Danielle y Rómulo prepararon la cena, Amaranta llegó y tras de ella Salvatore.Fue directo sobre ella abrazándola por la cintura y besó su cuello, Amaranta se quedó quieta ante la acción de Salvatore, pero reaccionó girándose y quedando frente a él dando un fugas roce de labios.— Me encanta verlos muy enamorados, esta noche dormiremos aquí y ya mañana veremos, Danielle y yo decidimos realizar una de muchos viajes de luna de miel como siempre lo hacemos, pero esta vez será con ustedes.— Abuelo...— Rómulo interrumpió sus palabras.— Mira, no todo en la vida es trabajar. Tenemos que disfrutar con nuestras mujeres, con nuestra familia. Eso es lo más importante en la vida ya después viene lo demás.Amaranta lo miró, y tragó el nudo en su garganta, pues eso significaba dormir muchas noches en la misma cama, pues no había un sillón.La cena transcurrió entre conversas triviales, y risas, pero ni a Danielle, y ni a Rómulo se les ocurrió preguntar su apellido delante de Salvatore, eso sería p
Salvatore preparó café y se sentó a esperar ver nacer el sol.El día llegó y ni un solo momento dejó de pensar en lo vivido con Amaranta, decidió darse una oportunidad con ella, tratarla diferente, total era su esposa y la había hecho su mujer. De pronto escuchaba risas y conversaciones y decidió acercarse.— De muy chica tuve un amor y anoche soñé con él, no se, fue un sueño confuso me pareció tan real, pero bueno cosas de niños con inexperiencia, me guardan el secreto con mi esposo, no sea que se ponga celoso de mi amor platónico que invadió mis sueños anoche.Escuchar esas palabras avivaron su coraje. ¿ Como era posible que se entregara a él diciendo que era un sueño, y estaba era soñando con otro.?No era posible, sintió coraje regresó y fue a la habitación, vio la cama tendida sin rastro de nada, ¿ Que carajos pasó entonces?Salió y fue a donde se encontraba Amaranta, la cogió de la mano y la llevó al camarote.— ¿ Que haces? Eres un bruto. — Expresó algo sorprendida.— ¡Con que
El médico llegó y analizó el pie de Amaranta y nuevamente ordenó radiografías para ver el daño causado.0 Mañana estaré ahí doctor, sin falta, parece que este lugar no me quiere.El galeno comenzó a reír por las palabras de Amaranta, dio las indicaciones de los analgésicos y salió.Rómulo y Danielle entraron para saber de su estado.— Hija, por lo visto no eres experta en cabalgar.— Si, lo soy, es solo que el animalito se asustó con esas ardillas que salen al camino, lo mismo sucedió el otro día.— Lo bueno es que no es nada grave, y pronto estarás bien.Expresó con ternura Danielle, acariciando sus cabellos.— Gracias, de verdad gracias por hacerme sentir que estoy en familia.— Eres parte de esta familia, eres mi nieta, y no sabes lo feliz que estoy.Salvatore entró sin tocar se sentó a lado de Amaranta.— Mañana iremos nuevamente al hospital.— Si, y siento mucho todas las molestias que causo.Salvatore tomó su mano y la llevó a sus labios dejando un beso en ella.— Son cosa que p
Salvatore y Amaranta pasaban mucho tiempo juntos, gracias al abuelo Rómulo.Siempre aparecía medio distraído a lo lejos, y ellos terminaban besándose o abrazándose. Los días pasaron y decidieron bajar la tensión entre ellos.El pie de Amaranta ya estaba por completo sano, pero aún así Salvatore en ocasiones la subía en brazos, pues Rómulo estaba leyendo o mirando algo en algún lugar de la sala.Las noches de pasión entre ellos seguían, Amaranta lograba encender ese fuego que ya Salvatore no hacía en menor intento por extinguir.— Hasta mañana Salvatore.— Hasta mañana AmíCris.Salvatore trató de dejar un beso en su mejilla, pero ella dio vueltas y fueron sus labios los que rozó.Sus miradas se encontraron y ellos se perdieron en ella. — Ya no quiero resistirme más — Susurró entre sus labios, Salvatore.— Y yo no quiero que lo hagas más. — Respondió Amaranta enredando sus manos en su cuello, Salvatore se colocó entre sus piernas y profundizó ese beso tan deseado de que sea correspondi
