Arely una joven de veinticinco años fue abandonada en el altar por su prometido. Días después de aquel acontecimiento más terrible de su vida se dio cuenta que no estaba sola y que de ese amor tan grande que ellos se profesaban había quedado una semilla.
Ariel un joven de veinticinco años abandonó a su prometida en el altar después de restregarle en la cara su infidelidad, sus pruebas fueron unas fotografías que habían llegado a su manos.
¿Hasta donde llega la envidia de una persona que no te quiere ver feliz?.
¿Qué se hace cuando por la envidia de alguien te hacen perder todo, no solo el amor hacia una persona si no la confianza que tenías hacia ella?
Yo fui víctima de la envidia y por ello lo perdí todo.
Perdí al hombre que amo y él perdió la confianza que había puesto en mi, cuando se entero que todo lo que nos había pasado fue producto de la envidia quiso recuperarme, pero como confiar en él cuando no hubo confianza de él hacía mi persona.
Yo por la envidia perdí a la mujer que amo, pero que estoy dispuesto a reconquistar.
Por la envidia perdí el poder disfrutar de las etapas de su embarazo y no solo eso, el poder estar el día del nacimiento de nuestro hijo y todo por la envidia.
Todo lo que la ENVIDIA nos arrebató fue causado por una persona que no soportaba vernos felices y precisamente a ella, la mujer más pura y que yo no supe apreciar por ciego.
La envidia es un sentimiento que te carcome por dentro y no te deja ser feliz.Esta es una historia corta al igual que sus capítulos espero les guste.
Arely. Desde joven aprendí que hay que luchar por lo que uno quiere, mis padres se separaron cuando yo tenía quince años, mi madre trabajaba y yo tenía que cuidar de mi hermana pequeña la cual tenía diez años. Al cumplir mis diecisiete años conocí mi primer y único amor con el cual hoy en día pienso contraer matrimonio, soy la mujer más dichosa por que al fin podré compartir mi vida con el hombre que amo. Mi madre está feliz siempre simpatizo con mi novio y mi hermana ni que decir, ella está más que feliz. Me doy una última mirada en el espejo de cuerpo entero y sonrió, no puedo esperar para dar el si y convertirme en la señora de Valmiera. —Te ves hermosa hermanita, no puedo esperar para convertirme en una novia también, de seguro me veré mucho más hermosa—.
Arely. Al llegar al lugar que me había dado la agencia para mi estadía me acomode lo mejor que pude, a los días empecé a sentirme mal, fui al médico llevándome la gran sorpresa de mi vida, estaba en periodo de gestación, tenía dos meses de embarazo. Recordé perfectamente como fue que sucedió, ese día no me había tomado la pastilla y Ariel no había usado protección, según dijeron no pasaba nada no me percate y mucho menos me preocupe por que el periodo me vino pero no de forma abundante y el último mes estaba tan ocupada terminando los arreglos para la boda y terminado el trabajo pendiente para poder irme de luna de miel sin problemas ni preocupaciones. Ya ese ser que había comenzado a crecer dentro de mi estaba ahí y no podía hacer nada, además era producto del amor que sentía y siento aún por Ariel, no se si él siente lo mismo que yo. Mejor no pienso en él, ya estoy cansada de llorar por
Ariel. Era ahora o nunca ella tenía que darme la cara y mirarme a los ojos y decirme por que después de todo lo que vivimos ella me fue infiel, cuando antes nunca lo fue. Hasta de solo pensarlo me resulta no creíble ella no era así, siempre fue una chica de casa, como pudo caer tan fácil ante alguien. Conduzco hasta su casa al llegar doy vueltas y vueltas no se si quiera verla, después de todo ella me engaño y no solo eso tiene un hijo con ese hombre, no fue más que una mentirosa dijo y juró que me amaba y no era así. Doy un respiro profundo y bajo del coche tengo que enfrentarla, toco la puerta mi corazón late desbocado me siento nervioso, ya casi es un año que no la he visto y aún me pongo nervioso como lo hacía cuando la venia a buscar. Espero que habrán la puerta, al abrirse totalmente la veo a ella luce tan hermosa como antes
