Sin embargo Elijah no estaba del humor correcto esa mañana, justamente cuando estaban hablando del pasado, aparece aquella mujer a la que le hizo daño de cierta forma, al minimizar su dolor, claro que tenia merecido el trato que sufrió de su parte ayer, pero también eso era poco ético por parte de la chica. — Sabes, igual voy a hacer lo que te prometi ayer. — Suelta Elijah interrumpiendo la conversación de las dos amigas. — No voy a dejar que arruines lo que tanto nos costó construir. — Se defiende Sonia. — Si no lo haces los demandaré por malos tratos hacia sus comensales. — Si haces eso te voy a contrademandar, porque aun tengo copia de aquel video de tu hermano. — Lena recordó entonces que envió aquel video aquel video a su amiga, y a su cuenta personal. Elijah no dijo más nada al respecto, simplemente entrecerró sus ojos lanzándole una mirada furiosa, no estaba soportando a aquella chica tan petulante. — ¿Van a ordenar algo? — pregunta Sonia después de todo. — ¡Claro! — Res
Lena toca el timbre del departamento de su padre y espera a ser atendido, en aquel momento no había cabida para pensar en Elijah sus caprichos. Todos los pensamientos de Lena estaban en resolver el problema de su casa y sobre todo, debía discutir lo que le confesaron en la hacienda de los Wood. — ¡Hija! — Su padre la abraza al abrir la puerta. — Que bueno tenerte por aquí. — Para mi también es un gusto verte padre. — responde el abrazo. — ¿Puedo pasar?— Claro, mi casa es tu casa. Padre e hija entran al departamento, el lugar era sencillo, solamente era para él solo, además que no podía permitirse un gran departamento, ya que su empresa estaba tomando auge nuevamente, ahorrar todo lo que pudiera era la clave para no volver a caer en bancarrota. — Dime ¿que te trae por aquí? ¿Cómo va tu vida con Elijah? ¿Te está tratando bien? — Todo va bien y sin ningún problema. — asegura Lena sentándose en el sofá. — De hecho vengo a hablar contigo. El padre de Lena frunce el ceño confundido.
— Hogar dulce hogar. Lena abre la puerta de la hacienda luego de un largo viaje, justo cuando el sol comenzó a salir ambos decidieron irse a casa, el ruido de la ciudad ya los había abrumado y sobre todo la comida de Rita ya era justa y necesaria. — Ya necesitaba aire fresco. — Habla Elijah yendo en dirección a la cocina. A Leguas se le notaba un tanto diferente, se diría que feliz. La noche de ayer ni él ni Lena se quitaron las manos de encima, acaramelados se besaron casi toda la noche, sin embargo los sentimientos eran un constante vaivén entre sentirlos o no. Ambos al ser adultos tienen esa postetad de elegir si quieren comenzar una relación y simplemente de lleno no tenerla, pero disfrutar de la pasión y la lujuria. — Bienvenidos nuevamente. — Rita se acerca con una gran sonrisa en su rostro. de hecho le sorprendió ver a su patrón… feliz, miró a Lena y ella tenía ese brillo de alguien que disfruto mucho de aquella compañía. Rita muy feliz celebró en sus adentros. Ella consid
Dice un dicho “Lo que no fue en tu año que no te haga daño” pero ese daño que ya se encontraba allí estaba interfiriendo en la vida de Lena y Elijah. Ted Stillson no estaba soportando ver a aquel hombre de corazón de hielo con una mujer que se notaba que lo quería, para Ted, Elijah debía morir solo y sin amor, luego de haberle arrebatado el amor de su vida. *AÑOS ATRÁS* — Vamos linda, él no se dará cuenta de lo que tú y yo tenemos. Ted escuchaba todo lo que Elijah le estaba diciendo a su novia, su querida Lydia, era increíble cómo es que el dinero puede corromper a una persona en tan pocos segundos, Lydia nunca demostró ser una persona que se vendiera tan fácil por unos cuantos mil dólares.Le dolía, y mucho, al ser hijo de una familia humilde no podía permitirse comprar cosas ostentosas, ni mucho menos despilfarrar el dinero tal cual como lo hace Elijah.Su corazón antes puro se llenó de odio y rencor, Ted estaba odiando a Elijah Wood, así que salió de donde estaba escondido. Ly
