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¡Gorila!

Ella lo llamaba Gorila dentro de esa ingeniosa cabeza suya. ¿Cómo diablos podía llamarlo así?

Cuando se despertó después de que él la marcó fue la escena en la que escuchó sus pensamientos porque había bebido su sangre anoche.

Ella no entendía nada de lo que estaba diciendo y con la velocidad que su cerebro estaba conjurando cosas después de que las cosas lo molestaban. Por no hablar de su cuerpo apenas vestido.

Y luego escuchó sus pensamientos alto y claro. La sangre se le subió a la ingle mientras le sonreía. Ella recordó que él la folló y las imágenes que su mente rep

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