El uno junto al otro mirábamos hacia las estrellas, de pie, después de un rico postre de limón que su cocinera nos había preparado. Debo admitir que la cena fue perfecta, incluso él fue perfecto.- … y entonces llegó Neus, de sus vacaciones por la costa italiana, y mamá tuvo la excusa perfecta para cambiar de tema… - me contaba, sobre lo duro que era su padre con él.- ¿no crees que terminaré conquistándole, como te he conquistado a ti? – bromeé, sonrió, bajando la cabeza un momento, mientras yo miraba hacia él, ladeándome por completo.- Él no es una persona fácil, María – siempre se tornaba triste al hablar sobre su progenitor – no me pondrá las cosas fáciles, pero eso no es algo nuevo para mí – me confesaba, tr
El hotel que él eligió era espectacular, no sólo porque la suite en la que nos hospedábamos estuviese sobre un alto edificio, en un perfecto ático con piscina y todos los lujos que me pudiese imaginar. La decoración del lugar era muy barroca.Entramos entre risas y bromas.- Ponte cómoda – me dijo, mientras salía a la terraza, a atender una llamada. Sonreí, guiñándole un ojo, para luego abrir la maleta y ordenar los vestidos, para que no se me arrugase.Me coloqué el bikini, pues no quería dejar escapar la oportunidad de estrenar la piscina climatizada, pasando por su lado, haciendo que dejase de discutir en francés, y se fijase en mí. Se despidió, con desgana, dejó el móvil sobre la mesa y me siguió.Me tiré al agua, observándole allí, desnudándose, tir&a
Aquella mañana desperté temprano, estaba feliz, después de todo, él me quería a mí, no sentía nada por esa tipa, y aunque una parte de mí estaba loca por él, no podía decírselo aún, necesitaba un poco más de tiempo. Sentía que las cosas estaban yendo demasiado rápido, y eso me asustaba.Él estaba guapísimo durmiendo, así que ni siquiera lo desperté, pensé en toda nuestra trayectoria, en el pasado, en cada detalle que nunca vi, en su rostro tras cada humillación, en su incomodidad cuando algún otro chico se me acercaba, incluso en la noche de las estrellas, en los Alpes. Una sensación cálida y confortable inundó mi corazón.Pensé en aquella vez, cuando nos encontramos por casualidad después de tantos años, en la paliza que le di, en su actitud
El regreso a casa fue agradable, a pesar de lo que pudieseis pensar, con él era imposible que algo fuese desagradable, siempre hacía el mundo un lugar mejor, con cada atención, cada broma, cada risa, cada mirada, cada… todo. Todo en él me encantaba, y aún no podía comprenderme a mí misma, ¿cómo no podía enamorarme de él? Era la mejor persona que había conocido en mi vida, dejando a mi padre fuera del ranking, por supuesto.- … es que no lo entiendo – se quejaba, entre risas, con aquella broma que había comenzado al salir de su jet privado, mientras caminábamos hacia el coche – esa timidez tuya alcanza límites inimaginables – añadía. Le di un manotazo, mientras su chófer metía nuestras maletas en la parte de atrás, y le cedía las llaves, pues sabía que su a su jefe le gu
Llamaba, insistentemente a su puerta, después de haberme saltado la verja, cada vez más aterrada con la idea de que no estuviese en casa. Sabía que los fines de semana no había nadie en la mansión, y era perfectamente posible que aquel domingo fuese así, pero necesitaba verle, necesitaba…La puerta se abrió, y un despreocupado Darío apareció tras ella, sorprendido de verme allí. Le abracé, con fuerza, como si quisiese fundirme con él, preocupándole. Mi miedo y mis preocupaciones se disiparon cuando olí su perfume, cuando sentí su cuerpo cálido tan cerca de mí.Él no dijo nada, cosa que agradecí, porque no quería contarle sobre mi encuentro con su padre, me aterraba que hiciese algo contra él, que las cosas fuesen incluso más difíciles de lo que ya eran. Me devolvió el a
Caminábamos hacia casa, después de dejar su auto en el garaje, subiendo por las escaleritas que daban al balcón, sin pasar por la puerta de entrada, con él a mi lado, agarrándome la mano. Era feliz, más después de que mi madre me abriese los ojos. Iba a centrarme en sentir, en dejar de pensar, dejando fuera los miedos e inseguridades, centrándome sólo en nosotros.- ¿Estás bien? – preguntó, justo cuando llegamos arriba del todo, conmigo agarrándome a la barandilla, observando el hermoso paisaje que se veía desde allí, Miles de estrellas rodeándonos – Has estado muy callada durante todo el trayecto – me gire a mirarle, apoyándome en la barandilla, observándole con detenimiento, porque era guapísimo, y quería inmortalizar cada rasgo - ¿qué ha sido lo de hace un rato? Te has marchado co
Aquella mañana me desperté de buen humor, encontrando una nota en mi mesilla de noche. Sí, porque aquella ya no era su casa, era nuestra casa. Al menos así me sentía yo.“Estaré trabajando en el estudio, por si quieres venir a darme un beso de buenos días, te quiero.Posdata: Puedes ir a por el resto de tus pertenencias, dejar de pagar el alquiler de tu piso, o lo que quieras, porque no pienso dejarte ir después de lo que pasó anoche”Sonreí, como una tonta.Abrí una de las maletas que había traído y busqué un pijama.¡Dios! El único que había traído y tenía que ser de dibujitos animados. No iba a ponerme esa ridiculez. Así que terminé en la ducha, me di una confortable ducha, pensando en la noche anterior, en el día anterior, fue perf
Almorcé con las chicas, enviándole un mensaje al amor de mi vida, asegurándole que estaba bien, y que iba a estar con mi prima y Camila el resto del día. Él no contestó, por lo que supuse que estaría ocupado con el trabajo.Camila y Manuel se iban de vacaciones a finales de semana y Paula estaba empezando algo con Miguel, cosa que ya me había olido después de que le trajese a mi cumpleaños.- Es todo un tigre en la cama – bromeó mi prima, mientras yo me tapaba los oídos, en señal de que no quería oírlo - ¿y a ti como te va con el insoportable?- No lo llames así – me quejé, sonriendo al recordarle.- ¿Qué es lo que te ha regalado? – quiso saber Camila – En el cumpleaños no dejó de hablar sobre lo maravilloso q