¡M*erda!“Ashley”. Adrián empieza a hablar, pero lo detengo.“Hablaremos de esto más tarde”. Digo y miro a los niños. Cuando vuelvo a mirarlo, suspira y asiente, y luego sale por la puerta sin decir una palabra.“¿Quieren algo?”. Les pregunto, y ambos niegan con la cabeza.“Está bien, si quieren algo, estaré en mi habitación, ¿sí?”. Les digo, y asienten. Asiento con la cabeza y salgo de la habitación. Cuando entro en mi habitación, Adrián está hablando por teléfono. “Qué bien, Harry”. Dice al verme, y enseguida apartó la mirada. Noto que la tensión crece a nuestro alrededor. “Cuídate, ¿sí?”. Sigue hablando por teléfono, y tengo la sensación de que intenta evitarme. Pongo los ojos en blanco y me siento en la cama mientras él sigue hablando con Harry.“Adrián, tenemos que hablar”. Le digo. Me mira y levanta la mano, señalando su teléfono. Lo fulmino con la mirada y él apartó la vista. ¿Cuál es su problema? Debería ser yo la que estuviera enfadada con él. Me vuelvo a tumbar en la c
Han pasado casi dos horas desde que Adrián se fue y no puedo controlar mis lágrimas. ¿Por qué no puedo confiar en él? Fue su error elegir a Tonya antes que a mí otra vez, ¡no el mío! Mientras pienso más y más, mi ira sigue aumentando. Decidí que, si estaba pasando algo entre él y Tonya, entonces yo ya no estaría con él. Le diré la verdad y le pediré que esté ahí para nuestros hijos una vez que me haya ido, pero no tendremos ningún tipo de relación excepto la de una madre y un padre. Me duele pensar que no estaré con él en mis últimos días, pero no puedo soportarlo si se va a mis espaldas; eso es peor que no estar con él.Pediré a mis padres que se aseguren de que Tonya nunca pise su casa. No quiero que críe a mis hijos y juegue a ser su mamá cuando yo ya no esté. No dejaré que eso pase, y eso es algo que Adrián necesita entender.“Adrián Black, creo que es hora de que juguemos a las cartas abiertas entre nosotros”.“¡Mami!”. Escucho a Ashton llamándome, y me siento.“Entra, cariño”
“Disculpe, ¿dónde puedo encontrar este lugar?”. Pregunta el hombre, y yo vuelvo a suspirar. Me tiende un papel y se lo cojo. Al mirar el papel, siento que el hombre me mira. “¡No te muevas, no grites!”. Oigo otra voz. Cuando intento darme la vuelta, la persona me presiona algo en la cara y me doy cuenta de lo que está pasando. Me están secuestrando. Es lo último que recuerdo antes de desmayarme.Adrián...“Tonya, tengo que irme”. Gruño mientras me sujeta del brazo. Intento zafarme de ella, pero me agarra con más fuerza. La miro y pongo los ojos en blanco.“¿Por qué quieres estar con Ashley después de todo lo que te ha hecho? No te ama, Adrián; ¡quiere tu dinero! Yo soy la que te quiere, ¡y aun así has roto nuestro compromiso para estar otra vez con esa mujer!”. Se queja, y yo me estremezco de asco. ¿Cómo puedo acostarme con ella? Pensaba que era una buena amiga y novia, pero no era Ashley. Admito que era una gran amiga con beneficios, pero, aun así, no era Ashley. Ahora que sé la ve
Pum, pum, pum.Esa es mi cabeza. Está latiendo con fuerza. Intento moverme, pero oigo un sonido gutural y casi áspero como un gruñido. Debí de tardar un minuto entero en darme cuenta de que procedía de mí. Abrí los ojos y los entrecerré; al menos podía ver; bueno, lo haría en cuanto mi visión fuera menos borrosa. Intenté asimilar lo que me rodeaba. Estaba en un suelo frío y duro, eso estaba claro. La habitación en la que estaba no era muy luminosa, solo lo suficiente para ver. Me incorporé y solo entonces oí el traqueteo. Estaba atada, no encadenada.Si antes no estaba preocupada, ahora sí lo estaba. Me incorporé de un salto, arrepintiéndome de inmediato al sentir que la cabeza me palpitaba con más fuerza que nunca, como si alguien me golpeara la cabeza contra el cemento. Me sentí como si me hubieran tirado al suelo con poco o ningún cuidado; estaba prácticamente vacío, con las paredes oscuras y sucias; también había un cartel en la pared; no sabía lo que significaba. Había dos bombi
