Chad.Otoño de 1950.Ese día no lo olvidé hasta que pasaron 250 años y me enteró de que Lory había muerto dando a luz, en su memoria le hicieron una estatua en la fuente del pueblo y no iba sola, a su lado estaba la estatua de un lobo, el mismo lobo que me la robó, a unos kilómetros del pueblo había una gran manada divida en 4, no sé si aun viva ese hombre que me la robó, pero me desharé de cada uno de su especie.Un olor agradable aparece, me volteo viéndola pasar frente a mí, la moda de este año le queda hermoso, pero su cabello es más corto de como lo tuvo hace dos vidas.— ¿Lory? — la pelinegra se voltea a mirarme acomodando su abrigo largo, me mira curiosa.— ¿Te conozco? — pregunta acomodando un mechón de su cabello, sus grandes ojos verdes y su sonrisa dibujada con labial rojo.— En otra vida si me conociste — ríe, mira hacia un lado y se acerca sacando un bolígrafo y una servilleta, me anota su número.— Que buena manera de coquetear tienes — me guiña el ojo y se va, miro la s
Lory Connor.Me siento en medio de la noche, Kosmo no deja de llorar en la pequeña cuna que mande a poner en la habitación, mi tía decía la verdad, el primer mes es agotador, Kosmo no deja de llorar en las madrugadas por hambre, no tiene un horario, no pensé que trasnocharse fuera parte de la maternidad.La maternidad, si, vaya que es un asco.Me levanto de la cama y camino hacia la pequeña cuna, lo toco y se calma un poco, lo tomo en brazos sin dejar de bostezar, miro hacia la cama y otra noche más que Kory no duerme aquí. Me siento en la cama y me arropo acostando a Kosmo a un lado para darle de comer, miro hacia la ventana y puedo deducir que han dado las 6 de la madrugada.Susurro una canción hasta que me quedo dormida otra vez. Me siento exaltada sentándome en la cama, no veo a Kosmo por ningún lado hasta que la puerta se abre y veo a Liz entrar con Karl, este último cargaba a su hermano, suspiro, aliviada de que lo tenían ambos, me miran.— Kosmo no dejaba de llorar — me lo da K
Lory Connor.— ¿Hay algo que te tenga inquieta? — niego mintiéndole y a la vez mintiéndome a mí misma.Me mira sospechando de algo y luego suspira yéndose, respiro relajada y sigo caminando con Kosmo en mis brazos, intento buscar ayuda, pero creo que tengo más miedo en que le cuenten a Kory, ya que todos siempre estarán del lado de él, yo solo soy una simple desconocida que llegó a la manada sin saber que los hombres lobos existían.Una simple mortal que se enamoró de su destinado como debía ser o simplemente pasó por la inútil marca. Confío creer que es por la marca que por mis propios sentimientos.— ¿Qué debería de hacer? — pregunto a la nada mirando la laguna y los peces, Kosmo abre sus ojos mirándome, sonrío un poco, es tan hermoso, dudo que haya salido de mí — ¿Debería alejarme por completo? — le pregunto como si mi pequeño hijo fuera a responderme.— Depende — alguien responde, frunzo el ceño mirando a mi alrededor viendo que no hay nadie — Aquí arriba — miro entre los árboles
Kory Vanille.— Estoy cansado de todo esto — me alejo del escritorio girando mi silla hasta la ventana con vista al jardín. Ha pasado dos meses en el que no he tenido una conversación estable con mi esposa.Desde que nació Kosmo, las cosas cambiaron demasiado entre ambos, yo he tenido más trabajo de lo normal, esto ya lo había vivido hace 10 años cuando los gemelos nacieron, claro que con Leila nada que ver, pero esta vez es tan diferente porque esta vez amo a Lory y estamos casados. Hace unas semanas me enoje con ella y siento que ya nada es lo mismo.Ya no duermo en nuestra habitación, me la paso más en el despacho o fuera de la manada, e incluso fuera del pueblo, negocio, tras negocios que concluir porque los altos mandos solo saben pedir y pedir cosas, encima de que me había llegado el Ruth y no podía pasarla con mi luna por el simple hecho de que no quería volver a pasar por lo mismo de la primera vez que lo hicimos y justo cuando apenas me conocía.Y Kosmo, no le he podido poner
