Salgo de la habitación para sentarme en la sala de espera y mamá hace todas las preguntas que se le cruzan por la mente. Perdí la cuenta después de la número doce. ¿De dónde sacó palabras como inmunosupresores? ¿Inmunoglobulina? No tengo una jodida idea.
—Mamá, déjalo ya, por favor. —pide Hayley, apiadándose de mí.
Nick y Melanie están sentados no muy lejos de nosotros, tomados de la mano como un par de enamorados. Odio verla con él. Odio ser yo quien desee ocupar su lugar.
«¡Mierda! ¿Por qué tú, Nick? ¿Por qué tú y no yo.»
—Axx, tienes que dejarlo. Conozco el sentimiento, lo viví, pero fulminarlo con la mirada no hace la diferencia. —dice Maison, sentándose a mi lado.
—¿Cómo lo soportabas? Estoy cerca, muy cerca de mata
MelanieAxx me tiene acorralada y no puedo decir que me esté obligando, no hay otro lugar en el que quisiese estar más que en este. Aunque se me ocurren un par de lugares más.«¿Y qué pasó con eso de luchar contra la tentación?», me acusa mi mente. Pero es que Axx me la pone muy difícil.—¿Lo amas? ¿Sus besos borraron los míos? —dice cada palabra con un susurro, tan lento y pausado que comienzo a sentirme embriagada. Cierro los ojos y permito que surque mi piel como a él le plazca porque solo nos queda este instante, porque cuando abra la boca, mis palabras lo harán naufragar.—Sí. —musito. Espero que le sea suficiente mi respuesta para cambiar de rumbo, para alejarse de mí antes de que ninguno pueda evitarlo.—Mel, repítelo de nuevo, repítelo mil veces si quieres,
Apago el móvil antes de estrellarlo contra la pared y agarro el cojín del sofá para gritar. Estoy tan enojada con Axx. ¿Por qué está teniendo citas? ¿No se supone que me quiere a mí? Si a penas anoche me acorraló exigiéndome que le hablase de amor y hoy está con esa… rubia de mierda.La puerta de mi habitación se abre y me giro, encontrándome con la mirada de Nick. Tengo que borrar esta cara de mala leche antes de que pregunte qué me pasa. ¿Qué le diría? Algo así como: «Amor, estoy celosa porque Axx posiblemente se esté tirando a una imitación barata de la Barbie en este momento». Si, sonaría estupendo.—Mel… he dado miles de vueltas en la cama y no dejo de preguntarme en qué fallé. —suscita derrotado.—Nick, tú no has fallado. Todo está
AxxelEstaciono frente a la casa de Lucy para llevarla a la fiesta y no dejo de pensar en la chica de al lado, en esa rubia que se metió en mi pecho desde que la tuve en mis brazos. No sé si pueda seguir así, sabiendo que Nick está ahí con Mel y Ryan, que no puedo ir allá ahora y darle las buenas noches a mi campeón por ese estúpido horario restringido que se me impuso.—¡Eh, guapo! —dice Lucy, tocando el vidrio de la puerta de mi Hummer. Por andar pensando en Mel y Ryan, no la vi llegar.—Guapa tú. Creo que Chris te amará al instante.Me bajo del auto, lo rodeo y le abro la puerta para que suba al asiento de copiloto.—Llévame pues a conocer a ese bombón y posible amor de mi vida. —pide cuando estoy de regreso en mi puesto detrás del volante. Quince minutos nos toma llegar al club Sparkle, un
Vuelvo a casa después de varios días fuera y lo único que quiero es ver a Ryan y también a Mel. ¿Para qué mentir? Antes de ir, necesito tomar una siesta, estoy tan exhausto que creo que estoy por dormirme aquí mismo en el ascensor. Las puertas se abren y camino despreocupado por el pasillo, pensando en una sola cosa: en mi cama.—¿Jess? —Está llorando en el suelo frente a mi apartamento.—No sabía con quién ir. Yo… Axx… —gimotea. Sus mejillas están coloradas y húmedas por las lágrimas. —Ven conmigo —La ayudo a ponerse en pie, entramos al apartamento y le traigo un vaso de agua para que se tranquilice—. ¿Qué pasó?—El muy imbécil dirá la verdad a pesar del acuerdo.—Lo siento, Jess, pero sabías que podía pasar.—T&uacu
