Las oportunidades se presentan varias veces, es solo que el ego y la arrogancia no te dejan verlas.
Toqué la puerta varias veces; al sexto o séptimo toque escuché la voz de Gaby y sentí adrenalina correr por mi cuerpo, tenía la misma sensación como si estuviera a punto de estar presente en una batalla.
—¿Quién es? —preguntó al otro lado de la puerta.
—El guerrero Joss —me anuncié con cierto tono de timidez. Esto no era coherente en mí. ¿Qué me ocurre?
—¿Qué pasa? ¿Viniste a seguir insultándome? ¿Vienes por más? ¿No se te llenó el ego con tu comportamiento de hace poco?
—Gaby, he venido a disculparme —solté las palabras como un cobarde detrás de la puerta, pero estaba claro que hacerlo así era mucho más cómodo, no podía mentirme a mí mismo.
—¿Quééé-quééé? —murmuró y luego apareció delante de mí con un rostro lleno de asombro e incredulidad. Sí, la distancia entre la puerta y mi cuerpo era poca.
—¿Qué-qué ha-haces? —pregunté confundido, no entendía su comportamiento. Invadía mi espacio con descaro.
¿Por qué simplemente no abrió la puerta y me contestó?
—No pensé que estarías tan cerca —había malicia en su sonrisa y ojos.
—Me confundes. Por un momento, eres desagradable y luego haces lo contrario.
—Ahh mira quién habla el que primero insulta y luego quiere disculparse… déjame decirte que eres tú quien me confunde… ¿qué pretendes? ¿Por qué vienes aquí a disculparte? Uno solo se justifica cuando alguien te importa o cuando tiene la convicción de que se equivocó y-y-y-y hasta donde sé, contigo, es decir, entre nosotros, no creo que exista ni una cosa, ni la otra.
—Se me quitan las ganas de todo con tu razonamiento.
—Entonces tus disculpas no son sinceras —ante su sonrisa amplia, debí alejarme y dar dos pasos hacia atrás, estaba seguro de que desde donde estaba ella podía escuchar mi corazón desbocado.
—Si estoy siendo sincero, discúlpame, no quiero seguir con esto.
—Con esto, ¿qué? —su mirada cambió a una de completa curiosidad.
Tenerla cerca y recordar mi anterior comportamiento me tenía mal, siempre había sido más fácil no evocar los recuerdos y seguir mi plan de egocentrista de solo pensar en mí, era más agradable; pero aquí estaba de nuevo maltratado a una joven, sencillamente porque no quería sentir nada, ni siquiera amistad por otra fémina, solo por el simple hecho de no correr el riesgo de enamorarme o amar. Así justificaba mi comportamiento; cuando me iba a relacionar para solo tener sexo, actuaba amable y luego cuando veía que la situación iba a cambiar a algo estable, me alejaba dejando ver mi lado patán para que no me buscaran jamás.
—Con mi mala actitud —contesté bajando la guardia.
Gaby cambió su postura moviendo el peso hacia su otra pierna sin quitar esa mirada curiosa.
—Ahora que lo pienso, he sido yo la que desde un principio he sido pedante, arrogante y odiosa… no tienes mucho de qué disculparte —hizo silencio y luego con una voz más segura prosiguió— Aunque me parece muy extraño que vengas a disculparte y seas tan raramente agradable, no sé ni qué pensar, considero la situación muy extraña.
—Para serte sincero, pienso lo mismo —me sinceré pasando mi mano por mi cabeza —. Lo importante es que lo hice, ya me he disculpado y espero una respuesta de tu parte.
—Mmm… ehhh…. Supongo que sí, te disculpo, guerrero Joss —miró hacia los lados— ¿Esto no es una broma de mal gusto, no?
Negué con la cabeza.
—Entonces, después de esto, ¿qué pretendes? ¿Seguirás con tu arrogancia y egocentrismo, actuando como si fueras el dueño de la razón?
—Eres de esas mujeres que dice todo lo que piensa sin filtro, ¿no? Porqué lo haces con cierta naturalidad que cae en la arrogancia extrema.
—Lo soy, pero aún más, cuando algo o alguien no me agrada.
—Entonces, ¿no te agrado? Me parece que siempre me lo quieres dejar en claro.
—Mmm… no sé… es confuso, lo que sí te confirmo, es que te muestras como un odioso, un patán, ante los demás así que no entiendo el por qué te asombra que te lo diga.
Ahora que lo pienso bien a fondo y sin engañarme a mí mismo, siempre me lo han dicho, tenía razón, pero por alguna extraña circunstancia no me agradaba que ella pensara de esa manera de mí.
—Tienes razón, no tengo más nada que decir al respecto —¿Para qué alargar más esta conversación? —Respondiendo a tu pregunta, intentaré no lastimarte con mis comentarios hirientes y evitaré ser desagradable.
—Joss —mi nombre al salir de su boca me hizo mirarla a los ojos.
—¿Sí? —no pude resistirme, me acerqué de nuevo quedando muy cerca. Sus ojos color miel tenían unas líneas marrones tan finas que hacían una senda hermosa entre el marrón y su color predominante.
