Ese fue otro día arduo de trabajo para Vane, la chiva tuvo que soportar a su pesado jefe que cada vez se comportaba peor con ella, tal parecía que tuviera algo en su contra, ¿Acaso intuía la verdadera razón por la cual ella estaba ahí?Desechó ese pensamiento inmediatamente, nadie más que la familia Coldwell lo sabía, su jefe era odioso por naturaleza, no necesitaba una razón especial para serlo, sí, eso debía de ser.Esa noche había fiesta en la mansión, los Coldwell se reunirían para celebrar que Sara había cumplido su misión satisfactoriamente, le entregarían un trofeo más para su colección. Vane aprovecharía para pedirle a sus primas que le enseñaran técnicas de seducción, anteriormente ellas habían intentado hacerlo en repetidas ocasiones, pero ella se negaba continuamente.Llegó a la mansión cuando ya todos estaban reunidos, estaban por empezar el brindis por el logró de Sara, no había sido fácil la misión, Mónica era una perr* experimentada y le había hecho difícil lograrla.
Tanya se quedó a dormir esa noche con Vane, le pidió a su prima que le ayudará a colocarse un químico sobre el cabello, para así recuperar su color natural, todas las coldwell eran rubias, de ojos azules, pero cambiaban de acuerdo al objetivo que deseaban conquistar.Todos los hombres tenían alguna característica que apreciaban más en una chica, y ellas se tenían que adaptar.Usaban pelucas y pupilentes comúnmente, pero el objetivo de Tanya era un experto clavadista olímpico, por lo que ella entró a las clases de natación que el hombre estaba dando, así que prefirió pintarse el cabello para evitar problemas, las chicas de cabello tan negr* como el ébano lo enloquecían.—Espero no haber arruinado mi cabello, el color negr* es un color intenso, difícil de retirar.—Pues está saliendo perfecto, creo que por esto no te tienes que preocupar. —Dijo Vane mientras lavaba la larga cabellera de su prima.Después de secar su cabello, Tanya no tardó mucho tiempo en quedarse dormida, ella quería e
Vane estaba decidida a hablar con su familia, no podía seguir viajando de la mansión al corporativo todos los días, para llegar tenía que atravesar toda la ciudad, era cansado hacerlo.Todas sus primas rentaban un departamento provisional para cada misión que tenían, era un gran riesgo para Vane que su jefe se llegara a enterar de que visitaba la mansión Coldwell diariamente, para él, ella era una Sanders.Dante Damasco podría pensar que estaba vendiendo información sobre su empresa a sus principales rivales, sobre todo después de lo que estaba sucediendo con el corporativo Harrigan.—De ninguna manera, no te expondrás a vivir sola, es muy arriesgado, ¿Acaso no sabes de todos los peligros que hay allá fuera? No te enviaremos a la boca del lobo.—Darius, hijo, Vanessqa tiene razón, imaginate que a ese hombre se le ocurra enviar a alguien a seguirla, se daría cuenta inmediatamente que le ha mentido, eso sería mucho más peligroso, además, todas las Coldwell somos fuertes e independientes
Vanessa se cambió ese mismo día al departamento, amaba a su madre y a su abuela, pero se sentía tan bien estar lejos de ellas, de su vigilancia constante.Puso música suave, y se sentó en un sillón en la terraza del departamento, a esa hora las luces de la ciudad parecían palidecer ante el hermoso cielo estrellado, todo era paz y quietud en ese momento.La terraza pegaba con la del otro departamento, un atractivo hombre salió en ese momento, Vane solo vio su ancha espalda, mientras el hombre parecía observar el firmamento.—No puede ser, estoy alucinando, este chocolate debe de estar adulterado.Observó con detenimiento la taza que sostenía entre sus manos, cuando volteó para ver a aquel hombre, él ya no estaba.—Lo dicho, fue una alucinación, Dante Damasco no tiene porque estar aquí, debo ingerir menos chocolate.Dante había regresado al interior del departamento, él la había visto perfectamente.Mientras tanto, Katrina cenaba con Evenus, el hombre a simple vista parecía ser encantad