Axel y Jisso regresarían a Italia, sabiendo lo que Rómulo les contó, y lo que hizo para unirlos sentimental mente. Ser cupido le resultó.— Bien don Rómulo, yo regresaré a Roma para seguir con mi trabajo. - Informó Axel.— Si hijo, y no se preocupen que Salvatore está viviendo una verdadera luna de miel.Tomaron nuevamente el avión y lo mismo hizo Rómulo y Danielle.El avión aterrizó y el chófer esperaba a Rómulo para llevarlo a la mansión.— Llévame primero donde mi hija, necesito hablar con ella.Llegaron a la mansión Rinaldi, donde Kiara y Donatello estaban en el jardín.— Señora, su señor padre está llegando.— Informó Dora, el ama de llaves.— Por favor prepara la cena, lo que a mi padre le gusta.— Enseguida señora. — Respondió Dora.Rómulo y Danielle llegaron al jardín encontrándose con su hija.— Papá, Danielle qué gusto verlos y de tenerlos aquí. — Saludó Kiara a su padre.— Don Rómulo, Danielle, me da gusto verlos. La tarde pasó entre conversas y poniéndose al día en los nu
Salvatore llegó a Madrid, ya lo esperaban en el aeropuerto y fue directo a la mansión Rinaldi.— Madre, padre. — Saludó a Kiara dándole un beso en la frente y a su padre un frío abrazo.— ¿Cuál es la urgencia madre?Kiara lo miró y caminó de un lado a otro.— Hijo. ¿ Como es eso de que te has casado? ¿ Como es que te casas y no somos partícipe de tan gran evento?Salvatore miró a su padre y luego a Kiara.— Yo sé que eres adulto, y que sabes lo que haces. ¿Pero un matrimonio así de repentino? — Lo siento madre, paro cuando nos casemos por la iglesia, entonces será una gran recepción entre las dos familias.— ¿Y que familia es? — Interrogó Donatello.Salvatore lo miró, como escudriñando en esa pregunta.— Cuando viajen a la hacienda se las presento.— ¿ Y cual es el misterio? ¿ Por qué no nos dices que es?— Padres, soy adulto y se escoger a mi esposa.Salvatore habló seguro de que así entenderían y no seguirían con el interrogatorio.— ¿Solo para eso me hicieron venir? ¿ Esta er
Amaranta fue a su nueva habitación, sentía doler su corazón, las lágrimas rodaban sin parar.— Mi niña bonita, no te pongas así, eso le hará daño a tu bebé.- Carmela trato de consolarla, acariciando sus cabellos, mientras Amaranta estaba acostada en su cama.— ¿Que sucedió Carmela? No comprendo, dijo que iría por dos días, se quedó una semana y volvió con una mujer, su amor. Ese es su gran amor, y me lo viene a restregar en la cara humillando frente a ella.— Mi niña, yo sé que todo este mal entendido se va a aclarar muy pronto, tienes que tratar de hablar con él, y explicarle el por qué saliste con Mario Luis y pasaste la tarde fuera con el.— Carmela, Cómo sabe el que yo pasé la tarde fuera con Mario Luis. ¿quién se lo dijo?— No lo sé mi niña, pero esa es la razón, él está celoso de Mario Luis.— ¿Celos? ¿Se siente celoso y trae a una mujer a la casa? No Carmela, eso no lo justifica, y por favor no le digas nada de mi embarazo.— Pero niña. — Exclamó una afligida Carmela.— Per
Salvatore cerró su portátil, y nuevamente bebió sin parar, esa venganza lo estaba destruyendo a él también, sin darse cuenta, se estaba castigando junto a su castigada por qué se había enamorado de ella, que cada lágrima que corría por el rostro de su amada, el las bebía en alcohol.Carmela vio salir a Amaranta en un mar de llanto, hizo un gesto de negación al verla salir al jardín, mientras en otra esquina estaba Alice riendo por lo que presenciaba.Carmela buscó a su esposo Chemo, no esperaría a que el llegara tenía que entender lo que Amaranta le dijo. — Viejo, que es lo que sucede con nuestro niño, no es el mismo de hace semanas atrás con su esposa.— Mujer, todo esto es un caos, Salvatore se casó con la hija de Pierina D'Alessio, la mujer que según él, hizo sufrir a su madre.Carmela cayó sentada en la silla de la impresión.— ¿Que estás diciendo Chemo? ¿El Patrón lo sabe? — Si, ¿por qué crees que se quedó ese tiempo aquí? Quería que él se enamore de ella y olvide su propó