—Dime la verdad, ¿qué pasó ayer al bebernos esos tragos?
Ahhh, m****a otra vez con eso. ¿Por qué insiste con el temita?
—¿No me vas a decir, cierto? Se me hace incómodo ir contigo por allí sabiendo que pudo pasar algo.
—Soy un caballero, no ocurrió nada.
—¿Pero sí nos sobrepasamos, ya sabes, nos besamos? —Me invadió un fuerte dolor de cabeza, uno punzante y fugaz, sumado al recuerdo de su beso y la picardía de su sonrisa. ¿Me había besado? ¿Por qué no me acordaba de nada? ¡Ese maldito brujo! —¿Por qué acabas de poner esa cara? —Gaby alzó su mano y me tocó la mejilla. Su acercamiento casi hace que cayera desplomado sobre el suelo. Las rodillas no soportaron mi cuerpo. ¡Ay no! Esta fastidiosa Diosa Oscuridad me ha jodido la existencia— ¡Joss, te pusiste pálido! ¿Qué te paso? ¿Qué dije? ¿Por Dios, qué te hice?
Me concentré para poder responderle y que así no se preocupara.
—No ocurrió nada entre nosotros, debo irme, por alguna extraña razón no me siento bien, me tengo que ir.
—Espera, te acompaño, debe ser grave, hasta donde sé las sombras no se enferman —Gaby volvió a tocarme esta vez a la altura de mi brazo derecho y la sensación fue increíble. Me detuve en seco y cerré mis ojos como embriagado por el efecto.
—No, lo siento Gabriela, te tengo que dejar, nos vemos luego durante los entrenamientos —Nunca había llamado por el nombre completo a Gaby, me había enterado del mismo gracias a los registros de la computadora. Creo que el que pronunciara su nombre de pila la desconcertó porque vi la reacción de confusión en su rostro—. No me mires así, la computadora, el sistema me lo dijo, no fue difícil dar con tus datos de hace unos años.
—¿Mis datos? ¿Qué tanto sabes de mí? —Ahí estaba ella de nuevo, levantando esa pared impenetrable delante de ambos, su rostro era el mismo de siempre, lleno de arrogancia.
—Solo tu nombre completo, Gaby, no soy nadie para averiguar tu pasado, y mucho menos si no me lo quieres decir.
—Tienes razón, no te lo quiero decir —hizo una pausa para lo que supuse intentaba mantener su compostura, luego concluyó—. Espero que te mejores, nos vemos más tarde en el entrenamiento.
Asentí y me desmaterialicé a mi habitación. No soportaría el hecho de que ella se diera cuenta de que mi corazón estaba que se salía por mi boca, eso habría sido vergonzoso y difícil de explicar más cuando ni yo mismo entendía mi reacción.
Luego de unos cuantos minutos, ya un poco más tranquilo, recordé que no le dije a Gaby sobre su cita con Neoma. ¡Claro! ¿Cómo decirle? Si por lo que veo la joven tiene el súper poder de poner cualquier situación de cabeza.
—Durante el entrenamiento se lo diré —murmuré mirando por la ventana a lo lejos. Desde aquí, podía observar a Neoma y Nelesky moviendo sus manos mientras que salían de ellas rayos blancos y amarillos; estos se unían a las paredes y las dejaban idénticas, aunque asumía que más fuertes y blindadas contra algún tipo de balas o ataques.
Nelesky se veía concentrada en lo suyo, aunque no tenía esa chispa de felicidad que siempre me cautivó, estaba muy seria y me atrevía a decir que hasta un poco triste.
—Todo lo que toco lo destruyo —concluí antes de salir de la habitación y dirigirme hacia la sala de entrenamientos—… por eso es por lo que luchar y pelear se me da bien.