“Y ahora me tienes a mí”. Le dije.“Se suponía que no iba a ser tan pronto, cariño; quería darles tiempo para estar juntos, disfrutar y que se envolvieran en su mundo de amor falso, y luego me abalanzo y aplasto su felicidad hasta convertirla en nada”. Se me hundió el corazón al escuchar al loco que tenía delante.“Soy un hombre muy paciente, Ashley”. Dijo. Era la primera vez que lo oía decir mi nombre así, y Dios sabe que no me gustó nada.“Ese era mi plan hasta que mi esposa aquí presente descubrió lo que he hecho, ella le quería advertir a Adrián sobre mí, y yo no podía tenerlo, pero ese hijo mío me toco hasta los últimos nervios, bloqueando cada una de mis transacciones, vínculos de negocios y oficios de todo tipo”. Su voz iba subiendo de tono a medida que gritaba y finalmente se puso de pie furioso haciendo chirriar la silla.Parecía lívido mientras se le encendía la nariz. Luego se calmó y nos dedicó una sonrisa. “Lo siento; se suponía que no debía perder el control así”. ¿
¡Tonya! La mujer que más odio camina hacia mí con la cara roja como si quisiera arrancarme la cabeza. “¡P*rra!”. Estaba a punto de abofetearme, pero de repente entra Andrew y la detiene.“No te atrevas a tocarla”. Le advierte. “Ya tienes lo que querías. Ahora déjanos en paz. ¿Lo entiendes?”. Le pregunta, y ella pone los ojos en blanco.“Esta z*rra arruinó todo mi plan de casarme con él”. Gruñe y se vuelve hacia mí. “¡Sigo sin entender qué ve en tí, z*rra!”. Me grita. Entrecierro los ojos.“Tú y yo sabemos quién es la mayor z*rra de aquí”. Le escupo, y Andrew suelta una leve risita. “¡Los dos están enfermos! ¿Cómo pueden hacer esto? ¿Cómo pueden arruinar una relación entre dos personas? ¿Cómo pueden arruinar una familia?”. Me indigno.“Cuando quieres algo tan desesperadamente, tienes que hacer cosas así, nena”. Andrew me sonríe de forma espeluznante, y yo me estremezco. “Fue divertido, ¿sabes?, planear esto y separarnos durante años. Fui a casa de Adrián y esperaba que estuviera d
“Sí, Andrew. Estoy bien”. Le digo y apartó la mirada de él. Me pasa la mano por el brazo. “Eso espero”. Vuelve a decir. “Porque una chica tan hermosa como tú no debería enfadarse por algo o por alguien”. Dice. Lo miro con el ceño fruncido. “Probablemente deberías prepararte… Adrián acaba de llegar”.Y la de veces que me invitó a salir.“Andrew”. Grité cuando me topé con él en el centro comercial. “Se te cayó la cartera”. Le digo, entregándosela. “Ah, gracias, Ashley”. Sonríe, tomando la cartera de mi mano y tocando ligeramente mis dedos. “Un placer”.Estaba a punto de irme cuando lo oí decir. “¿Estás libre esta noche, Ashley?”. Pregunta, y yo fruncí las cejas, confundida.“No lo sé, no estoy segura”. Digo porque no sé si Adrián quiere ir a algún sitio.“¿Quieres salir conmigo? ¿A cenar?”. Pregunta mientras se pasa los dedos por la mandíbula. Mis ojos se abrieron de sorpresa y me quedé boquiabierta durante unos segundos. Me recupero rápidamente y me aclaro la garganta. “Lo siento
Mi dolor de cabeza nunca cesó debido a las veces que Tonya me tiró del cabello, y una o dos veces, lo estampó contra la pared. O podría ser que no he tomado mi medicación para mi tumor. No sé qué me está causando este dolor de cabeza, pero sé que me siento como si me estuviera muriendo. Andrew y Tonya se despojaron de su fachada tranquila y pacífica mostrando comportamientos alocados cuando empezaron a torturarnos.No pude evitar sentir lástima por Patricia; si Tonya estaba loca, Andrew era un psicótico. Pateó y abofeteó a Patricia, la lanzó contra la pared y la azotó. Ella había gritado de dolor e incluso había quedado inconsciente, pero nunca perdió la oportunidad de responderle o insultarlo.En circunstancias normales, ese comportamiento debería haberle molestado hasta el punto de matarlo, pero solo parecía avivarlo más. Cuando discutían, el brillo de sus ojos y la enorme sonrisa de su cara lo decían todo.Patricia tenía marcas de látigo en el cuerpo, parte de la piel al descub