Los Herederos Multimillonarios

Adrian...

Viernes por la noche...

Estábamos en Los Ángeles, donde vive mi hermana. Ella nos invitó a la fiesta del segundo cumpleaños de su hija, y aunque yo no quería ir, Tonya siguió insistiendo, diciendo que deberíamos irnos el fin de semana.

Aquí estamos frente al restaurante donde se está celebrando la fiesta. Entramos y vi al Señor Marino, uno de mis socios comerciales, sentado en una de las mesas. Cuando Tonya los vio también, dijo que deberíamos ir a saludarlos.

Ella sabía cómo conseguir más clientes; eso es lo que me gusta de ella, la seguí hasta su mesa.

El Señor Marino y sus invitados hablaban y reían a medida que nos acercábamos. Vi a Sandra sentada ahí, lo que me hizo preguntarme qué estaba haciendo ahí. Tan pronto como me paré frente a mi mesa, ella me miró. Todos levantaron la vista y mi sonrisa se desvaneció al instante. La persona que pasé cinco años olvidando estaba aquí con el bastardo con que me engañó. Estaba enojado de nuevo m