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CAPÍTULO 39 Juliette estaba de pie frente al piano, con un deslumbrante vestido plateado, que la hacía ver elegante y delicada. La piel blanca y suave de su espalda quedaba expuesta con el profundo escote en su espalda. Connor, al igual que el resto de los invitados, estaban impresionados por su belleza. ―¡Qué chica tan bella! ―una mujer a su lado estaba llena de elogios para Juliette. ―Sí, lo es. ―respondió Connor en su corazón, sus ojos miraban sin parpadear a la increíble persona en el escenario. Pronto terminaron las dos piezas musicales y tan pronto el sonido del piano se detuvo, muchas personas se preguntaron quién era esa mujer. Un hombre se mostró ansioso por invitarla a bailar el próximo baile. Connor miró fijamente al hombre que hizo el plan, con ganas de fulminarlo, el hombre sintió la mirada feroz detrás de él y cuando se giró lo vio mirándolo fijamente, nervioso, solo podía alzar su copa y brindar en confusión. Connor no permitiría que nadie más que él bailara con el
CAPÍTULO 40 Después del escándalo de Patricia, la fiesta, continuo, sin embargo, los rumores y preguntas no se hicieron esperar. Connor y Juliette regresaron a la antigua casa, donde los esperaría un segundo asalto. Primero, el anciano estaba furioso por el espectáculo que había causado Patricia delante de sus invitados, culpo severamente a su hija. Y segundo, iba a tener una buena charla con su nieto, su decisión de hacer pública su paternidad sin consultárselo, no lo pasaría por alto. Por otro lado, Patricia estaba hecha una furia y después de que los hombres de seguridad la echaron a la calle, caminaba de un lado al otro como un león enjaulado. ―¡¿Qué demonios fue todos eso?! ―exclamo su madre cuando estuvieron solas. ―Por favor, mama. No empieces con tus preguntas, quiero estar sola. ―Pero ¿te das cuenta del ridículo que hiciste? Nos avergonzaste delante de media ciudad. ¡Tu padre no va a perdonártelo! Ella cerro los ojos y deseo poder desaparecerla, en este momento estaba d
CAPÍTULO 41 Connor y Margaret se miraron fijamente de alguna manera tratando de leer los pensamientos del otro. De pronto se escuchó una dulce voz que venía de las escaleras. ―¡Mama! ―Dylan bajo las escaleras y abrazo las piernas de Juliette ―¿Es verdad lo que todos dicen? Ella se agachó para estar frente a frente con su hijo y le pregunto. ―¿Qué es lo que todos dicen, cielo? ―¡Qué eres mi mamá! Papa lo dijo en la fiesta y el abuelo dijo que era verdad. Juliette le dio una mirada rápida a Connor, había estado pensando en cómo decírselo y resulta que el pequeño lo asimilo muy bien. ―Sí, cariño. Soy tu mami, imagino que tienes muchas preguntas, te prometo que… ―El abuelo dijo que estabas en otro país y que no habías podido regresar. Pero ahora estás aquí y soy muy feliz de que seas mi madre. ―la abrazo con fuerza ― Y ahora, también tengo una hermana. Juliette parpadeo para controlar sus lágrimas, sin duda Dios la había premiado con sus hijos. ―¿No es hora de que vayas a la cama
CAPÍTULO 42 Pero antes de que Malcom atestara el primer golpe, el dolor en su pierna lo hizo detenerse, miro hacia abajo y vio a que era Dylan quien lo mordió. Juliette corrió a toda prisa y lo aparto en un abrazo, mientras Margaret se acercaba a su hijo luciendo como una madre preocupada, sus ojos estaban rojos y miro a Connor y luego a Dylan con incredulidad. Juliette no pudo sostener por mucho tiempo a su hijo y este se escapó para volver a morder a Malcom con saña. Este se agarró la pierna y lo aparto con fuerza antes de escupir. ―¡Pequeño bastardo! Dylan cayó al suelo y Juliette se apresuró a levantarlo en sus brazos. ―¡Animal! ¡¿Qué clase de persona eres?! ¿Cómo puedes empujar a aún niño de esa manera? El pequeño comenzó a llorar mientras se sostenía la mano con fuerza. ―¡Me duele mami! Juliette respiraba agitada, en ese momento deseaba poder arreglar cuentas con Malcom, sin embargo, su hijo era más importante, así que lo llevo al sofá. ―Tranquilo, cielo. Déjame ver ―di
