Después de aquel pequeño suceso, aquel encuentro inesperado entre estos dos, lo que sucedió fue que, pasaron las horas en la ciudad, donde Evangelina llevaba una gran intriga, curiosidad y deseo sobre saber más sobre Guillermo, mientras que él tenía los mismos sentimientos solo que además de eso, sentía una gran presión, estrés y culpa por su trabajo, tan agitador que lo había dejado sin tiempo aquel primero de abril, sin tiempo para contactar a su nueva obsesión.

 

En fin, llegó la noche del dos de Abril, día que caía en Sábado, donde Evangelina se encontraba preparándose para salir a una Discoteca cercana, donde disfrutaría del baile y compañía de amigas y hombres, cosa que era usual en ella, ya que semanalmente, frecuentaba este tipo de lugares.

Ella ya se duchó, se maquilló de manera algo glamorosa, con un bello labial en color rojo de Dior, una base ligera que cubría sus pequeñas pecas, pestañas postizas que hacían ver más grandes y hermosos sus ojos, rubor rosado, sombras de ojos en tonos nude, junto con un lindo iluminador líquido de NYX en tonos dorados; Este maquillaje de noche, hacían resaltar sus bellos rasgos, los cuales eran aún más visibles ya que, llevaba un peinado de cabello en cola de caballo, sumamente estirado inspirado en la cantante Ariana Grande.Además de portar un outfit llamativo, que consistía en un pequeño vestido de lentejuelas doradas, que hacía resaltar su cuerpo, dejando ver sus lindas y largas piernas, además de unos tacones de 12 cm, que le ayudaban a estilizar su figura, y resaltar aún más por su estatura.

 

Se dieron las 09:00 pm, hora en la que ya estaba más que lista para salir, solo esperaba la llamada de sus amigas, la cual le avisaría en que lugar se encontrarían; Ella ya había olvídalo un poco a aquel hombre Guillermo, ya que al no haberle llamado, supuso que no existía ningún interés con ella y que simplemente quedó todo en un encuentro extraño y casual de Viernes por la tarde.

Pero, su pensamiento era erróneo, debido a que, 5 minutos después de pensar en aquel hombre, sonó su celular, era un número desconocido el cual, pensó un poco en contestar pero al final decidió responder la llamada diciendo:

 

- Hola, ¿Quién habla? – Preguntaba Evangelina con curiosidad-

 

- Hola, buenas noches ¿me comunico con la señorita Evangelina Jiménez Garza?-Preguntaba del otro lado una suave voz de mujer-

 

- Así es, ¿Quién habla?

 

- Hola, mi nombre es Margarita Méndez, soy la secretaria del señor Arango Rojas, el cual me pidió que me pusiera en contacto con usted, con el fin de acordar una cita en un reconocido restaurante de la zona, me gustaría saber ¿Se encuentra disponible esta noche? -Preguntaba la secretaria Méndez-

 

- ¿El señor Arango?… que extraño no me aviso con tiempo sobre esta cita pero… puede avisarle que acepto su invitación con gusto… no tengo planes y creo que será algo interesante de hacer esta noche.-Respondía con un poco de extrañeza Evangelina-

 

- Perfecto… me podría proporcionar su dirección, el señor pasar por usted en media hora, ¿Le parece bien?

 

- Claro que si…

 

En ese momento, Evangelina le proporcionaba con confianza la dirección de su hogar a la secretaria, quien satisfecha terminaba de acordar la cita de su jefe con la chica aquel día; Cita que empezaría en menos de 20 minutos. Se termina la llamada y Evangelina nerviosa corre a dar los últimos toques de su gran preparación, los cuales eran en retocar un poco más sus labios que se veían carnosos, grandes y lindos, junto con rociarse de un dulce perfume de Carolina Herrera, que hacía notar su presencia a metros de distancia debido a su peculiar y único aroma que iba en juego con su presencia imponente.

Pasó el tiempo, ella se encontraba angustiada y nerviosa, replanteándose lo que sucedería, debido a que fue muy tonta al dejarse llevar por la emoción y aceptar salir con un desconocido prácticamente, así que decide, activar su ubicación y mantener al tanto a sus amigas sobre el lugar en el que se encontraría, esto por seguridad y precaución.

