Bella…Seguía sentada en mi despacho de la mansión. Ryder y Clarence seguían afuera haciendo lo que tenían que hacer mientras mis otros hombres estaban entrenando o en la bodega. Cerré el portátil y guardé las carpetas con los papeles y entonces, recibí un mensaje.Era de Rosa, preguntándome si quería ir al restaurante de su familia. Ella ayuda siempre que puede, sobre todo cuando sus padres están de vacaciones. Sí, ellos también viven en Roma, como todos nosotros.Le contesté rápidamente, diciéndole que la vería en unos minutos. Por suerte, ya había terminado con mi papeleo.Rosa y yo nos llevamos muy bien y adoro a mi sobrina. Trato de pasar todo el tiempo que puedo con la angelita y con mis hermanitos. No puedo creer que vayan a cumplir tres años este año. Mi hermano y Rosa están muy enamorados y me alegro de que sean felices juntos.Bajé las escaleras y me di cuenta de lo silencioso que es este lugar. Cuando llega la noche y no hay nada que hacer, esta casa se convierte en un
Bella...Estaba tomando un café con Darana ya que Rosa estaba ocupada con Chequata hoy. Me mandó un mensaje para decirme que no podría llegar a nuestra cita para tomar café porque mi sobrina no se sentía bien.“¿Ya sabes algo de Brigitta?”. Brigitta y Adam se casaron hace un mes y, al igual que mi hermano, él la llevó de luna de miel por tres meses.“No, al menos hoy no. Anoche llamó, pero tuve que cortar la llamada cuando Adam empezó a lamerla”, dijo Darana, poniendo cara de asco.No pude evitar reírme. “Así es Adam, pero no te sientas mal. Yo entré cuando Ashton y Rosa casi tenían sexo”. Esa es una imagen que nunca me sacaría de la cabeza.Darana y yo hablamos de la boda y sobre Rosa que estaba embarazada de nuevo. De repente, dos hombres entraron y se sentaron en una mesa no muy lejos de nosotras.“¿Todo bien?”, preguntó Darana cuando me perdí en mis pensamientos.La miré y le dediqué una pequeña sonrisa. “Todo bien”, mentí. Esos dos hombres parecían sospechosos. Nos están ob
Bella…Una cosa me vino a la mente mientras miraba al hombre de ojos verde esmeralda: impresionante. Su cara estaba bien formada, era musculoso y tenía una barba bien recortada. Llevaba el pelo negro recogido en un moño. Normalmente ese tipo de peinado me desanimaría, pero de alguna manera a él le sentaba de maravilla.Llevaba una camisa negra abotonada. Tenía las mangas remangadas y los tres primeros botones sueltos, lo que me permitía ver lo que llevaba debajo. Tenía pelo en el pecho y tatuajes, como sus hombres. Realmente hermoso.“Por favor, siéntate”, dijo el dios griego con una voz profunda que haría que cualquier mujer se bajara los pantalones.Me senté frente a él y me recosté en la silla mientras veía a Daniel y Richard caminar a su lado.“¿Cómo te llamas?”. Caray, esa voz. Aunque no dejaba traslucir ninguna emoción en su voz, me ponía los pelos de punta.Levanté una ceja. “Te diré mi nombre en cuanto me digas el tuyo”, respondí con la voz vacía de emociones.El hombre q
Ace…Daniel pudo hablar con Michael y le preguntó si podíamos verlo. En estos momentos nos dirigíamos a conocer al hombre en persona. Solo puedo esperar que Bennet siga vivo. Bruce estaba con nosotros. Tenía que decirle que habíamos encontrado a Bennet.Llegamos a la mansión y uno de los guardias de allí abrió las puertas después de registrarnos. Nos acompañó hasta el despacho de Michael. El guardia tocó una vez y abrió la puerta. Entramos y vi a Michael sentado detrás de su escritorio, esperándonos.“Ace”. Se levantó y me estrechó la mano antes de hacer lo mismo con Richard, Daniel y Bruce. “Tomen asiento”.Tomamos asiento frente a él y le dijimos: “Gracias por recibirnos con tan poca antelación”.“No hay de qué. Después de que Daniel me contara lo que les había hecho Bennet, tenía que verlos. Él también me quitó algo. Pueden alegrarse de que no acabara con él; supuse que podríamos desquitarnos juntos”, me dijo.“¿Qué te quitó?”. Sentí curiosidad, ya que sé que nunca tuvo hijos
