Lena se fue a una esquina del piso del hospital, la tristeza inundaba su corazón, Elijah había salvado su vida y a cambio ahora tenía un impacto de bala el cual atravesó el costado de su estómago, pero este se alojó cerca de su columna.

Lena se sentía impotente y culpable, cuestionando si podría haber hecho algo para evitar esta tragedia. El peso de la situación la aplastaba, sintiéndose abrumada por el dolor y la incertidumbre del futuro.

El simple hecho de recordar las palabras del doctor erizaba toda su piel.

— Debo ser muy claro con todos ustedes. — habló el doctor. — El señor Wood, tiene una lesión medular que lo dejó en silla de ruedas, existen tres posibles panoramas. 1) Que todo salga bien. 2) que esta vez quede cuaraplejico. 3) la muerte.

Las palabras del médico resonaron en el aire, sumiendo a Lena y a los padres de Elijah en un profundo silencio. El impacto de la noticia fue abrumador y las emociones se agolparon en sus corazones.

Lena sintió que su mundo se desmoronaba.