Si no estás atento, las personas siempre te atacan por la espalda.Creo que tenía alrededor de tres horas entrenando con un grupo de mujeres sombras, eran muy rápidas y más agiles que los hombres; siempre y cuando se les dieran a usar armas que pesaran poco. Estaba asombrado de cómo se movían y la resistencia de las mismas. Al parecer Julie, no se equivocó al tomar esta decisión, más bien, ahora me quedaba muy en claro que esas leyes incitaron a las equivocaciones, las mujeres sombras debían luchar, estaba en su naturaleza.—Aprenden rápido, chicas —las elogié mientras veía cómo se atacaban y desviaban los ataques entre ellas mismas.—Creo que eso se lleva en la sangre —respondieron a mi espalda, me di un poco la vuelta para ver de quién se trataba y era Julie.—Mi Reina, tiene tanta raz&oacu
El pasado no superado... siempre atormenta.Esto duele horrible.Me miré al espejo y tenía un bulto en un costado de mi costilla por la inflamación.—Ser medio humana tiene sus desventajas, esto tardará más de lo que pensé en curarse —murmuré tosiendo y saboreando la sangre que se devolvía por mi boca, tenía una hemorragia.Miriam apreció en la habitación. No me molestó su intromisión, había mucha confianza entre nosotras.—Supe lo de tu costilla y pulmón, ¿necesitas ayuda? ¿Te duele mucho?—No es muy soportable el dolor, pero viviré —le sonreí recordando los movimientos y la golpiza que por un momento le habíamos dado Julie y yo a Joss.—Sabemos que no morirás, pero creo que podría darte algo para el dolor &
Si no aprendes la lección, la vida vuelve a ponerte en el mismo lugar.Sabía que no había nada romántico o compromiso personal de por medio entre Neoma y yo, pero habían dos cosas que me preocupaban. Primero, tenía incontables meses, por no decir años, que no sabía que era estar con un hombre a solas; y segundo, ese brujo era demasiado guapo, el solo hecho de saber que estaría en su presencia me ponía nerviosa.Habría sido una excelente idea preguntar primero si estaba el brujito en el recinto.Seguí caminando por los pasillos internos, buscando cualquier indicio de su paradero, pero fue en vano. Cuando estaba a punto de irme hacia mi habitación, Joss apareció delante de mí.—¿¡Ay, qué haces!? ¡Me quieres matar de un susto! —chillé con ganas de empujar
Un verdadero enemigo siempre sonríe antes de atacar.No puedo afirmar que disfruté de la compañía de Nelesky, porque pasé todo el tiempo pensando en que el estúpido de Neoma estaría con Gaby. ¿Y si le había dado algo para tomar, algo hechizado? Necesitaba tranquilizar mis pensamientos.Al final no salimos del recinto, decidimos sentarnos a comer y permanecer unas horas conversando sobre todo lo que habíamos hechos en estos años, solo nos pusimos al día; ya bastante que nos conocíamos, tampoco había mucho qué contar... por mi parte, solo entrenar, evitar ser asesinado; y en su caso, estar al día con las clases de hechicería que le interesaban, se había enfocado en ser la mejor.La verdad es que no me sentía tan culpable por haber estado un poco ausente en nuestra improvisada reunión, po
Los amigos serán siempre tus amigos mientras que se mantenga el interés.Me desmaterialicé hacia la habitación de Rut y toqué la puerta con insistencia.—Mi Reina, Rut, abran la puerta por favor.Rut se desmaterializó frente a mí con rostro molesto, lo miré de arriba abajo y noté que solo llevaba puesto un short.—Dime que es una emergencia porque lo que estaba haciendo haya adentro —señaló a su habitación— era bastante importante.—Ok, te lo diré alto y claro —hice silencio, intentando elegir las palabras adecuadas—. Creo que tomé una mala decisión al traer aquí a Neoma y Nelesky, creo que se vengarán de mí y no se medirán, no les importará que ustedes salgan perjudicados... qui-quiero que desalojen este lugar.Rut soltó una
Siempre que se acepta una realidad, la situación se vuelve más fácil.Hacer doble turno no había sido buena idea. No descansé nada por la noche haciendo guardia y ahora estaba aquí con mis hermanas bajo los rayos del sol cuidando el recinto.—Tienes esa mala cara desde ayer en la noche, ¿te pasó algo? —me preguntó Andrea con rostro preocupado.—Nada importante —mentí, no tenía ganas de contarle lo que había recordado sobre Joss.—Me evitas mintiendo, no es necesario que lo hagas, te lo he dicho; es mejor que guardes silencio antes de caerme a mentiras.—Entonces guardaré silencio —me di la espalda y miré a mi alrededor simulando estar muy al pendiente de todo el perímetro.—A veces eres una mujer insufrible —me regañó.<
Es un riesgo admitir amar a alguien cuando estás a punto de perderloAquí estábamos ambos en la dirección que habían dejado anotada en mi habitación. Era un terreno amplio, usado por científicos, donde de manera controlada hacían crecer frutos para los humanos de la alta sociedad, o bueno, para todo aquel que pudiera pagar cientos de miles para ingerir comida sana y no transgénica. La infraestructura era enorme, todo cercado, con grandes ventanales y pintado con un gris y verde perfectamente combinado.Era de esperarse que estuviera cerrado, no se veía a nadie en el lugar, lo más seguro es que los brujos tuvieran acceso a las computadoras y hubieran manipulado la seguridad.Estoy seguro de que también hicieron algún trabajo en este lugar.—¿A dónde carajo me trajiste? —Gritó exasperada Gaby&mda
Todos los amores son verdaderos mientras se viven, pero solo uno será el duradero.No, no puedo más —pensé intentando soportar los múltiples golpes que recibía.—En la cara no, su rostro es hermoso... solo inhabilítenla —exigió Neoma mientras le entregaba el recipiente lleno con Joss vuelto sombra dentro del mismo—. Aquí tienes hermana, lo que te prometí... el guerrero Joss, la sombra estúpida que te lastimó, aquí lo tienes, sumido en la inconciencia, haz con él lo que te plazca, te aconsejo que, si lo vas a asesinar, lo hagas rápido.—Nooo —musité mientras que un Licht me daba otro golpe en mi costilla rota. Por más que había intentado defenderme, no lo había logrado, era demasiada desventaja, no me podía desmaterializar, ni hacer aparecer