Kory Vanille.Gael nos mira ambos, Lory parece confundida ya que no sabe porque estamos en el laboratorio que hace una semana no se veía de esta manera, pero supongo que al final si se dieron las cosas con Salvador y Sam, pero no vine a eso con ella.— No soy psicólogo de parejas — se cruza de brazos el castaño. Lory me voltea a mirar sin creer que la traje a esto.— En serio, Kory, ¿Un terapeuta de parejas? — señala a Gael que parece recién ofendido por lo que acaba de decirle ella — Sin ofenderte, Gael, eres bueno en muchas cosas, pero no necesito que un tercero arregles nuestras cosas de parejas — se levanta del sofá y se va.Maldigo un poco sin creer lo que acaba de suceder en unos cuantos segundos mínimos. Gael me mira esperando que diga algo.— La estoy sintiendo alejarse de mí — confieso sin esconderlo más, se levanta y toma de un vaso.— Solo habla con ella y veras como se resuelve todo, claro que será un poco complicado ya que al parecer ella no quiere saber nada de ti, pero
Lory Connor.Cuando creí que nuestro matrimonio se iba arreglar esta noche en la manada del este, él desaparece dejándome en la habitación en donde me quedo dormida por completo, me di cuenta a la mañana siguiente que nunca llegó. Sentada en la cama miro a toda la habitación solo para luego levantarme y buscar que ponerme hoy más tarde.No sabía que duraría 3 días de celebración de renovación de votos, pero claro, 80 años casado con una misma persona es un logro total, algo que ojalá pudiera tener con Kory, pero siendo humana, no pasaría, menos ahora que no hemos avanzado nada de nada desde que vi que se había liberado de todo el trabajo acumulado.Aunque yo también tengo algo de culpa por ignorarlo como lo hizo conmigo esos dos meses. Tomo un vestido ligero y me meto a bañar para sacar toda la pesadez de anoche, al salir ya arreglada veo a Kory entrar al cuarto, parecía cansado, no olía a alcohol ni nada, se acerca a la cama y cae rendido como un saco de papas para luego comenzar a r
Kory Vanille.Me quito el saco y camino al sofá quedándome en silencio, puedo sentir la tensión que se ha provocado desde que entramos a la habitación, y ver que otro hombre le estaba coqueteando sin saber con quien se estaba metiendo, me tenia colapsando con ganas de romperle la cara a ese tipo.— Realmente no quería que todo se pusiera de esta manera, Lory — digo dándole la espalda, miro al balcón metiendo las manos en los bolsillos.Escucho que se levanta y me volteo para mirarla, sé que si no digo algo más, se va del cuarto y volvemos al inicio y eso no quiero que pase.— ¡Te amo! — lo grito sorprendiéndola — Lo quiero todo contigo, no quiero espacio, no quiero tiempo ni nada, siento haberte hecho sentir así, gatita, mi hermosa primavera — muerde su labio y sin importarme nada me acerco a ella y la beso.Y maldita sea, hacia rato que no la besaba ni la tocaba, mi mano quema al solo tocar su suave piel, me separo de sus aditivos labios y me mira.— Juro que si vuelves a ignorarme a
Lory Connor.Lo veo quedarse dormido de pronto cuando le estoy haciendo cariñitos en el cabello, esta madrugada me había impresionado cuando se transformó sin avisar y al parecer fue causado por el cansancio acumulado que ha tenido estos meses y yo no me había dado cuenta de eso hasta que lo vi.Pero ahora que nos vemos así acostados y juntos, me siento bien después de que nos reconciliáramos en la renovación de votos de Luke y Emperatriz. Me levanto de la cama dejándolo dormir un buen rato, salgo del cuarto viendo que mi tía sale de su habitación para irse, me mira y sonríe.— ¿Ya te vas? — le pregunto comenzando a bajar las escaleras con ella.— Claro, debo aprovechas que apenas será la hora del almuerzo, no puedo dejar la tiene sola con mi aprendiz — mete su mano en su bolso para sacar algo — Ten, son semillas de tulipanes rojos — lo tomo mirando un pequeño dibujo en la bolsita de papel.— Gracias, tía — la abrazo llegando a la puerta — Ten un buen viaje de regreso — asiente y se v