Bella…“¿Están todos listos para la pelea de esta noche?”, pregunté a Ryder y Clarence una vez que llegamos a casa.“Sí, Sam está atrás con ellos. Están todos en plena forma. Ah, y llamé al tío Michael, y sus hombres contestaron, ¿y adivina qué? Tu hombre ya está allí”.Le lancé una mirada fulminante. “No es mi hombre”. Desde que volví hace dos horas, estos idiotas no paraban de decirme que Ace era mi hombre porque no estaba muerto.“No importa. Pensé que debías saberlo”.“¿Le dijiste que quiero ver al tío Michael?”.“Sí, nos están esperando mientras hablamos”.Asentí y miré a Clarence. “Supongo que nos vamos de viaje por carretera”.Ryder conducía y Clarence se sentó de copiloto. Yo siempre me siento atrás cuando no conduzco.Cuando llegamos a la mansión del tío Michael, uno de los guardias nos informó de que en ese momento estaba ocupado, pero que si queríamos podíamos unirnos a algunos de los hombres en el campo de lanzamiento de cuchillos.“Te dije que el tío Michael nunc
Bella…Ryder y yo estábamos en mi despacho hablando de la información que acabábamos de recolectar a través del tío Michael. Su ahijada, Sheryl, junto con la hermana de Bruce, Amelia, habían sido secuestradas por Bennet. Me pregunto por qué el tío Michael nunca nos habló de esto. Sabe que haríamos lo que sea para ayudarlo.El tío Michael se molestó cuando se enteró de que el cabrón había vendido a las dos chicas a Ángel Negro.“¿Crees que debemos ayudar?”, preguntó por fin Ryder, rompiendo el silencio.Lo miré y dije: “No lo sé”.“Seguramente nos llamarán si necesitan ayuda; estoy seguro de ello”.“Esas chicas están en apuros y lo único que se me ocurre es que tenemos que ayudarlos a recuperarlas”. Son gente peligrosa; lo hemos visto de primera mano.Ryder asintió. “Hablaré con el tío Michael y con Ace. Quizá nos dejen ayudarlos”.“De acuerdo. Ambos sabemos lo que les pasó a las chicas allí. No quiero que acaben como…”. Me entretuve porque, a día de hoy, sigue siendo un tema de
Ace…Mis hombres y yo decidimos ir a la pelea esta noche. Creo que un poco de emoción les hará bien a mis hombres. Sé que es un club de lucha clandestino que es ilegal. Solo la mafia y las pequeñas bandas saben de este lugar.“¿Estás listo para patear traseros?”, me preguntó Daniel. Mis hombres ya me estaban esperando.“Sí, vamos a ver por qué tanto alboroto este lugar”.Nunca había estado en este nuevo club de lucha clandestino, pero por lo que he oído, era EL lugar para estar.Salimos de nuestros coches y bajamos las escaleras del club. Me preguntaba cuántos miembros de la mafia estarían aquí esta noche. Nos dirigimos a nuestros asientos y dejé que mis ojos recorrieran el lugar. Vi muchas caras conocidas esta noche. Algunas eran enemigas y otras aliadas.Sentí que Richard me daba un codazo, haciéndome fulminarlo con la mirada; su mirada estaba fija en otra persona. Miré en su dirección y vi a Bella y Ryder con su pandilla.“Ahí está la jefa buenorra que vino a visitarnos”, son
Ace…Mis hombres y yo estábamos en el lugar que Michael nos había indicado. Estábamos discutiendo con un hombre de unos sesenta años. Parecía estar a punto de desmayarse en cualquier momento. Sus ojos mostraban que no había dormido en días y por el aspecto de su cara, diría que hace días que no comía un plato decente de comida. ¿Qué estaba haciendo el Ángel Negro con sus hombres? ¿Quería matarlos de hambre o algo así?“Vinimos a ver a su jefe”, volví a informar al hombre.Negó con la cabeza. “No puedo dejarlos entrar. Lo siento”.Este capullo me estaba cabreando. ¿Sabe quién soy?“Te sugiero que nos dejes entrar o te meteré una bala en la cabeza. Tú eliges”.El hombre estaba a punto de responder cuando sus ojos se posaron en algo detrás de mí. Cuando me di la vuelta, vi a Bella, Michael, Clarence y su hermano allí de pie. Bella estaba impresionante con su vestido negro corto y sus botas de tacón alto. Llevaba el pelo recogido en una coleta alta y no llevaba maquillaje.“¿Señor