Nos tumbamos en la cama después de saciar el hambre que nos atormentaba y la atraigo hacia mí para recostarla en mi pecho. Nunca algo tan mal se había sentido tan condenadamente bien.—¿A qué hora vuelve? —indago con recelo. Sin pensarlo dos veces, cedí a su propuesta, me convertí en el otro… en el que la tendrá a momentos.—Hasta las nueve de la mañana. —contesta, escondiendo su rostro en mi pecho. Acaricio su espalda desnuda con mis dedos, deleitándome en el dulce momento que terminará más rápido de lo que me gustaría. —No sé si pueda soportarlo. Yo te amo, princesa. Tanto que no me cabe en el pecho, tanto que no puedo compartirte con él. No quiero.—Sabías lo que estaba ofreciendo. No me dejes ahora. No lo hagas, por favor. —ruega.Me debato entre irme sin mirar
MelanieNo me siento orgullosa de la persona en la que me he convertido, pero no puedo dejar de hacerlo. Mi día es un gran teatro que termina cuando estoy en los brazos de Axx, mi único amor. Viajo entre estrellas fugases y nebulosas cuando estoy con él. Todas las heridas han quedado atrás y han sido curadas con cada beso, con cada susurro… con su amor.Camino de puntitas y me acuesto a su lado mientras duerme en la cama del hotel al que nos fugamos hoy. Su torso desnudo me invita a que lo bese y lo hago con lentitud e intención. Sigo la línea que demarca sus perfectos abdominales y logro lo que pretendía: despertarlo.—Hola, princesa. Siento haberme dormido, estaba un poco exhausto. —No tiene porqué disculparse, disfruté mucho viéndolo dormir. Él es hermoso. Mi mayor entretenimiento.—¿Recuerdas la primera vez que me besaste? &mda
AxxelA pesar de decir que me ama, lo eligió a él. Eso solo significa una cosa: no me quiere. Miente cuando lo dice. Su decisión me ha abierto los ojos, me ha hecho entender que no tenía que querer, que jamás debí amar… que debí alejarme cuando pude.«Traicionero corazón ¿Por qué te enamoraste así?»Pero que ella juegue a la casita, que viva su sueño dorado de familia junto a ese imbécil si es lo que quiere porque yo no la estaré esperando. No me humillaré de nuevo. No lo haré. Este fue mi último intento.Volví a mis andanzas, a la vieja costumbre de querer olvidar a Mel en otros brazos y maldigo a la vida porque sigue sin funcionar.«¿Acaso ella me lanzó un hechizo, uno en el que solo la puedo amar a ella? ¡Joder, no! Tiene que existir una forma. Estoy cansado de int
Melanie No sé cuánto más pueda soportar que Axxel me mire así, dolido, enojado… triste. Quería decirle que lo quería, que no me odiase más, que él tenía razón, que estaba construyendo mi vida a base a mentiras, pero por otro lado pensaba en Nick y en el dolor que le causaría. Estoy tan cansada de luchar y de estar en medio de toda esta locura.—¡Mira mami! —grita Ryan emocionado, señalando el mar desde su asiento.—Es hermoso. ¿Verdad, cariño?—Sí, mami. Me gusta. —responde aplaudiendo.—Nick, te pasaste la entrada. ¿Te sientes bien?—¡Eh!, Sí, bebé. Me distraje un poco con Ryan.Él está muy raro desde hace días. Lo noto tenso, enojado… serio. Él no suele ser así, no entiendo su actitud si &e