Ha pasado exactamente una semana desde la última vez que Elijah vio a Lena, luego de lo que dijo se sintió un tanto extraño, la hacienda se sentía diferente sin ella. Rita le recomendó que le diera un pequeño espacio ya que después de todo ambos estaban enojados y no valía la pena dañar todo lo que habían construido en unas cuantas semanas y a pesar de su matrimonio ser arreglado, todas las parejas llegaban a tener problemas. Pero ellos eran muy peculiares, ambos se negaban a compartir sus sentimientos por miedo y orgullo. El orgullo es un sentimiento tan fuerte que ciega a cualquiera dañando todo tipo de posibilidades en el futuro. Desde que salió de casa nadie ha logrado localizarla, así que Elijah se embarca en su auto para ir a buscarla. Igualmente con miedo a que lo juzguen por su condición, no dejarse ver por nadie, ni por los medios ha sido un reto bastante grande para él. — Señor no es necesario que usted venga conmigo. — dice su chofer mientras que salen de la hacienda. —
— Dylan, por favor, puedes ir a comprarnos unas donas y café por favor. — Lena le tiende unos billetes. El chico sale dejándola con Elijah. — ¿Quién demonios es el? — pregunta enojado Elijah. — Escúchame bien Elijah, no pretendo discutir contigo, si eso fue a lo que viniste hasta aquí.— Pero es que vengo y te encuentro con otro hombre. — Se excusa. — Es un adolescente Elijah, no veas cosas donde no las hay. — Tu no sabes que intenciones tiene contigo Lena, soy hombre al igual que él y se como piensan. Lena se cruza de brazos escuchando aquella estupidez que acaba de soltar el hombre en silla de ruedas. — Lo único que estoy viendo aquí es a una persona temerosa y que no soporta que otro hombre se fije en mí, porque tú hiciste lo mismo. Elijah queda en completo silencio dándole la razón a Lena. — Si. — responde. — Y no estoy orgulloso de ese yo del pasado. — Lo entiendo, pero eso no quiere decir que vas a venir y amargarme a cada momento porque alguien se acerque a hablar con
ANTERIORMENTE— Quiero redimirme, quiero un nuevo Elijah, quiero olvidar todo este mal humor y estoy dispuesto a dejar mi orgullo de lado. Lena se levanta de su asiento y se dirige a Elijah, tira un poco de su silla y se sienta en sus piernas, lo toma de las mejillas y planta un lindo y cariñoso beso, sus labios se comienzan a mover al compás. A pesar de todo el pasado sentía un gran cariño por él. Lena no podía negar ni reprimir sus sentimientos, ya era hora de ser feliz y si iba a ser con Elijah lo ayudará en todo sus procesos.— Me voy a caer. — Habla Elijah sin ni siquiera levantarse de su silla. — Señor Wood, la negación es algo normal en los pacientes, es muy importante y recomendable que también se acuda a psicología. — No estoy loco. — se cruza de brazos. — Yo solo quiero volver a caminar, eso es todo. — Elijah, ella es la profesional, no seas maleducado. — Lena lo reprende como un niño pequeño — Pero me dijo loco. — hace pucheros. — No te llamo loco hombre, solo te dij
— Cuando llegaron las cajas por la mañana, he estado pensando que podría traer a mis patrocinadores aquí, este pueblo tiene mucho potencial para desarrollarse más. Dice Lena mientras enrolla sus espaguetis al tenedor. — No sabía que te interesaba mucho este lugar.— Es muy lindo, aquí se respira una vibra diferente es como estar en otra dimensión.— Si tu quieres hacerlo, yo te apoyare. — Gracias. — Lena le sonrie. La tarde fue muy tranquila para ambos, sin embargo habia alguien que no queria descansar hasta que ver con sus propios ojos lo que estaba sucediendo, una promesa rota que puede llevar a la locura a cualquiera, y es que a lo largo de los años Elijah se ha ganado a muchas personas como enemigos, otras le tienen tanto resentimiento que lo quieren ver mal, como lo es en el caso de Ted. Al estar tan enojado con Elijah, marco al numero de una vieja conocida, su plan debía funcionar si o si, aquella relación formal que acaba de comenzar con Lena Summer debe acabar en desastre