Vanessa se despertó un par de horas después, buscó a Dante, pero parecía que su jefe se había marchado, cerró los ojos, pudo aspirar su fragancia, era un aroma intenso y a la vez sofisticado.Dante había pensado quedarse hasta que la chica despertara, pero al observarla dormir sintió un gran impulso por besarla, así que decidió alejarse antes de cometer algo de lo que pudiera arrepentirse.Poco después, Dante se sentía intranquilo, decidió enviar un mensaje al teléfono de la chica para ver como estaba, Vane se sorprendió al ver que le llegaba un mensaje de un número desconocido, al abrirlo se dio cuenta de que era Dante.—¿Se encuentra bien señorita Sanders? —Vane no pudo evitar leerlo en el tono de voz de Dante, se rió al darse cuenta.—Estoy mejor, señor Damasco, gracias.Vane esperó que Dante enviará otro mensaje, pero fue el único, su mensaje era tan frío como él.Al otro lado, Dante observaba fijamente la pantalla de su teléfono, había estado a punto de preguntar a la chica sí se
Un par de horas después, la sobrecargo salió de la habitación acomodándose la ropa, por la sonrisa que mostraba, era fácil adivinar que había pasado un muy buen rato.Dante salió minutos después, volvió a ocupar el lugar frente a Vane, colocó su laptop sobre una mesilla que lateral que movió hasta quedar sobre sus piernas.El hombre empezó a trabajar sin reparar en ella, Vane se sintió ignorada, molesta, pudo notar que su jefe aun traía el cabello mojado, era un fresco y un descarado, después se reprendió mentalmente, le estaba dando demasiada importancia a lo que había pasado.Horas después llegaron a su destino, la chica no tenía idea en que parte de Italia estaban.—Bienvenida a Sicilia, señorita Sanders, hoy es la boda de mi primo, usted será mi acompañante.Vane se sorprendió al escucharlo, ahora no sería tan solo su secretaría ejecutiva, sino que también su dama de compañía.Sin decir nada más, Dante se dio la vuelta para bajar del avión, antes de hacerlo se despidió de la sobre
Por la mañana, Evenus llamó al celular de Katrina varias veces, la chica no contestó la llamada, eso lo puso aún más furioso, estaba decidido a encontrarla.Katrina por lo general se daba a desear más tiempo, pero en está ocasión había decidido cambiar la táctica, un hombre como Evenus no estaba acostumbrado a que lo abandonarán, era él quién lo hacía.Ordenó a sus hombres que buscarán a Angelina, y la llevarán ante él de la manera que fuera, ella se encontraba tranquila en la mansión Coldwell, estaba segura de que no la encontrarían, además buscaban a una pelirroja de ojos verdes, y ella como todas las Coldwell era rubia de ojos azules.—¿Qué harás ahora? —Preguntó con curiosidad una de sus tías, las otras chicas ya habían salido de viaje.—Lo dejaré sufrir un tiempo, después procederé a desarrollar la segunda parte de mi plan, y por último el gran cierre, será algo que se merece por todo lo que ha hecho.En Italia, Vanessa bajó a desayunar, recordó que Dante le dijo que saldría, tam
Vanessa veía las escenas pasar como si se tratara de una película, y es que todo le estaba saliendo mal, se suponía que ella debía de engañar a Dante, involucrarlo en sus mentiras, y estaba sucediendo justo lo contrario.—Tengo que apurarme a preparar su boda, tiene que ser la mejor, será el primero de mis hijos que se case, y aunque no es el mayor, es el que tiene sobre sus hombros toda la responsabilidad de los negocios familiares.Vane no entendía porque si Dante era uno de los hijos menores, llevaba a cuestas esa responsabilidad tan grande.—¿Por qué me dejaras hacerme cargo? ¿O no? —La apresurada pregunta de la madre de Dante, sacó a Vane de sus reflexiones, volteó a ver a la mujer que la miraba expectante.—Claro, podrá usted hacerlo, confío en su buen gusto.—Gracias, hija, que feliz me haces.Dante sonrió al ver que la chica seguía al pie de la letra sus instrucciones.—Mamá, papá, he conocido a un chico en Los Ángeles, lo he invitado, llegará más tarde, saben que yo jamás he