En fin, 5 minutos para las 09:30 pm, tocan de manera decente la puerta de madera de su hogar y ella corre a abrir, y de manera linda, recibe a su allegado, el cual vestía un formal traje en color café obscuro, con una corbata en el mismo tono, zapatos de piel, un imponente olor a roble debido a su colonia, junto con un rostro perfectamente lavado y rasurado, el cabello castaño peinado hacia atrás con un poco de gel además de llevar consigo un pequeño obsequio.

Guillermo alegremente la observa de pies a cabeza, con una mirada profunda, voz grave y sentimiento de pena y culpabilidad le dice:

- Muchas gracias por aceptar esta Cita Inesperada, se que pudo ser algo repentina, cosa que me avergüenza un poco debido a mi gran desesperación por salir contigo haha… discúlpame bella Evangelina por no citarnos con un poco más de tiempo.

 

- No te preocupes Guillermo, realmente me parece satisfactorio el hecho que tuvieras el atrevimiento de crear un plan tan elaborado, me agrada ese tipo de hombres que son decididos, eso demuestra un gran carácter por parte tuya… por favor no te apenes -Le respondía Evangelina con amabilidad-

 

- Gracias por el cumplido, yo te dire que esta noche luces espectacular, me fascina tu atuendo tan glamoroso y moderno, te hace ver muy bien además de que tu persona me hace sentir una vibra sumamente dulce, ese aroma que llevas puedo me encanta.-Decía Guillermo con voz seductora-

 

- Gracias, es un perfume que me regalaron mis padres por mi cumpleaños, me gusta mucho y lo uso solamente en ocasiones especiales.

 

- Perfecto Evangelina, Lira, te traje un pequeño obsequio, espero que te guste mi estimada- Decía Guillermo con gusto mientras colocaba una pequeña caja de color marrón sobre las manos de ella.

Evangelina de manera gustosa y emocionada, le agradece con un pequeño abrazo, mientras prosigue a reírse un poco y disponerse a abrir el regalo;El cual de manera ansiosa abre y nota que es un lindo juego de joyas de Cartier, que consistía en tres brazaletes, un par de aretes pequeños, una gargantilla, y un par de anillos, todos estos en oro rosado, el cual era uno de los colores favoritos de ella.

 

- Pruébatelos Evangelina, se que te quedan preciosos.

 

- Si Guillermo, son hermosas estas joyas pero supongo que son muy costosas… me apena recibir un regalo tan grande. -Decía de manera apenada Evangelina-

 

- No debes de sentir vergüenza alguno, yo me encuentro feliz al dar este pequeño detalle a tu persona, me causa una gran satisfacción que te haya gustado… se que tu color favorito es El Oro rosado, de tal manera que escogí ese material para tus joyas…

 

- Muchas gracias Guillermo por el detalle, realmente lo aprecio y me lo probaré, no quiero hacerte sentir mal, ni mucho menos deseo que sientas desprecio o algo parecido por mi parte… -Evangelina con una sonrisa procede a colocarse las joyas sobre sus manos, orejas y pide a su acompañante que le coloque la Gargantilla, cosa que hace de manera suave y sutil con una pequeña caricia discreta sobre él área del cuello.

 

- Realmente preciosa, espero no incomodarte con este tipo de cosas pero siento como a tuviéramos años de conocernos, disculpa mi gran confianza.- Decía Guillermo-

 

- Yo siento lo mismo, parece como si nos conociéramos de toda la vida, cosa que de verdad me agrada.

 

- Igual a mi… ¿Te gustaría que partiéramos al restaurante?

 

- Si, encantada de irnos ahora mismo.

Evangelina y Guillermo se sonríen el uno al otro para después, ella tomarse del brazo de su acompañante y dirigirse a la salida de su hogar, donde frente a su puerta la esperaba una gran camioneta Cadillac Escalade, la cual era conducida por el Chofer, Juan Gómez, un hombre de 33 años de edad, complexión robusta, cabello y ojos castaños con un aspecto familiar, que notó Evangelina pero decidió no prestarle atención.

 

Ambos se sientan juntos de manera cómoda en la parte trasera mientras colocan un poco de música clásica para aligerar el pequeño camino de mas de 15 minutos que tomaría llegar hasta el lugar. Mientras deciden mantenerse en un tranquilo silencio que se interrumpia con solo unas cuantas palabras, debido a que esperaban dejar la conversacion formal hasta llegar al Restaurante.