana, su hermano Alessandro me ayudó a que no llegara a la cita con el mafioso americano y le dijo que la vería en el Paradise Sun dónde estaba yo, pero aún así no quiso escucharme, ella sigue con la idea de que la engañé y no puede perdonarme, no es mujer que deje pasar algo como eso y aunque sé que me quiere no va a cambiar de opinión — Ahhh... lo siento mucho Dallán, sé que has hecho hasta lo imposible para que ella regresara contigo, saldría a verte pero en este momento el mellizo Doménico no me va a soltar, Adriana está dormida y no quiero que despierte, tuvo un día muy difícil y me