Arely.Una historia de terror era lo que estaba viviendo y escuchando de los labios de mi propia hermana.—No solo lo lograré yo si daré él si, no como tú que te dejo plantada, yo si me convertiré en la señora Valmiera—. No sabía si mirarla o golpearla.—Valeria deja a tu hermana tranquila—.—Descuida mamá ya voy atender a mi novio—. Me sonríe. —Supongo que ese el hijo de tu amante—. Salió de la habitación con una gran sonrisa.Yo no podía creer que esa era mi hermana en verdad ella era mi hermana.Alimente a mi hijo tratando de no pensar en nada pero era imposible Ariel estaba afuera.—Arely hija perdóname yo no quise, no estuve de acuerdo con su relación pero
Ariel.No se por que su trato fue indiferente me sorprendí de su manera, de su actitud, de su manera de ser de ahora, ella no era así y por eso me sorprende.—Ahora que regreso ella quieres andar tras sus faldas ¿verdad? ya no me amas—. Cerré mis ojos, amor esa palabra nunca se la he dicho a ella no me sale tan fácilmente como lo hacía con Arely.Subí al auto sin despedirme de ella, no pude concentrarme en mi trabajo, cargar ese bebé y soltarlo me dejó un vacío enorme, además me ha dejado con una gran incógnita, ¿quien es el padre?, podría ser yo o podría ser su amante, se que una vez no nos cuidamos pero ya para que si íbamos a ser marido y mujer además queríamos tener hijos tan pronto como fuera posible.Además lo que ella dijo en la cena que su padre estaba muerto para ella me d
Arely.—Su padre e...—¡Ariel amor!—. Le dice Valeria guindando se en su cuello y besándolo, esa escena solo me causa repulsión. —¿Que haces aquí en la habitación de Arely, estás tratando de quitarme a mi novio?—. Abro la boca para contestarle.—Valeria por favor—. Le dice Ariel con reproche.—Arely hija afuera te buscan—.—Si mamá ya voy, me permiten por favor—. Cierro la puerta y suspiro.No veo la hora de largarme de aquí. Me visto de manera sencilla ato mi cabello en un chongo y salgo a ver quienes son, aunque ya me lo imagino, se habían tardado demasiado.Solo de verlos me alegro tanto. —Si antes estabas hermosa ahora estás mucho más—. Me dice Pire.—Si hermosa pero yo quiero ver a mi hermoso galán—
Ariel.No se que me pasa después de todo aún sigo con el mismo amor intenso hacia ella, no debí venir aquí, solo quería verla y que me dijera la verdad sobre ese niño pero no, estuvo que llegar Valeria y arruinar todo.Y luego que ella haya traído a su amante eso me lleno de ira que decidí largarme, ahora no había duda, él era su padre no yo.Regrese al apartamento con Valeria pisando me los talones.—¿Qué es lo que sientes hacia ella ahora que sabes que hasta su amante trajo a casa?, Tenías la esperanza de volver con ella verdad, tenías esperanza aún de ¿que ese mocoso fuera tu hijo?—. La mire fijamente.—¿ Mocoso, ese mocoso como lo acabas de llamar es tu sobrino?—.—No es nada mío y lo sabes—.—Como puedes decir eso Valeria,
Arely.Después de partir de la casa de mi madre me prometí que le daría un giro a mi vida, lo necesitaba ahora tengo alguien más por quien velar, ya no más llanto, ya no más llamadas, dejaría todo atrás y empezaría nuevamente ese es mi objetivo y prioridad.Y de eso ya ha pasado dos meses y medió, Josiah es un bebé sano, ya tiene tres meses, de Valeria no he sabido nada y pues de mi madre y la abuela de mi bebé ellas si llaman con frecuencia, hace unos días mi madre se fue, se quedó dos semanas, la abuela prometió venir un fin de semana no es mucha la novedad que ha habido.—Deberías ir Arely lo que ella te dijo no es de hermanos deberías echarle a perder su boda también—. Me dice Yajaira, lleva días diciendo lo mismo que le eche a perder la boda a mi hermana y la verdad no estoy pa