CAPÍTULO 43 El beso fue interrumpido cuando tocaron la puerta, sin esperar la orden, el asistente de Connor asomo la cabeza. ―Señor, su abuelo lo está buscando. ―Está bien ―Connor, asintió y luego miro a Juliette. ―Espera aquí, iré a resolver un asunto. Cuida de Dylan. Ella estuvo de acuerdo y vio a Connor irse. Los pasillos de la mansión son amplios, Connor enfrento nuevamente a su tía que estaba despidiendo al médico en este momento. ―Tía ―la saludo, con evidente sarcasmo, y quiso pasar a su lado. Sin embargo, Margaret lo detuvo. ―No será tan simple la próxima vez, sobrino. Él no estaba nada sorprendido por los cambios que operaban en ella. ―Estoy aquí en cualquier momento ―dijo y sonrió ―Ahora, si me disculpas, el abuelo todavía me está esperando. Antes de entrar, Connor escucho a Malcom quejarse y pedirle al abuelo que lo defendiera. ―Me golpeo como un salvaje, abuelo. ¿No dirás nada? ¡Yo también soy tu nieto! ―Ya deja de quejarte, pareces un marica. ¿Por qué Connor t
CAPÍTULO 44 La expresión del abuelo ya no era tan relajada como antes. Eligio la persona equivocada una vez, y ahora no puede permitirle cometer el mismo error. ―Sí, voy a casarme con Juliette. Connor decidió hacer todo lo que debía hacerse, al final sin importar lo que tuviera que enfrentar, no iba a dejarla una segunda vez. ―Juliette es una buena mujer, tú mismo lo has visto. Él valoraba mucho la aprobación del abuelo, pero no le importaba si estaba de acuerdo con él, en esto. ―A decir verdad, no tengo nada malo que decir de esa chica. Pero si planeas convertirla en miembro de nuestra familia, necesito investigarla. El mayor de los Rotchild es cauteloso y trata a las personas de acuerdo con sus acciones. Miro seriamente a su nieto y dijo. ―Si Juliette es buena, entonces no te detendré, pero si veo algo que no me guste, entonces nunca la aceptaré en esta familia. Connor estaba pensativo, decidiendo si decir lo que estaba en la punta de su lengua. ―Abuelo, no quiero casarme c
CAPÍTULO 45 En la oficina, el asistente cerro la puerta asegurándola. ―Todo está listo, puede comenzar cuando quiera. El hombre que manipulaba una computadora fue reclutado por Connor para el departamento de tecnología de la compañía. Él recogió los auriculares y se los coloco para escuchar la conversación. La voz de Margaret salió claramente y la suave y gentil voz femenina ahora se había convertido en un fuerte rugido. ―¡¿Ya tienes a la persona que necesitamos?! Margaret estaba cansada, las desgracias le llegaban una tras otra. En el estudio de la vieja casa, se encontraba Ricardo y su hija, Patricia, quien ahora no era tan altiva como de costumbre, en el fondo le temía a Margaret y ella sabía que había cometido un error con su comportamiento. ―Tía… ―¡Cállate! Tú menos que nadie me hables ahora, ¿tienes idea de lo que hiciste? Con tu estupidez, lo único que lograste es que Connor acelerara su boda con esa mujer. ¡Mira! ― le lanzo el periódico ―Se casan en una semana. ¡Mald
CAPÍTULO 46 ―Señorita, el señor ha llegado ―dijo una de las empleadas de la mansión. El corazón de Juliette dio un vuelco durante unos segundos, respiro profundo y se preparó mentalmente. Después de su última conversación, pensó que no sería difícil sentirse cómoda con él y que este matrimonio no sería tan malo después de todo. ―Dile que bajaré pronto ―la chica asintió antes de irse. Después de terminar de prepararse, bajo las escaleras y Connor ya estaba allí, con una belleza que siempre lograba impresionar a Juliette. ―Hola, Juliette ―la saludo tan pronto la vio y camino hacia ella ayudándola a bajar. ―Hola, yo… umm… llamé a la niñera para que se ocupara de los niños. ―Está bien, pronto serás la dueña de esta casa, puedes tomar las decisiones que quieras ―le dijo en un claro tono seductor que logro que Juliette se pusiera nerviosa. ―Bueno, entonces vamos. El viaje en el auto transcurrió en silencio, excepto por las miradas ocasionales que ambos se daban. Juliette tuvo que